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Hijos del Tercer Reich (Miniserie de TV)

Serie de TV. Bélico. Drama Miniserie de TV (2013). 3 episodios. Calificada como la "Hermanos de sangre" alemana. Berlín, verano de 1941. En plena guerra, cinco jóvenes amigos alemanes se reúnen para despedirse antes de marcharse a sus respectivos destinos: dos hermanos, Wilhelm (Volker Bruch) y Friedhelm (Tom Schilling), partirán al frente del este. Charlotte 'Charly' (Miriam Stein), enamorada de Wilhelm, desea también servir a su patria como enfermera en el ... [+]
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Críticas 58
Críticas ordenadas por utilidad
8 de julio de 2014
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los nazis perdieron, los malos perdieron y el mundo fue a mejor, o eso nos cuentan. Pero no hay tanta diferencia entre un soldado aliado y uno alemán. Ambos luchan, y matan, por una causa que muchas veces no entienden o comparten. Ambos cumplen órdenes de superiores que los ven como un elemento más en su tablero particular de ajedrez. Ambos sufren la agonía y la desesperación que trae la guerra. Ambos ven, impotentes, morir a sus compañeros. Pocas veces se ha narrado la guerra en toda su crudeza, pocas veces se ha humanizado tan bien a los hombres y mujeres que participan en ella. Pocas veces la resignación que hay en la derrota se ha contado tan exquisitamente. Pocas veces se ha relatado tan bien la pérdida de fe que los soldados enfrentan, ya no al ser derrotados, sino al descubrir que ya no hay esperanza, que han perdido y que aun así deben seguir luchando.

Derrota. No hay ganador en la guerra, solo alguien que ha sufrido menos. Solo derrota, no hay épica, no hay gloria. Sesenta años más tarde se narran las hazañas de los soldados americanos o soviéticos que tomaron tal o cual puesto de mando, que ganaron tal o cual batalla; pero ninguno salió indemne de estas acciones, y pocas veces se cuenta su vida una vez de vuelta en casa. Marcados de por vida, se refugian en el olvido que trae el tiempo, o la etiqueta de héroe que se les asigna, poco consuelo, pero cierto alivio al fin. Pero al soldado alemán se le ha negado la gloria, se le ha tachado de monstruo, y no se le permite olvidar. Ellos fueron, son y serán los infames pérfidos de las historias que queden por contar, los mayores enemigos de la humanidad.

Esta miniserie viene a "redimir" a los soldados alemanes. Viene a mostrarlos como seres humanos, como personas con sentimientos, como amigos, como hijos, como hermanos. Con cinco historias paralelas recorremos cuatro años de la Segunda Guerra Mundial. Con los hermanos Wilhelm vemos la crudeza del frente, y como la historia mil veces contadas con los americanos es igualmente válida en el otro bando. Con Greta vemos lo aislada de la guerra real que estuvo la sociedad alemana hasta cerca del final. Con Viktor se aborda la otra guerra, la guerra contra los civiles judíos, polacos, o en general no alemanes. Con Charlotte nos damos cuenta de que todo en la guerra son los soldados y los generales, hay mucho más detrás. Todos serán testigos de primer plano de la crudeza de la guerra, y es la evolución de estos personajes a lo largo de la serie lo que hace esta historia muy realista, y altamente recomendable.
Big Cuban
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25 de septiembre de 2013
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las críticas negativas y las positivas acompañan a la par a esta miniserie alemana. Si bien es cierto que pueda tener alguna incongruencia histórica, desde mi punto de vista es una fallo muy menor en la creatividad que se presenta. Muchos han criticado la humanización de los nazis en esta historia, y es verdad, se los humaniza, porque a fin de cuentas eran humanos. Esos muchos tienden a olvidar que, a pesar de las atrocidades que cometieron, eran humanos, y por desgracia no han sido los únicos que han cometido barbaridades semejantes. No estoy defendiendo a los nazis, ni mucho menos, pero he de admitir que da gusto ver un enfoque más humano de lo que en Alemania se vivió y la evolución de los que allí vivían. Estamos acostumbrados a seguir el dicho de la historia la escriben los vencedores. Conocemos la historia, si nos hemos esforzado en estudiar a todos los contendientes de la peor guerra de nuestra historia. Pero mi gran amor el cine tiene tendencia a olvidarse de plasmar a uno de ellos con otro enfoque diferente al de demonios no humanos. Podéis decir, hemos visto películas sobre Hitler, o sobre la plana mayor nazi... pero yo pregunto ¿cuantas has visto sobre ciudadanos alemanes, nazis o no, que traten este tema? Esta serie plantea una nueva visión, una visión que desde mi punto de vista era necesaria plasmar de una vez en el celuloide o la televisión. Por lo tanto, yo veo esa humanización, pero veo también otros enfoques de las mismas historias a las que estamos acostumbrados. Nuevos enfoques que nos ayudan a entender un poco mejor la sociedad alemana de la guerra y las relaciones que podían formarse durante la misma. Así, pese a hablar de ficción, la serie nos hace referencia a un término que cuando hablamos del bando perdedor, quizás por el miedo a admitir una terrible realidad que a todos acompaña, siempre olvidamos. Ese término no es personaje, es persona.
XBMediavilla
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20 de enero de 2020
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una entrevista a un superviviente del Holocausto, este decía que a él no le había pegado, humillado, robado y obligado a trabajar como esclavo un tal Adolf Hitler, el del bigote, sino que lo había hecho su vecino: el cartero, el abogado, el jardinero de su pueblo. A esta serie le pasa lo mismo que a los sociólogos del ejército americano cuando entrevistaron al pueblo alemán nada más ganar la guerra, nadie era un nazi (ver documental “En busca del pueblo de Hitler”), pero todos decian que Hitler fue un gran estadista, y los judíos y comunistas tenían la culpa de todo. De los cinco protagonistas de la serie, ninguno es nazi. Uno de ellos es judío y los otros son sus amigos, ¡en la Alemania de 1941! Como que los años (1935) de aplicación de las leyes raciales hubieran sido una broma y ninguno supiera que eran o significaban. Es como si ahora Hollywood hiciera una película sobre los años 30 en el sur profundo de USA que tratara sobre la vida de cinco amigos, cuatro blancos y uno negro. ¿Alguien se creería que eso pudiera haber sido real?.

Es un lavado de imagen de los alemanes que algunos se creerán, pero que muchos no nos tragamos. Lo que ocurrió en Alemania y Austria en la segunda guerra mundial se tiene que explicar detenidamente, después de la derrota y humillación de la primera guerra mundial, de la crisis del 29 que llevo al precipicio a las dos naciones, la gente siempre busca un salvador y un culpable. Lamentablemente el salvador en este caso fue Adolf Hilter y los culpables: los judíos y los comunistas. El que los protagonistas parece que no sepan nada de lo que pasa en su país, sean unos ingenuos y no sean nazis (cuando todo el mundo lo era y el que se opuso acabo en la carcel/campo de concentración o muerto), no se lo cree nadie. No digamos el que uno sea un judio. Para disimular un poco, hace que uno de sus protagonistas denuncie a un judío pero en seguida se arrepiente y sufre por ello, cuando la realidad es que miles de alemanes lo hicieron alegremente, sin ningún remordimiento. Eso por no hablar de los que se quedaron con los bienes y negocios de los judíos.

Otra de las polémicas ha sido la de los polacos antisemitas que aparecen en la serie, haberlos los hubo como también hubo batallones de voluntarios rusos que lucharon con los nazis, pero fueron una minoría. Ninguno de ellos fue director de ningún campo de la muerte, ni de ningún campo de trabajo, ni director de las cientos de fábricas que emplearon a los judíos como esclavos. El personal que acabo metiendo a los judíos en las cámaras de gas y quemándolos en los hornos era también judío, ¿Se puede decir entonces que fueron los propios judíos los que mataban a los judíos?

Qué casualidad que en la serie se pinte a los soldados soviéticos como inhumanos y crueles, olvidando que fueron los alemanes quienes invadieron la URSS, considerando a los eslavos como seres humanos de segunda. En las mismas fechas (junio-octubre 1941) en las que empieza la serie se tomó una fotografía de unos soldados alemanes de la Wehrmacht rodeando un gran póster que decía “Los rusos han de morir para que nosotros podamos vivir”. Pero según la serie la mayoria de los soldados eran patriotas y santos, los criminales y fanaticos eran una minoria. Si realmente quieren ver como era el ejercito aleman, les recomiendo que vean la siguiente pelicula:

https://www.filmaffinity.com/es/film843365.html

"Masacre: ven y mira" es realmente dura de ver y no es apta para alguien sensible y antes de que alguien diga que es ficción, la realidad fue mas dura todavia, esta basada en experiencias de uno de sus guionistas Ales Adamovich, mas de 600 aldeas de Bielorrusia sufrieron la ira de las tropas alemanas en retirada y acosadas por los partisanos.

He leído críticas alabando frases de la serie como la de que “Cuando las guerras terminan los vencedores son las moscas”. Parecen olvidar que la segunda guerra mundial empezó 21 años después de acabar la primera. ¿Cómo es posible que en 20 años se hubieran olvidado de lo que supone una guerra, cuando murieron dos millones de alemanes y mas de cuatro millones resultaron heridos?
sulfuman
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12 de abril de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos dirán que no hacía falta hacer una serie desde el punto de vista de los alemanes, que deberíamos ser lo suficientemente críticos como para darnos cuenta de que no hay malos ni buenos en las guerras, que es obvio que no todos los alemanes comulgaban con las ideas del führer, que si patatín patatán, pero lo quieras creer o no, la mayoría de las personas tienen un marco de visión muy limitado. Que si los refugiados deberían quedarse en sus países, que si está justificado bombardear ciudades en Siria por el tema del terrorismo, etc. Así que celebro intentos como este de arrojar luz, de hacer que personas no muy propensas a ver las cosas con perspectiva se den cuenta de que las cosas no son solo blanco o negro, que no hay malos y buenos en los conflictos que han tenido lugar, tienen lugar y tendrán lugar en este mundo. Quizás pertenezcas a esa minoría que nunca se creyó que todos los alemanes eran nazis que enviaban a judíos a campos de concentración o que piensa que todo lo malo que les ocurrió a los civiles alemanes no estuvo justificado, que es muy fácil decir que deberían haberse rebelado o haber manifestado su desacuerdo con las políticas nazis, y que por ende piensa que quizás no tuvieron alternativa, que estaban tan atados de pies y manos como cualquiera de nosotros hubiese estado en su lugar. Porque siempre es muy sencillo buscar culpables sin ponerse en la piel de los demás. Quizás seas uno de la minoría lúcida que no se deja influenciar por los tópicos y las historias sesgadas; entonces, Hijos del Tercer Reich no te descubrirá nada nuevo. Quizás llegues a creer que no merecía la pena que te recordaran algo que tú ya intuías desde siempre. Pero si exceptuamos a esta elite intelectual, es una serie que debería pasarse en todos los colegios, al menos para sembrar algo de conciencia crítica y eliminar la creencia muy arraigada en jóvenes –y adultos- de que el mundo se divide en buenos y malos y que no hay escalas de grises ni margen para las dobles lecturas.

El problema de Hijos del Tercer Reich es que, si dejas a un lado el fondo, el mensaje, la idea de que los alemanes también eran personas de carne y hueso y no todos eran malvados nazis que compartían a pies juntillas los ideales de Hitler, no es más que un telefilme de sobremesa del montón. Las historias personales, las que arman toda la serie, no pasan de drama bélico de segunda fila. Cualquiera que la compare con Hermanos de sangre no sabe muy bien lo que está diciendo. Hermanos de sangre, desde la óptica del otro bando, ganaba muchos enteros porque las historias personales que veías, más allá de la ideología y todo ese rollo, te importaban, porque eran personas de carne y hueso con sus problemas y sus alegrías, personas como tú o como yo empujadas a la guerra. Hijos del Tercer Reich es una película relevante por lo que significa, porque es necesaria, porque es capaz de destruir de un plumazo las opiniones sesgadas y maniqueas sobre la Segunda Guerra Mundial que pueda tener la mayoría de la gente, porque te enseña que hay que distanciarse un poco, incluso en historias tan violentas y horrores tan graves como los que se perpetraron en ese momento, que siempre hay que mirarse las cosas desde el lado del otro. Si excluimos todo eso, y aquí radica la diferencia que hace Hermanos de sangre una obra maestra, es que detrás de esos importantes mensajes no estás viendo otra cosa que el drama ficticio de cualquier película del montón sobre la segunda guerra mundial, un culebrón artificioso y falto de autenticidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ivan_Rumar
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10 de octubre de 2013
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que me parece una buena película o mini serie, las escenas bélicas son notables,la historia bastante buena y los actores bastante bien, pero si lo que pretendían era una especie de memoria histórica para los alemanes..... pues vaya.... como que no.Al final los crímenesy holocausto los hicieron cuatro nazis, el pueblo alemán también fué victima de estos locos y los rusos tienen rabo y todos contentos, no lo pueden remediar: son una raza superior, han llevado por dos veces a la humanidad a la locura, pero no contentos han cambiado de estrategia y ahora sin guerra , nos llevan a otra. PD para mí no es comparable a hermanos de sangre
marcosolo
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