Atrapado en el tiempo

Bienvenidos a Punxsutawney (Pensilvania), donde los sueños nunca se cumplen porque cada día es igual que el anterior. Hoy, 2 de febrero, como cada año se celebra el Dia de la Marmota (otra vez), momento en que veremos si la marmota Phil cuando salga de su madriguera no ve su sombra y nos dice que este año se adelantará la primavera o, si por el contrario, su sombra nos pronostica que tendremos seis semanas más de duro invierno.
Esta entradilla, más o menos semejante, es la utilizada por el hombre del tiempo Phil Connors (Bill Murray) para presentar, desde el lugar de los hechos, la tradición más popular de esa pequeña población del estado de Pensilvania, tras llevar varios días ya anclado viviendo, una y otra vez, las mismas situaciones que el día anterior. El lugar citado le proporcionará a Connors un bucle constante en el tiempo con carácter indefinido que le llevará a pasar por todos los estados anímicos, así como redefinirse intelectual y personalmente.

La madre de todos los bucles temporales que vendrían detrás tiene nombre, 'Groundhog day' o 'Atrapado en el tiempo', como la conocimos en España y su autor, Harold Ramis, viejo cazafantasma y amigo de Murray, tuvo un día la genial idea de compartir con nosotros esta pieza de orfebrería humorística que razona, en clave de humor, las malas maneras del ego, el arte de la seducción y hasta el sentido de la vida. Como un castigo divino al que no se le encuentra causa razonable y, mucho menos, solución, la sencilla Punxsutawney será para su protagonista un punto de no retorno a la normalidad hasta que el dios del tiempo decida que su cobaya particular ha completado su evolución. El despertar de cada día es un pequeño paso para pulir la arrogancia y la mala educación sistémicas de este hombre llamado Phil, como la marmota y no será casualidad, quien empieza como un modernizado Mr. Scrooge para acabar, tras un largo larguísimo periodo de tiempo, siendo la perfecta imagen que el personaje descrito por Dickens odiaría sin perdón.

La película del ya fallecido Ramis se ha convertido, como una inconsciente paradoja, en atemporal, todo un icono de la depuración obligada de un personaje reprobable, aunque con gracia para quien no lo sufre de primera mano, compartiendo con él ese tránsito desesperante de 24 horas en 24 horas que parece nunca tener fin: mismo amanecer, misma hora, misma canción al despertar, mismos desarrollos y encuentros mañaneros. Su proceso de conversión, personal e intransferible, de la exasperación a la resignación y de la risa al romance, abarca un gran caudal de emociones y mucha compasión, porque en el fondo este arrogante cascarrabias esconde o ha de esconder en alguna parte, una buena persona cuyo corazón late; a su ritmo inconfesable, como el de cualquiera.
Su aguda ironía es un terreno propicio para alguien como Murray, actor avezado como pocos para encajar como quien cae de pie en esta extraña aunque inteligentísima comedia romántica, que reblandece un duro corazón con simpatía y mayor habilidad para que uno, y esta vez con voluntad propia, reinicie su progresivo cambio con periodicidad a elegir.

Su aprendizaje no es de entender, es de degustar.

LO MEJOR: Posiblemente la premisa más legendaria de la historia del cine. Divertidísima, una de las películas más juguetonas que puedes videar. Pese a que es blanca y se pone ciertas limitaciones al tratarse de una película para toda la familia, está bastante afilada. El papel perfecto para Bill Murray. Una de esas películas que consiguen que te montes tu propia película y que le hables al señor que sale en el televisor.

LO PEOR: Aunque nunca aburre, puede hacerse larga, pues el ritmo es raro y los ciclos por los que pasa el protagonista no hacen avanzar la historia. Blanca, si no fuera una película para todos los públicos, podría dar mucho más juego. No me gusta nada el corolario, no es el adecuado, mal rematada ¿Qué habría hecho Billy Wilder con esta premisa?

¡Qué película, qué pedazo de guion, qué sorpresa!

Hay muy pocas películas cuyo humor no vaya en menoscabo de la profundidad argumental, y viceversa. En ese sentido, esta cinta es una joya. Uno se ríe de verdad, para adentro, con convicción.
Hay pocas películas americanas que no sean americanadas. Esta no lo es, joder. Los momentos (no hago spoiler) en los que el protagonista reniega un poco de su vida ponen los pelos de punta. Por el contrario, las fases de aprendizaje son muy vitalistas (no me refiero a los asuntos del ligoteo). Tanto el nihilismo como la ilusión están muy bien trabajados.
La película muestra uno de los cambios éticos y morales más bestias y mejor narrados del cine. Si es una peli moralista y manipuladora (como algunos dicen), me da igual. Me lo creo todo. Y además, así debe ser la gente, ¡coile!
Yo le daba marmotas a media españita y a todos los neoliberales.

Una buena comedia, de las que logra sacar unas cuantas sonrisas gracias, sobretodo, a un Bill Murray genial y un guion cargado de ironía. El ritmo está muy bien medido, con un gran montaje y una buena dirección, permitiendo que la historia llegue al espectador en escalada, proponiendo el siguiente paso lógico y manteniendo el interés. A nivel de imaginario visual no tiene grandes pretensiones más allá de ser disfrutaba para tod@s aquell@s que crecimos con cierta estética noventera. Pero si algo la hace especial es cómo, a medida que pasan los minutos y con cierta suspensión de la incredulidad, provoca una interesante reflexión acerca de la propia existencia, el valor del tiempo, la vida, las experiencias, el aprendizaje a través de los errores… ¿Sería ético sacar partido a una situación de ventaja respecto a los demás, en beneficio propio, si dichas personas aún no sufriendo no fueran conscientes de que están siendo utilizadas? ¿Seríamos la misma persona si cada vez que cometiéramos un error volviéramos atrás para solventarlo? ¿Tendría algún valor entonces el esfuerzo por acertar a la primera, por hacer lo correcto, por no dañar a los seres queridos? ¿Cómo viviríamos nuestra vida sin la finitud en el horizonte? La inmortalidad puede ser un beneficio pero también el peor de los castigos.

PD: Lo de los tituladores en español no tiene nombre.

@laquimeracultural

Atrapado en el tiempo es una película de comedia fantástica protagonizada por Bill Murray y Andie MacDowell, dirigida por Harold Ramis y estrenada en 1993. La película narra la historia de Phil Connors, un sarcástico y egocéntrico meteorólogo que se ve atrapado en un bucle temporal que le hace revivir el mismo día una y otra vez: el 2 de febrero, el día de la marmota, una tradición popular estadounidense que predice el fin del invierno.

La película es una joya del humor inteligente, que combina situaciones absurdas, diálogos ingeniosos y un gran trabajo de Murray, que interpreta a un personaje que pasa por diferentes fases emocionales y existenciales a lo largo de su interminable jornada. MacDowell, por su parte, da vida a Rita, la productora de Phil y su interés romántico, que desconoce el extraño fenómeno que afecta a su compañero. El resto del reparto, compuesto por actores secundarios como Chris Elliott, Stephen Tobolowsky o Brian Doyle-Murray, también contribuye al tono divertido y entrañable de la película.

Atrapado en el tiempo es una película que va más allá de la simple comedia, y que plantea cuestiones filosóficas y morales sobre el sentido de la vida, el libre albedrío, el destino, el amor y la felicidad. La película también explora el potencial creativo y redentor de la repetición, que permite al protagonista aprender, mejorar y cambiar su actitud ante el mundo y los demás. La película ha sido alabada por la crítica y el público, y ha sido considerada como una de las mejores comedias de todos los tiempos, así como una obra maestra del cine fantástico.

Creo que es una película que no pasa de moda, y que se puede disfrutar a cualquier edad. Me identifico con el personaje de Phil, que tiene que enfrentarse a sus propios defectos y a sus miedos, y que busca el amor y el sentido de su existencia. Me gusta el mensaje optimista y humanista de la película, que nos invita a aprovechar cada día como si fuera el último, y a ser mejores personas con nosotros mismos y con los demás. Atrapado en el tiempo es una película que recomiendo a todo el mundo, porque creo que es una de esas obras que te hacen amar el cine.