En el corazón del mar

Siempre me llamó la atención esta película no solo por el reparto sino por lo que cuenta. Porque la historia de Moby Dick ya fue contada muchas veces pero no la historia real de la que se inspiró que es la que cuenta Ron Howard en esta película. Hace dos años Howard me sorprendió con Rush, una película de automovilismo donde contrastaba dos personalidades del mundo de la fórmula uno donde los dos protagonistas dejaban interpretaciones para recordar. Siempre me ha gustado Ron Howard aunque me aburriese en varios compases del Código Da Vinci sabe mantenerme en tensión y sobretodo escoger buenas composiciones para darle la épica suficiente a cada historia que narra. Lo bueno de la cinta es que no es la historia de un cachalote y los cazadores, eso es solo una parte del mensaje que quiere transmitir, el dilema entre la legalidad y la conciencia. Hemsworth logra su segundo mejor papel tras interpretar a James Hunt en Rush cambiando físicamente para escenas realmente conmovedoras al igual que el joven Tom Holland quien ya hace sus pinitos antes de enfrascarse como Spiderman en un tiempo. Ambos transmiten el sufrimiento que sienten en varios momentos que son muchos ya sea la fallida caza del cachalote o la escasez de suministro como las muertes que les pueden rodear y actos que tienen que asumir para sobrevivir. Una película sobre la supervivencia bien dirigida y emotiva por momentos, solventada por una interesante fotografía con muchos primeros planos de objetos clave que acontecen en cada escena. Howard con mucho pulso nos pone en tensión en una aventura marítima correcta y muy entretenida, emocionante por momentos pero carente de sorpresa por culpa de la narración de uno de los supervivientes del Essex al escritor Herman Melville que es lo que de manera comercial nos meten por los ojos para enlazar con Moby Dick y pueda vender más entradas pero eso solo hace extender el metraje y arruinar las sorpresas y la imprevisibilidad de la trama. Una lástima en ese aspecto aunque la película está muy lograda y es algo más que una aventura marítima como lo es cierta parte de Invencible de Angelina Jolie. Solapa escenas parecidas pero con mayor carga emocional sobretodo en el tramo final donde la conciencia y la verdad entran en juego. Infravalorada en cierto sentido aunque sin ser una maravilla que tampoco lo esperaba. Al menos no resulta decepcionante ni carente de emoción como la última entrega de Piratas del Caribe como cine reciente de aventuras marítimas. Buena.

Este fin de semana he ido al cine (y ya van 21 este año) y he visto "En el corazón del mar", última película de Chris Hemsworth como protagonista. Aquí mi pequeña crítica:

Puerto de Nantuckett (Massachussets) Invierno de 1820. El ballenero "Essex" se dispone a zarpar desde el puerto en busca de ballenas de las que extraer su preciado aceite, y poder utilizarlo para iluminar las calles de
la ciudad. De este modo, la tripulación del barco con su capitán y el segundo de a bordo, Owen Chase, (Chris Hemsworth) se adentra en el mar con el objetivo de dar caza a estos enormes animales. Pero esa caza se convertirá en una lucha por la supervivencia cuando se topen, frente a frente con un descomunal cetáceo que tratará, por todos los medios, de destruirles.

Mucho tiempo ha tardado en ver la luz este proyecto dirigido por Ron Howard y protagonizado por Chris Hemsworth y Tom Holland (el niño de "Lo imposible") desde que se planeó su rodaje (de hecho, la productora retrasó su estreno de Marzo a Diciembre de 2015 ¿quizá para buscar una época de estrenos mas propicia para este tipo de película?) Se nota que el tiempo que la cinta ha pasado "en la nevera" le ha servido para beneficiarse de los últimos avances en efectos especiales de la industria. Todo un acierto.

Por otro lado, tenemos la historia en sí. El guión escrito a seis manos, posee el suficiente dinamismo y soltura para que el espectador no se pierda en una trama que da lo que promete en cuanto a espectacularidad como simple blockbuster navideño. Pero esta, no una simple película para disfrutar por el hecho de ver enfrentado al hombre contra la naturaleza, esta cinta va mas allá haciendo que el espectador reflexione, entre otras cosas, sobre el origen de nuestros miedos y los limites de la cordura y la resistencia humana. ¿Hasta donde somos capaces de llegar por sobrevivir? Es, en definitiva, un guión férreo donde prima la historia de los personajes por encima de la espectacularidad de las imágenes.

En cuanto al apartado interpretativo, destaca un Chris Hemsworth que carga con el peso de la cinta e interpreta con solvencia a un segundo de a bordo que se verá superado por la situación que les tocará vivir. Su personaje evoluciona de una manera creíble a lo largo de la cinta, desde su superioridad inicial hasta darse cuenta de que cuando el hombre lucha contra la naturaleza, no es mas que un ser insignificante.

También está en el reparto Tom Holland, aquel niño que será siempre recordado por su interpretación en la película de desastres mas exitosa del cine español. En esta ocasión, el joven actor da vida a un joven grumete, temeroso de la situación que le ha tocado vivir, pero que encontrará el valor y la fortaleza necesarias para hacer frente a una situación imposible (guiño)

Por último, solo queda mencionar una banda sonora compuesta por el músico español Roque Baños que demuestra que está a la altura de los grandes compositores de la industria. Grandiosa y bella en su ejecución cuando la historia lo requiere.

Esta es, en definitiva una gran opción para ver en el cine (cuanto mas grande sea la pantalla, mejor) que da bastante mas de lo esperado y que me atrevería a pronosticar como uno de los últimos éxitos del año que está a punto de acabar.

9/10

Si bien me parece un peldaño por debajo de Rush creo que no me equivoco al decir que esta podría haber sido una sosísima película si no llega a ser dirigida con oficio y buen gusto por el irregular Ron Howard, que lo mismo te vale para un roto que para un descosido.

Claramente esto es lo que más me ha gustado, sobre todo en su primera parte, la parte más vistosa, la de aventuras en la mar contada a buen ritmo donde se impone el saber hacer de Howard.

Muy entretenida cinta de aventuras que como ya todos sabemos inspiro el relato de Moby Dick, aceptables actuaciones y buenos efectos visuales que te amenizaran un par de horitas libres que tengas por ahí.

_LO QUE MOLA: Dirección de Howard. La primera hora de película.
_LO QUE NO MOLA: El último tramo decae.

La creación de "Moby Dick" bien planteada por Ron Howard, que ha rodado una estupenda película de aventuras con todo el aroma que rebosaban los clásicos del género de antaño aprovechando la tecnología presente. No es ni el trabajo más conseguido del realizador ni la mayor aventura jamás rodada, aún así, tiene grandes rasgos que hacen si visión muy recomendada para todo aquel amante del cine de aventuras.
La narración en flashbacks de un gran Brendan Gleeson sirve de contrapunto perfecto para alejarnos de la claustrofobia que provoca el mar y adentrarnos en la psicología del personaje. Quizá en ese aspecto se olvida en algo de retratar más conflictos en la piel de Ben Whishaw como el autor Herman Melville.
Chris Hemsworth está demostrando una gran presencia en pantalla más allá de su físico imponente.

Asocio a Ron Howard con un concreto tipo de cine que visionaba en mi infancia y juventud, el de aquellas películas desenfadas y con buenas dosis de fantasía, comicidad y aventuras. Aunque empezó su carrera profesional como actor de televisión, ha sido desempeñando su faceta de director como ha alcanzado la fama y el reconocimiento a su trabajo. Títulos como “Un, dos, tres… Splash”, Cocoon”, “Willow” o “Detrás de la noticia” configuran en gran medida el espíritu cinematográfico de los años ochenta y principios de los noventa. Se trataba de cintas que no recibían premios ni críticas especialmente favorables pero que, por contra, conectaban con un amplio sector del público que, con el paso del tiempo, las sigue recordando con un punto de nostalgia.
A mi juicio, su filmografía ha ido madurando, lo que le ha hecho perder parcialmente su frescura y descaro iniciales. Sin embargo, es en esta etapa más reciente cuando ha firmado sus mejores obras, como “Una mente maravillosa” (que le reportó dos Oscar), “Apolo 13” o “El desafío: Frost contra Nixon”, que prueban su evolución y su progreso. Es verdad que ha dejado por el camino otros proyectos decepcionantes pero, aun así, no puedo evitar mi simpatía por el realizador estadounidense.
Ahora presenta el largometraje “En el corazón del mar” que, aunque se esté relacionando publicitariamente con “Moby Dick”, apenas tiene que ver con el film de John Huston de 1956, protagonizado por Gregory Peck. Narra los avatares de la tripulación del navío Essex, que a principios del siglo XIX sobrevivió en alta mar en durísimas condiciones de vida, después de que el barco se topase con una enorme ballena blanca. El oficial de mayor rango, obsesionado con dar caza al animal, se enfrentó a toda clase de calamidades y arrastró a sus marineros en una cruzada más allá de lo humanamente soportable. Estos hechos, presentados como reales, inspiraron posteriormente a Herman Melville el argumento de su éxito literario “Moby Dick”.
Se trata de una correcta película de aventuras, que destaca sobremanera en los aspectos técnicos y en la impecable realización. Rodada en las islas canarias de La Gomera y Lanzarote, cuenta con una sobresaliente fotografía que le dota de una poderosa atracción visual. Es, en definitiva, una especie de homenaje al género clásico de aventuras, pero recurriendo a los increíbles avances de efectos especiales del siglo XXI. Los niveles de intensidad y emoción son adecuados para el relato, de modo que agradará a los aficionados a este tipo de cine. Tal vez el aspecto más endeble radique en el perfil secundario de los personajes, excesivamente desaprovechados en comparación con la majestuosidad épica de la narración. En ocasiones se pone de manifiesto la tendencia a avasallar los sentidos del espectador a través de una avalancha de imágenes impactantes, pero dejando a los protagonistas en un segundo plano. No obstante, no cabe reproche alguno a los actores sino, en su caso, a un fallo en el enfoque del guion.
Encabeza el reparto Chris Hemsworth, cuyo notable trabajo físico supera al de sus anteriores actuaciones. Demuestra su capacidad para no limitarse a abordar papeles tan encorsetados como el de “Thor”. Le acompañan el todavía incipiente, aunque interesante, Tom Holland, que afronta su tercera actuación en la gran pantalla tras debutar en “Lo imposible”, y el eficaz Cilian Murphy, extraordinario intérprete que ha demostrado de sobra su talento en “Cold Mountain”, “El viento que agita la cebada” o “Desayuno en Plutón”, y que atesora en su currículum obras de culto como “Batman Begins”, “La joven de la perla” u “Origen”.
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