Prisioneros

Hace poco me dijeron que esta película era algo menos que una obra de arte. Lo cierto es que no es así. Me ha parecido, para que os hagáis una idea, que tiene mucho de Mystic River de Clint Eastwood y que, un año después, la primera temporada de True Detective se inspiró con esta. Quizá haberla llevado a la TV en forma de serie le hubiera sentado mucho mejor.

Villanueve nos presenta el clásico thriller policíaco cuya trama es destapar un crimen que relaciona el secuestro de unas niñas con la religión. Ambiente oscuro, familias desestructuradas por el suceso, lobos solitarios e inspector obsesionado con el caso. La película mantiene la tensión pero falla en su desenlace.

SPOILERS

Globalmente, estamos ante un excelente thriller que cumple con su cometido de atrapar al espectador desde el primer momento hasta el último gracias a la ambientación inquietante, la realista interpretación de los actores protagonistas ahogados por la desesperación y las sugerentes pistas que van apareciendo en el camino para que hagamos nuestras propias conjeturas.

Sin embargo, la película no destaca por su originalidad. Más allá de estar bien construida, el argumento y el secreto que se esconde tras el secuestro de las niñas se quedan un poco cojos. Además, algunas pistas, como la continua referencia a la religiosidad, despistan demasiado y no acaban de tener una relación con el misterio a la altura de lo que se promete. Por otro lado, me da la sensación de que se hace demasiado hincapié en la figura de Hugh Jackman como padre americano protector que quiere tomarse la justicia por su mano llevando sus acciones al límite porque la policía es una panda de inútiles, eso resulta un poco cansino.

En cualquier caso, Prisoners se deja ver muy bien y es una película recomendable para los amantes del género.

Ver a Hugh Jackman y a Jake Gyllenhaal compartiendo pantalla en un thriller totalmente atmosférico hace que la experiencia sobre este filme sea totalmente sorprendente, además que el bueno de Villeneuve sabe trabajar con la cámara para traer todo ese juego simbólico que realza aún más el argumento de la película. El debate moral y la deconstrucción psicológica de los personajes es un acierto por parte del guion, de esta forma el espectro más importante del thriller no sólo se basa en buscar al "culpable"- elemento genérico de casi cualquier thriller- sino en amoldar al elenco principal mientras crece la tensión narrativa que se desarrolla.

Lo que hace que "Prisioneros" (2013) sea una obra maestra para el género es que aún siendo totalmente inentendible, su factor clarividente sea el de asimilarse como un fuerte lazo con los personajes, todos anclados en la nada y en la perdición constante de un suceso imposible de ser interpretado racionalmente.

Además, posee el pesimismo y la tragedia de un buen Noir aunque no lo sea voluntariamente, y esto es lo que hace que su corriente psicológica en cuanto a trama y argumento encaje perfectamente en el escenario actual del género policíaco. Su plato fuerte es ver cómo las desgracias de este mundo generan sociopatías encubiertas que peticiones terapéuticas centralizadas en el crecimiento personal.

Cíclico final con un mal cuerpo avasallador y demoledor con el que Villeneuve corona el gran trabajo narrativo de Guzikowski. Hugh Jackman puede- o no- morir tranquilo en esta gran actuación en la que acapara la atención y el ritmo. Obra cumbre del cine de nuestro tiempo.

El amigo Villeneuve, nos regala una película con buena trama y la adereza con todo tipo de cliché necesario para los amantes del género, entre los que me incluyo.
Si bien es cierto que su fotografía es muy buena y los actores están mas que correctos, es el desarrollo de la película el que hace que todo se desmorone en mi caso.

Impresionante, sensacional guión, tanto que cuando salgas del cine le seguirás dando vueltas a todo lo relatado para enlazar todas las piezas y no perderte nada de lo ocurrido; excelente engranaje final, culminación de un perfecto y notablemente acabado trabajo. Personajes con fuerza y vigor, perfectamente construidos y magníficamente desarrollados, tanto como los actores que los interpretan; es un gozo, placer ver actuar juntos -pero no revueltos- a Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, su confrontación y el camino que cada uno de ellos sigue, sus diferentes personalidades..., pocos "peros" -me atrevo a decir ninguno- para un argumento de intensidad a raudales, entregado de forma penetrante, gota a gota pero sin descanso alguno para, de forma constante construir un puzzle, laberinto -nunca mejor dicho- que te lleve a su estupenda resolución. Drama sobrecogedor, intensa y elaborada investigación, afinidad completa con todos los personajes y con todo lo sucedido, sufrimiento y angustia sin descanso, tensión, inquietud y nervios asegurados, argumento que te deja sin aliento ni respiración, buena dirección -discreta dada la magnitud de los demás elementos que intervienen-..., todo lo que quiera escribir se queda pobre, corto para una película completa, muy satisfactoria en su visionado, ávida, sugestiva y atractiva, valiente rompedora -dado lo que se suele ofrecer, últimamente, en las grandes pantallas-, candidata y segura ganadora de premio y, lo más importante, que no te deberías perder; por si sigues dudando..., no te la deberías perder!!!

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