Todo sobre mi madre

Personalísima y universal con los personajes del Amodóvar de siempre. La interpretación de Cecilia Roth es de óscar. Creo que con ella Almodóvar consiguió apartarse de la estética que tanto le caracteriza para profundizar en una historia con mayusculas. Creo que es una de sus mejores películas y que retrata todo ese universo almodovariano de papeles pintados de los años 50, travestis y marginación pero CON ALMA. Junto a Hable con ella y Volver, de lo mejor de su repertorio.

El submundo de los instintos almodovarianos está formado por ciertos aspetos clave que ayudan a comprender sus películas:

- El gusto por otorgar a los homosexuales, las prostitutas y los travelos el protagonismo dramático (también cómico) que la injusta sociedad les niega.
- El sexo por doquier, explícito y no explícito.
- El ataque continuo a la Iglesia católica, posiblemente fruto de una infancia marcada por la represión de la misma, en este caso un monja embarazada de un travesti (¿ataque con intención?)
- Muertes violentas y enfermedades terminales como el SIDA a granel en un mundo calamitoso y decadente.
- La amargura de la soledad, el maltrato y la incompresión hacia las mujeres.

Las pelis de Almodovar son un refrito de lo mismo, un refundido de los mismos temas repetido una y otra vez hasta la saciedad.
En Todo sobre mi madre, Almodovar pretende ser un Lorca moderno pero se queda en el camino con una cutre imitación cinematográfica, un teatro cabaretero y barato que sólo pretende hacer propaganda de la vieja literatura teatral española para el regocijo de los nuevos espectadores norteamericanos. A Almodovar hay que entenderlo para que te guste.

Sigo entendiéndolo... sigue sin atraerme.

Durante los diez primeros minutos, esperé, a ver si pasaba algo. Después pasaba algo, pero a media película comencé a preguntarme de dónde salía ese 7.1 en FA. Al acabar, lo mismo. Las primeras imágenes tan sólo consiguen causar indeferencia, las últimas, aunque haya alguna por el medio que se salve, también.

Almodóvar fue valiente al no cortarse un pelo para basar su historia en la vida de prostitutas, travestis, y lesbianas. En algunos casos, las tres cosas a la vez. Ésto puede hacer pensar al espectador que lo hizo por intentar un acercamiento al mundo marginal, por demostrarnos que las prostitutas, las yonquis, los travestis y las lesbianas, también tienen vidas duras y lo pasan mal. Lo que pasa es que a mí eso me parece más un burdo intento de dar el cante y de intentar dar algo de vidilla a una historia que no la tiene. Sí, es una historia muy triste sobre lo perra que es la vida y todas las vueltas que da, pero no es dura en absoluto porque uno necesita estar implicado en una historia para sufrirla. Y Almodóvar, que en ningún momento parece molestarse por un ritmo harto necesario, no consigue captar en mí el menor interés.

Si hay hilaridad por alguna parte, no se nota demasiado (alguna sonrisilla si que se escapa en algún momento). Los actores están decentes, aunque a veces los primeros planos les sienten mal. Y no sé dónde coño se meten las dotes de buen director que muestra Pedro en "Hable con ella". Visualmente, "Todo sobre mi madre" carece de fuerza o, por lo menos, un mínimo de calidad... un par de planos de postal de Barcelona, muchas habitaciones de colores horteras y cantosos y el primer plano de todos. El que abre el filme, que es, con diferencia, lo mejor de éste.

Porque en la vida hay muchas cosas por descubrir o, al menos, que conocer para entender, intento tirar abajo las puertas de cualquier prejuicio y esmerarme en verlo todo con mis propios ojos. Confieso que, por unas cosas u otras, no había logrado hasta el momento sentarme y ver con tranquilidad ninguna película de Pedro Almodóvar. En lo personal, así como en lo político (y no por sus ideas, ojo, sino por algunas ofensivas declaraciones), no es una persona que me desprenda demasiada simpatía. “Todo sobre mi madre” ha sido la primera obra que veo del manchego y tengo que confesar que su resultado me ha gustado mucho. Es una película que sabe combinar la tristeza de nuestras vidas con la simpatía con la que debemos contemplarlas.

Caracterizada por lo que llaman el universo ‘almodovariano’ (travestis, drogadictos, putas, minorías en general y marginados sociales en particular, personajes destrozados, etc.) relata de manera convincente y muy particular la desolación que padece una madre que ha perdido a su hijo y la posterior odisea que vive rodeada de viejas y nuevas personas que conoce, todas ellas con algún problema que las atormente. En general, la película es un desfile a través de multitud de sentimientos que buscan algo de esperanza en nuestro mundo maltrecho. Su banda sonora es fabulosa, la fotografía esconde agradables detalles y sus interpretaciones son muy esmeradas.

Sin duda Almodóvar conquistó al público mundial, Todo sobre mi madre abrió las puertas al director manchego, anteriormente sus Mujeres al borde…le dio fama, una fama de un director querido en el extranjero y mal visto en España, claro está, como siempre, nadie es profeta en su tierra.
Todo sobre mi madre es el sello del cine del director manchego, ese sello que tanto le caracteriza en el extranjero y que por eso es tan querido, al contrario que en España que siempre tiene que ir a empujones con todos.
Me encantó la primera vez que la vi además de hacerme reír y llorar, sin duda, Almodóvar escribe y dirige los melodramas como nadie, es capaz de hacerte enternecer y sacarte esa lágrima al igual que es capaz de hacerte reír con la cosa más absurda del mundo cotidiano.
Todo sobre mi madre diferencia el cine de Almodóvar anterior con las películas que le siguen a ésta, Todo sobre mi madre muestra la madurez en Almodóvar, un director que se ha construido él solito y eso se puede ver a lo largo de su trayectoria.
A Almodóvar siempre le han gustado esas “historias de amor” mezcladas con drogas, sexo y perversión, temática principal de sus primeras películas; ahora utiliza los mismos elementos que antes pero para profundizar en el alma de sus personajes, como es en Todo sobre mi madre.
El director de las “mujeres” se centra ahora en una historia principal y en otras secundarias, una mujer pierde a su hijo en un accidente y de ahí surgirán varios episodios en la vida de nuestra protagonista.
Almodóvar coge restos de historias de aquí y de allí, se basa en ello y le da el sello Almodóvar, a algunos quizás le parezca poco creativo o imaginativo pero así es él y en parte me gusta aunque se empieza a repetir.
Homenajeando a Bette Davis (mi gran actriz) y a Un tranvía llamado deseo, da a estos personajes de su película una pasión teatral, al límite, unos sentimientos extremos.
Todo sobre mi madre y All about Eva, evidente, una de mis películas preferidas y veo que también en Almodóvar, es la base de su título pero no de la historia, ésta está compuesta por un croquis de varias historias que entre sí hacen una buena película y una buena historia.
Con unas actrices increíbles he de decir que hasta la Pe está bien, una actriz que se ha convertido en la nueva musa de Almodóvar y en parte es una pena porque con esta actriz Almodóvar ha perdido la esencia de sus películas, actrices con carácter de hombres.
Con momentos de drama y de risa la historia fluye con un buen ritmo entre Madrid y Barcelona con un pequeño salto a Galicia.
Almodóvar muestra la realidad del día a día, de las gentes corrientes de España en un mundo muy surrealista, el mundo de Almodóvar.