Mr. Brooks

Costner es un empresario ricachón que tiene el mundo en sus pies, lo tiene todo en esta vida. Sin embargo, tiene un problema: William Hurt, quien es una parte de su mente que le hace sacar lo peor de sí mismo, su otro lado. Un lado que tiene una adicción, la de asesinar. Costner, Mr Brooks, es un asesino en serie.

La película comienza bien. El bueno de Kevin asesina a una pareja mientras fornicaba. A partir de este momento, se acaba el film. Todo lo que viene después es un cúmulo de insensateces. Aparece la hija de Kevin fugada de la universidad, la cuál parece ser una psicópata también (memorable escena “final”). Tenemos a un colgado mirón que presenció el asesinato de Mr. Brooks y ahora quiere colaborar con él. Está Demi Moore en el papel de policía hija de Rockefeller tratando de capturar al malo, y por último, un tal “Verdugo” que es una especie de asesino pero que no se muy bien que papel juega en esta película.

Lo dicho, a pesar de la brillantez del reparto, la película se queda en nada. Si el objetivo era enviar un mensaje y provocar una reflexión acerca de la violencia en nuestra sociedad a través de los distintos personajes, entonces no lo consigue. Si lo que quería, por el contrario, era meterse de lleno en la mente de un asesino, profundizar en ello, tampoco lo consigue, se queda a medias.

Lo único salvable, a parte de ver a Demi Moore en escena, que nunca está de más, el papel de William Hurt. De largo lo mejor del film. Sus conversaciones con Kevin, la representación de ese lado oscuro en la mente de un asesino, es interesante. Si la película hubiese tirado más por ahí, estaríamos hablando de algo muy diferente. Desaprovechada.

Personajes:

1. Un asesino en serie con vocación pedagógica que lleva durante sus andanzas criminales a una especie de becario al que le va enseñando los trucos del oficio.

2. El becario en cuestión. Un tipo que solicita los servicios como profesor y guía espiritual del serial killer para que le instruya en el difícil arte del asesinato.

3. Un alter ego del asesino que va también siempre con él durante sus sangrías (podemos comprobar que este asesino en serie está de lo más entretenido en sus correrías) y que es un auténtico coñazo. No para de hablar ni un momento, hasta el punto de que una no sabe cómo puede concentrarse el serial para ejecutar sus acciones. Llega un momento en el que consigue darnos hasta pena porque a nadie le gusta que en su trabajo haya alguien todo el día dándole la brasa, que si esto lo estás haciendo mal, que si piensa en aquello, que si qué vas a hacer luego. Tío, cállate, coññño, y déjame matar a la gente tranquilamente, joder.

4. Una policía multimillonaria heredera de un imperio financiero y empresarial que va apatrullando la ciudad en pos del criminal éste por amor al arte. Sí, no es coña, lo juro. El papel éste lo interpreta Demi Moore in person. Aparte de lo excéntrico de este comportamiento de currar por gusto, nos enteramos de que la policía se está divorciando de un chulazo con el que se casó y que pretende sacarle una nada despreciable cantidad. Esta trama paralela, que no tiene absolutamente nada que ver con la principal, la del serial, nos tiene entretenidos algo así como la mitad de la película, cosa muy de agradecer porque es el único rato en el que se mantiene callado el coñazo del alter ego.

5. La señora y la hija del asesino. A estas dos las meto en un mismo pack porque cada una por su lado tienen tan poca sustancia que sólo formando un conjunto, que podríamos llamar "The killer family", merece algo la pena mencionarlas.

Y con esto y un bizcocho se monta el tal Bruce A. Evans éste una paranoia de toma pan y moja y nos tiene más de dos horas viendo alucinados cómo este multitudinario grupito criminal se pasea por la ciudad eligiendo víctimas y diseñando estrategias, mientras nos desvelan los misterios de la profesión. Luego se mete una a ver la trayectoria de este director y comprueba que sólo ha hecho otra película, además de ésta. Hace nada más y nada menos que 20 años. Tal vez esta prolongada inactividad cinematográfica ayude a entender cómo ha podido perpetrar este delirante patatón

Mi título es bien tonto, sí. A juego con la peli.

Mr. Brooks es el hombre del año. Se llama Earl, pero no tiene gracia, ni karma. Es un asesino en serie. Su especialidad es cargarse a la gente durante el coito y luego juega con ellos al escondite inglés.
Lo que no se llega a saber muy bien es de dónde saca Mr. Brooks ese don para aparecerse a las personas justo mientras echan un kiki. Debe ser que lo huele. Qué tío más oportuno. Esta es una de las trescientas veinticuatro cosas que quedan sin argumentar en la película.

El pobre hombre no es que sea asesino, es que es adicto, y, además, bipolar. Siempre lleva pegado al culo a un pelmazo calvo que mira por encima del hombro todo lo que hace y no para de pegarle la chapa. Suficiente tiene el hombre con lo que tiene, no le juzguemos mal. Además, resulta, por lo visto, que su adicción es algo genético y, por tanto, transferible, como los ojos azules, la alopecia o la hemofilia. Como sabréis, las enfermedades genéticas se deben a que el progenitor tiene algún gen defectuoso… para mí que Mr. Brooks los tiene todos chungos. Los que escribieron el guión, debe ser que también.

-¡NIÑA! ¡¿Pero qué haces?! ¿Pero cómo se te ocurre hincarle las tijeras a papá? ¡Qué actitud más deplorable!
-Tú no le entiendes. Es que… ¡mi padre es Kevin Costner!
-¡Ah!.. bueno. Entonces sí.

Brooks es un adicto a la emoción, y matar le proporciona placer. Le gusta matar a semejantes, ya sean machos o hembras, o ambos.
Esta película es un poco engañosa, como Kevin Costner, que no sabes si está contento o está triste; si come o rumia, si espera o desespera, o como su personaje, el Sr Brooks, que no sabes si quiere morir o quiere matar. Vista por primera vez no pude comprenderla, pero vuelta a ver, brotaron sus cualidades, o sea, descubrí que lo que tiene esta película es una serie de variaciones simpáticas.
Primero que el Sr Brooks no es el siempre cansino asesino de serie, asquerosamente sanguinario, tipo Seven, obstinado y perfeccionista, que va de inteligente desafiando a todo quisqui, éste es un asesino particular que tiene su compañero, o amigo espiritual, o una especie de invisible Harvey, que también puede ser su misma conciencia que toma cuerpo, el caso es que dicho elemento está encarnado por William Hurt y es una excelente baza, muy original, y ya por eso merece la pena ver la película pues es como una conciencia bastante cachonda.
El asesino, además del "amigo" que nadie más que él ve, lleva al lado también un testigo indiscreto de sus crímenes que no hace otra cosa que tocarle los cataplines, y forman los tres colegas un conjunto muy atípico. Pero no se queda ahí el film porque al mismo tiempo Mr Brooks tiene un fondo familiar muy conseguido con una subtrama importante. Muy muy bien la mujer y papelón de la hija, que dicho sea de paso, ofrece su subtrama también, y muy interesante.
Luego existe la trama de la policía que sigue al asesino, que para eso están, y al frente de quien sigue sus pasos está la poli que interpreta la madurita Demi Moore, muy potente, que al mismo tiempo también tiene su subtrama a), y su subtrama b). El conjunto pues se puede resumir en que todas estas tramas y subtramas componen una película muy apañada, distraída, original, con una buena banda sonora y con el punto increíble exigido muy medido para ir a por ella. Mr. Costner, en su papel, es un adicto, y lo sabe.

Una historia bastante curiosa. Desde un primer momento no me esperaba mas que la típica historia del asesino en serie, al que le sigue un policía. Por lo que ver esta historia y comparándolo con lo que me esperaba, el resultado es bastante agradable. Disfruté viendo esta película, y sobre todo con la interpretación de Kevin Costner, muy buena.