Blue Jasmine

La verdad es que estos últimos meses han sido los que han despertado mi interés por el cine de Woody Allen, con esta llevo ya 9 películas suyas y con la meta de completar su extensa filmografía he visto esta con buenas expectativas debido a los premios y críticas profesionales y la verdad es que las ha cubrido y la considero de las mejores de Allen que he visto. Mucho talento, drama y humor en un guión realmente ingenioso con un alucinante montaje.
Cate Blanchett es el alma de la película dejando claro para quien iba el oscar sino, realizando un papel complejo que absorbe tanto humor por su carácter como drama por como hace el montaje que influyan los sentimientos suyos en el espectador. Allen consigue empatizar con el espectador y transmite mucho durante su compleja trama. Unos secundarios lujosos también dotan a la cinta de personalidad con sus estupendas subtramas en algunos casos y el montaje hace que la cinta coja fuerza e interés desde el principio que sin necesidad de poner fechas te sitúas en el pasado y el presente constantemente.
Sally Hawkins, Alec Baldwin, Bobby Cannavale y Peter Sarsgaard lo hacen genial y ninguno sobra acompañando bien los minutos que le toca a cada uno. Además de que la ambientación, banda sonora y dialogos siempre se agradecen ver el tono de Allen presente como de costumbre. Quizás la única pega que le pueda localizar a la cinta es que la parte flashback como consideraría yo o pasado, si la considero un poco sosa y vacía, demasiado típica y evidente debido al montaje que está justificada en ese sentido, pero es que el tema del hijo y del marido ya ha sido visto en varias ocasiones y no me llegó a entusiasmar. Destacar un complejo e imprevisible final que resuelve todas las preguntas o dudas que surjan a lo largo de la proyección. Una cinta estupenda y recomendable para todo fan de Woody y para el que ama el cine en general que no le decepcionará en absoluto. Notable.

Parece que en los últimos tiempos Woody Allen se ha especializado en retratar los entresijos de la alta sociedad. Después de su periplo por algunas ciudades europeas (Londres, París, Barcelona...), Allen vuelve a Nueva York, concretamente, a la quinta avenida, para contar la historia de Jasmine (Cate Blanchett), una mujer rica cuya vida se va al garete cuando se descubren los "chanchullos" de su marido (Alec Baldwin). Sin tiempo para lamentarse, Jasmine se traslada a San Francisco para vivir con su hermana Ginger (Sally Hawkins), una cajera de supermercado, madre de dos hijos y recientemente divorciada.

La gran baza de esta película es poder contar con una actriz descomunal que irradia la fuerza necesaria como para cargar con todo el peso. Cate Blanchett y su Jasmine, por momentos, intensa, cansina, sobreactuada y desesquilibrada consiguen que no nos fijemos demasiado en un argumento, no muy original aunque bastante entretenido, que dista considerablemente de las mejores películas de Woody Allen. Tampoco sería justo olvidarse del gran trabajo de Sally Hawkins, co-protagonista y preciso acompañamiento a la interpretación de Blanchett. Una mujer que vive una vida más mundana, pero no por ello tiene menos pajaritos en la cabeza que su hermana.

El resultado es una película que ni aburre ni molesta. Glamourosa y realista. Un poco previsible pero no por ello menos interesante o entretenida. Un poco alejada de los mejores trabajos de Woody Allen, pero recomenable.

Hay que valorar que cada año tengamos la oportunidad de ver un nuevo film de uno de los pocos genios de la Historia del Cine: el director, guionista y actor Woody Allen. Después de su ruta europea algo irregular (pero hay que decir que en cada uno de sus films hay algún personaje o diálogo característico de su estilo), el realizador vuelve a Estados Unidos, pero no sitúa la acción central en Nueva York, sino en San Francisco. Y sorprende con este drama combinado con humor (como pasa en la vida misma a veces), amargo, pesimista, que parece que se volverá en comedia romántica, pero que deja un poso triste.
El personaje principal es Jasmine, que desde su incierto presente, vive en su pomposo pero falso y vacío pasado que se nos presenta en flashbacks para conocerlo mejor. Su trayectoria es paralela y en momentos confluye con la de su hermana, su contrapunto perfecto. Estos dos retratos son complejos y nos dejan un mal sabor de boca, uno por su intento de volver a vivir de alguna manera su pasado, y el otro por llevar una vida de conformidad. De alguna manera, el film es parecido al estrenado hace pocas semanas "Tots volem el millor per a ella" de Mar Coll, ya que describe a dos mujeres que no aceptan la realidad y están excelentemente protagonizadas. El que nos ocupa está muy bien interpretado por las actrices: Cate Blanchett no había trabajado antes con Allen, realiza un recital donde sobre todo en sus primeros planos caben muchos matices y hace que la película sea mejor de lo que es, no podiendo apartar la vista de ella. Está muy bien acompañada por Sally Hawkins, que ya actuó antes para el director, con una manera de hablar conseguida, y el resto del reparto es atractivo como acostumbra a ser en la filmografía alleniana, contando esta vez con Alec Baldwin, Peter Sarsgaard o Bobby Cannavale.
Además, el montaje es notable, por lo que en muchos aspectos estamos ante una de las mejores películas recientes del maestro, a la altura de "Match Point", "Midnight in Paris", o incluso en la más lejana "Delitos y faltas". Su recibimiento en taquilla no ha podido ser mejor en USA y espero que obtenga reconocimiento en premios el trabajo de Cate Blanchett (ya está como favorita en los Oscar), Sally Hawkins o el guión.

El maestro ha vuelto a hacerlo. A los 78 años Woody tiene muy claro de lo que está hablando. El amor, la muerte, la soledad. Todo ello agitado con humor. Un cocktail que con sus correspondiente altibajos lleva funcionando en la friolera de 45 películas en 48 años. Todo un récord para alguien que no se consideraba capacitado para la dirección y que ya no puede vivir sin hacerlo.
Aquí la formula se ofrece más amarga, aderezada con una estupenda fotografía de otro maestro, el español Aguirresarobe. Y por supuesto una inmensa Cate Blanchet a la que se lo ha puesto a huevo el impecable guión de Allen que revisita los clásicos ("Un tranvía llamado deseo" / Elia Kazan /1951). Curioso la similitud del apellido del personaje protagonista, Blanche)
Todo esta inventado pero como dijo el gran escultor Rodin: "Yo no invento nada, redescubro".
Aunque algunos momentos estén algo forzados y la subtrama del novio de la hermana podría haberse recortado, la disección que abre las tripas al desamor, al engaño, a las diferencias sociales, al egoísmo, a la huida desesperada ante la soledad, a no poder volver atrás en la vida, a la locura de no ser amado, es tan sutil como brutal el resultado.
Impagable escena final. El maestro ha vuelto a hacerlo.

Los dos están de Óscar en esta peli. Cate Blanchet interpreta a una neurótica de libro, y resulta muy creíble. Y Woody Allen vuelve a escribir y dirigir una historia de esas que le gustan tanto: celos, envidias y peces fuera del agua. Una de sus mejores películas, sin duda.