Blue Jasmine

En mi opinión es una película entretenida para ver en casa. Lo que más me ha gustado es la interpretación de la protagonista. Creo que está muy bien dirigida y los giros al pasado están bien llevados, no resulta caótica, y está bien estructurada. De otra forma, la historia tampoco es nada del otro mundo, pero los aspectos anteriores la enriquecen.

Es ésta una película curiosa del director norteamericano, porque cogiendo lo peor de su cine reciente, es decir, sus tramas más endebles, (en este caso, una joven rica, hermana de otra pobre, con todos los tópicos de clase), la eleva en una subtrama narrativa con múltiples aristas; de esta manera, lo que podía haber sido fácil, lo convierte, sino en memorable, sí en algo mucho más que un entretenimiento olvidable. No es una de las mejores películas del genio, aunque sí una de sus mejores últimas películas (que tampoco es mucho decir), pero guarda, una interpretación prodigiosa de Cate Blanchett y una historia amarga y lúcida.

Con Blue Jasmine, Woody Allen retoma sus altos vuelos.

Jasmine French (Cate Blanchett), era una dama de sociedad en NY, pero todo se derrumbó en su vida. Su marido Hal (Alec Baldwin) hizo fortuna engañando y estafando, y a Jasmine no le queda más opción que viajar a San Francisco a empezar desde cero, apoyándose en su hermana Ginger (Sally Hawkins) con quien tiene una relación compleja.

Después de sus variadas experiencias en Europa, Allen regresa a EEU y desembarca en San Francisco, y un tanto a NY también, ya que mientras vemos a Jasmine padeciendo su nueva realidad, a través de flashbacks conocemos como era su vida antes del desastre, su relación con su marido, su estilo de vida y todo eso que ahora echa tanto de menos.

Jasmine está perdida, debe trabajar en un consultorio dental y estudiar computación, sobrellevar a los sobrinos ruidosos y al novio y amigos de su hermana, a quienes ella desdeña, siempre añorando lo que fue y no será más, o alguna oportunidad que la regrese a su vida anterior.

Allen consigue una película redonda, las idas y vueltas en el tiempo se justifican para así ir comprendiendo lo que está por suceder, no es sólo un capricho o trampa en el guión. Con algunos guiños a Un tranvía llamado deseo, logra un gran drama con comedia, o una comedia dramática, dosis de ironía agridulce, tragedia incómoda, y todo recae en la figura de Cate Blanchett, una de las actrices más completas en la actualidad.

Blanchett borda a la perfección su papel, es capaz de transmitir tanto desde la locura verborrágica como en silencios lapidarios. Soberbia en todo momento, quedamos a la espera de nuevas colaboraciones entre ellos.

Un brillante e hiriente guión de Allen cual pista de hielo donde se exhibe Cate Blanchett en una interpretación que marcará época. Y no solo ella, unos secundarios que permiten hacer de esta cinta una de los mejores retratos de personajes clichés que nunca he disfrutado tanto.

Tenemos a la neurótica, al estafador, al machista, al político florero, a la hermana insustancial, al hijo resentido, etc

De lo mejor de su autor. A la altura de Match Point.

Woody Allen cumple su cita anual con su público en las salas de proyección. "Un tranvía llamado deseo" encuentra una nueva re-versión del mito, actualizada al contexto de la crisis y con una Cate Blanchett muy cómoda con un rol muy exigente. La actriz saca partido de un verdadero reto y firma, bajo mi modesto criterio, una excelente interpretación, a las órdenes de uno de los artesanos más indicados para sacar su potencial.

"Blue Jasmine" no es la pieza más original de su creador, pero parece haber pasado excesivamente inadvertida para la crítica. Una historia bien construida, una gran intérprete para el juego, amparada en excelentes secundarios (especial mención de Alec Baldwin) y un ritmo narrativo que se deja ver y tiene algún giro meritorio.

Como en los mejores momentos de Berlanga, uno sabe que el creador de este universo de ficción tiene una clara visualización de las miserias de sus personajes, egoísmos, debilidades, traiciones, canalladas... No obstante, los quiere de igual forma y los muestra sin tapujos, aunque con una dosis razonable y meritoria de piedad de la buena.

Blues Jasmine es un retrato costumbrista del viejo saxofonista, quien mantiene la misma melodía de toda la vida. Nosotros, como público, parecemos menos propensos a la sorpresa. En realidad, esa magia ya es imposible de hallar. No puede ser como la primera vez que la escuchamos.

De cualquier modo, al veterano músico le quedan recursos, oficio y talento... Eso hará que, año tras año, sigamos acudiendo, fieles y puntuales, a nuestra cita.