Fargo

Recuerdo la primera vez que me hablaron de "Fargo", fue cuando tenía unos 16 años, la había visto una prima mía con la que me llevo desde pequeños, y porque somos coetáneos. Me dijo que era una película sin ningún sentido de un tipo que secuestraba a su mujer y no sé que pin pan, y que casi todos morían. Yo apenas retuve más que el argumento, el título se perdió en mi juvenil memoria. Dos años y medio más tarde, en casa de una amiga, la vi en su estante, y me acordé de la misma, así como un conocido rapero que me dijo que me la viese, ya que la incluía en una canción sobre películas que le gustaban y que no estaba nada mal. Mi amiga me la dejó, y entonces me fasciné. Caí en la trampa del : "Basada en hechos reales" Cual primerizo.

La película me impactó mucho, y hubo momentos en los que me tuve que tapar la boca del asombro y del horror, no hacía más que pensar: "Joder, joder, y esto... ¡Pasó de verdad! ¡Joder!". La peli me gustó muchísimo y entonces me empecé a interesar mucho más por el cine de los Coen. Ya había perdido mi virginidad coeniana con "Muerte entre las flores", la cual me dejó fascinado y atolondrado al mismo tiempo. Más tarde "El Gran Lebowski" me hizo ver que las comedias pueden ser realmente entretenidas, y que también pueden incluir armas (yupi!). Ah y que Jeff Bridges y John Goodman, son uno de los duetos interpretativos más cojonudos en años en pantalla, solo a lo mejor alcanzados por Val Kilmer y Robert Downey Jr. en "Kiss Kiss Bang Bang" de Shane Black.

Pero sin desviarme del tema, éste año vi la miniserie de TV, de FX. Y me volvió a picar el gusanillo, tanto por la miniserie como el cine de los Coen. En cuanto tuve oportunidad me pillé "Fargo" de segunda mano a 4 $ (Yuros), y fue ponérmela en casa y volver a disfrutar. Había muchas escenas que había olvidado, y a parte me la puse en versión original (obviando el horrible doblaje de alguno de los personajes, del que tanto se quejan algunos de los que han dejado sus críticas: tampoco es para tanto) y en versión original gana sobre todo por el acento de paletos que tienen muchos de sus personajes, especialmente Frances McDormand, la cual está espléndida. Y sorprendentemente me reí más que la primera vez que la vi, y también me llevé las manos a la boca en momentos que no me habían causado ése horror la última vez, la vi más desde la perspectiva de la comedia negra, la cual es un 50% más un 50% de buen thriller. A parte, ya me sabía el truco (comento en spoiler). Toda una joya de los 90.

Jerry Lundegaard (William H. Macy) necesita dinero para invertir en un negocio, su modesto trabajo apenas le alcanza, su suegro Wade (Harve Presnell) es un viejo millonario pero con el que no tiene una relación muy cordial, lo humilla reiteradamente siendo un tipo áspero, tan solo vela por su hija Jean Lundegaard (Kristin Rudrüd) y su nieto Scotty (Tony Denman).

Ante ejemplar panorama, Jerry recurre a Carl (Steve Buscemi) y Gaear (Peter Stormare), un par de criminales que no se llevan muy bien, esto para que secuestren a su esposa y dividirse el dinero del rescate (pagado evidentemente por Wade), esto para realizar su sueño de forjar su propio negocio. Hasta ahí un plan que pareciera sencillo, sin mayor dificultad y bien calculado, sin embargo, es claro que siempre hay un abismo entre lo que se piensa y como se hace.

En este caso, que por cierto se trata de hechos reales, el plan sale hecho un desastre y mucho más. Fargo fue el sexto largometraje de los hermanos Coen, sin duda en un momento donde se encontraban totalmente consolidados, un estilo más que evidente y marcado, situaciones irónicas, humor tosco y negro, violencia no gratuita y un apropiamiento del contexto donde se desarrolla preciso, en este caso, la ruralidad y el paisaje de enorme blancura de interminable nieve.

Al ver la película nos damos cuenta de lo ingeniosos y chispeantes que son estos tipos, muestra del enorme talento, basta con apreciar como logran en apenas poco más de hora y media definir a cada uno de los personajes en cuestión, por lo cual ofrecen un panorama exquisito de la función que cada uno cumplirá en el film. Un pequeño desencadenante, situaciones atípicas, eventos desaforados, reírse de la desgracia ajena, una pequeña gran joya.

Inquietante thriller policial con lo mejor del cine de los Coen y con un reparto estelar. Un asesinato en mitad de la nada pone a la policía a dar vueltas en torno a un crimen sin resolver. Las pistas son pocas y el misterio está en el aire. Nada es lo que parece en la América profunda: la nieve oculta las huellas y el humo de las pistolas parece anunciar nuevos asesinatos. La verdad es que la ambientación es de diez y los actores protagonistas trabajan escandalosamente bien. La atmósfera es inquietante sin nada que lo remedie pero aún así el film no alcanza la perfección. Es un poco plomizo y anodino y algunas situaciones resultan poco creíbles; parece que se han esforzado más en crear una atmósfera que en contar una historia y esto se nota. Por eso mi valoración no puede ser superior al siete. La narración es poco ágil y todo se reduce a una portentosa estética y a unas notables actuaciones; por lo demás, no anda muy lejos de un episodio de Twin Peaks.

...donde el frío y la oscuridad lo cubren todo, tuvieron lugar unos espantosos hechos que nadie sería capaz de creer o de intentar explicar. Hechos que no hacen sino revelar lo más asqueroso y malsano de la condición humana...

Según afirmaron Joel y Ethan Coen por primera vez, estos acontecimientos tendrían lugar alrededor de los años '80 en la peculiar Minnesota, lugar donde nacieron y se criaron, aunque sólo mantuvieron lo básico de los crímenes, creando a su antojo a los personajes e imaginando el desarrollo de los extraños sucesos; estas declaraciones sufrirían innumerables cambios con el paso del tiempo, e incluso podemos encontrar entrevistas actuales con los cineastas sobre la veracidad de lo ocurrido declarando éstos que todo se trataba de pura invención...
Sean o no verdad los hechos descritos, los hermanos deseaban confeccionar una historia centrada en su ciudad natal y sus alrededores retornando al "thriller" criminal con el cual se habían iniciado en la industria y del que parecían haberse apartado progresivamente. También se trataba de un ejercicio reparador que subvertía los códigos en los que la pareja se apoyó para su obra anterior, "El Gran Salto", esto es: la utilización de un abultado presupuesto, grandes escenarios y efectos visuales; obra que, por desgracia, terminó siendo un sonoro fracaso de cara a la taquilla. En esta ocasión todo se reduce (escenario, reparto, efectos) buscando el impacto del público por la simpleza y el minimalismo.

"Fargo" se inicia en un escenario de oscuridad y nieve perpetua que se mantendrá durante todo el metraje, y en el lugar de mismo nombre cuando un tipo sin mucha sangre llamado Jerry contrata a dos criminales de poca monta para un plan incomprensible: organizar el secuestro de su esposa Jean y hacer que el padre de ésta pague el rescate; sólo con mirar a Jerry a los ojos uno se percata de que es un fracasado en busca de dinero sin importar las consecuencias. Así, desde el principio, los Coen se centran en la catadura repulsiva y aborrecible de los personajes, esencial para entender sus viles y retorcidos actos.
La serenidad del medio-Oeste americano se escora del lado de lo espantoso y los cineastas siguen defendiendo la ironía del destino y esa ley mística que dice que si algo puede ir mal seguramente irá mal. Carl y Gaear tienen a la esposa de Jerry y todos parecen percibir el olor del dinero, pero nada es lo que parece y las circunstancias se tuercen hasta tal punto que únicamente se puede esperar lo peor...y, en efecto, será la violencia la que haga su entrada repentina transformándose en maestra de ceremonias y la que, a raíz de un fatal encuentro fortuito en una carretera solitaria, guíe las interacciones entre los implicados.

Todos ellos masculinos, que a cada paso irán mostrando una acusada tendencia a la estupidez y la elección de la mala suerte; entre medias, una policía sosegada y la mar de astuta que se ha de encargar del caso, único individuo con algo de sentido común e inteligencia para quien la espiral de violencia y muerte desatada sólo será un suceso más en su apacible vida, separada totalmente de los terribles encajes de su profesión. Los Coen filman el devenir a partir de una técnica metódica, rígida y tan fría como el escenario donde éstos se suceden y como los personajes que lo pueblan; sin embargo, esta apuesta por un estilo y forma convencionales reforzará aún más la extrañeza inherente a la atmósfera del film.
Atmósfera gélida cuya frialdad puede sentirse en las venas y que se volverá tanto más insensible, amoral e implacable con el avanzar de los desafortunados eventos, en los que la hipocresía, las apariencias y el cinismo brota del carácter de cada personaje como los chorros de sangre brotan de las heridas para mezclarse con la blanca nieve, creándose un interesante contraste entre lo bello y lo nauseabundo. La luminosidad de "El Gran Salto" es otra vez reemplazada por la espesa negrura y la fealdad de la condición humana, pero filtrándose entre estos pliegues la tácita existencia de un humor corrosivo como un ácido, el cual acentúa lo horripilante cuando decida hacer acto de presencia en la película.

Se siguen los códigos más clásicos del "noir", se recuerda desde la lejanía, el aprendizaje y la madurez la estructura de "Sangre Fácil", se desnuda todo rastro de experimentación visual así como de esperanza, piedad y compasión y se deja al film y a los protagonistas avanzar de manera natural, conforme a los despiadados e irreverentes giros del destino hasta un último tramo absolutamente demencial; todo ello rematado con esa pregunta sin contestación articulada por Marge que viene a reflejar lo ininteligible de los nauseabundos actos a los que hemos asistido: "¿Y todo por qué...por un poco de dinero?".
Frances McDormand vuelve con los Coen en una de sus actuaciones más comedidas y no así geniales, por la que ganaría el Oscar, seguida de esa extraña e impagable pareja de malhechores formada por Peter Stormare y Steve Buscemi y unos Harve Presnell y William H. Macy desquiciantes como poco, maravilloso plantel en el que todos y ninguno llevan el peso de la película, arropados por la espesa música de Carter Burwell y la difusa y suave fotografía de Roger Deakins.

En su sosiego, sencillez y aparente calma exterior, "Fargo" guarda un torrente de violencia e inquietud en sus podridas entrañas que desea emerger brutal y ruidosamente. Poco importa si está o no basada en hechos reales, pues la sensación que le queda al espectador tras su exposición es de impacto y perturbación.
Los Coen firman una de las obras más desasosegantes y negras de su carrera (y de los '90), casi más que "Sangre Fácil" y sin distanciarse de la posterior "No es País para Viejos". Significaría además una doble satisfacción, a nivel artístico y a nivel comercial, siguiendo a la gran recaudación en taquilla una nominación a la Palma de Oro en Cannes.

Rozando más nota, me decanto por un 7 única y exclusivamente porque con el paso de los años se han dedicado a explotar y re-explotar la fórmula. Esa comedia ácida que muchas veces roza el humor negro, esos contrastes tan marcados y esos personajes tan especialitos los hemos visto un millón de veces.

Aunque no como en Fargo.

Porque Fargo es ante todo una película muy sincera. Es una película que he visto en 2017 por primera vez -así me va-, cuando ya he visto un montón de películas de los Coen. Películas que en su mayoría me han parecido un tanto forzadas, buscando esa naturalidad y ese humor tan concreto con el que comulgo mucho, pero a la vez se envenena cuando lo fuerzas tanto. Fargo es otra historia, porque Fargo destila toda esa naturalidad. Las actuaciones sin duda tienen mucho que ver, pero los Coen haciendo una película tan entretenida son los principales culpables.

Y es que los Coen son capaces de convertir una historia que sobre el papel me parecía bastante aburrida en una película tremendamente interesante. Una gran estafa donde el espectador se siente de todo menos engañado.