La cortina de humo

Potente en sus primeros minutos, rutinaria en su desarrollo, La cortina de humo aborda un tema tan polémico como es la manipulación mediática con fines electorales. Como sátira, La cortina de humo cumple, pero no acaba de cuajar en su conjunto. Es mordaz en algunos momentos, pero podría haber sido aún más corrosiva. Comienza bien, pero no sabe redondear el resultado. Merece la pena verla por ser un tema interesante el que trata. También por sus diálogos, excelentes (detrás de ellos, David Mamet), y las interpretaciones de De Niro y Hoffman. Bien.

Robert de Niro bajó el listón irremediablemente en los 90 y en parte fue porque quería apoyar su recién creado festival de Tribeca que se basa en su apoyo moral y financiero y que ha servido para revitalizar esta parte de Manhattan. Tribeca es una gran zona y gracias a De Niro se ha convertido en un sitio emblemático y se han financiado películas de directores modestos y desconocidos.

De todas las obras que ha hecho en esa época ésta es una de las mejores. Es una comedia cínica que toca el mundo de la política con una gran singularidad y con gran humor y acierto. Dustin Hoffman hace un papelón pero no ganó el Óscar que se merecía.

Resulta que Robert De Niro trabaja para los Estados Unidos (el papel requiere otro registro que no es su habitual y lo borda) y para evitar un escándalo del presidente recurre a Dustin Hoffman (todavía mejor) que es un veterano productor de cine para crear una ficción y desviar la mirada pública.

Montan tal entramado que se supone que hay una guerra en Albania, con historias tristes y con cantautores folk incluídos, una película divertida que enseña como desde el poder y los medios de comunicación nos pueden (sin el “pueden”) manejar como quieren y nos creemos todo.

Aparecen Anne Heche, una actriz que dio guerra en los 90 pero que ha desaparecido del ojo público, Woody Harrelson y una joven Kirsten Dunst.

El tinglado que montan Heche, De Niro y Hoffman más valía un Óscar que muchas películas que vemos. Buena e inteligente.

Vamos a invadir Ir.. (perdonen quería decir) Albania.

Película, de rabiosa actualidad en nuestro país por su extraña simetría con el comportamiento actual de nuestro gobierno.
¿Qué es el marketing? Crear mentiras, cortinas de humo para desviar la atención de lo que verdaderamente es importante.
Mientras hay cientos de personas que no tienen ni pueden llegar a final de mes lo que salta a la rabiosa actualidad es si es conveniente o no quitar los crucifijos de las aulas.
Los medios de comunicación, al ser terriblemente ignorantes o fácilmente manipulables, son los auténticos transmisores de cortinas de humo.
Todo eso la película lo transmite perfectamente y no es para nada exagerada sino absolutamente creíble.
Una película que no podemos dejar de ver.

Como un limón, así de ácida es esta comedia de segunda línea a pesar de contar con dos de los grandes o los mas grandes que además son los que mantienen en gran medida la peli con sus papeles muy personales sin necesidad de recurrir a cual es su pasado...
Esta comedia te ofrece lo que yo diría que USA te censura así tal cual sin tapujos, puede que se te haga larga pero a mi me parece que no llega a decaer aunque si que es verdad que la puesta en escena y hacia la mitad es mucho mas intensa y que luego la amplian como puedan con un tremendo papelazo, aunque corto, de W. Harrelson.
Nada que uno disfruta y se rie de uno mismo de como nos engañan los medios sobretodo en USA aunque aquí cada vez hay mas gente que ve tele 5...
Interesante las escenas de como se trabaja en un estudio de cine...
Aconsejada...

Lo importante de esta película no es si resulta realista: es que es
"verosimil"; es improbable que algo así pase, al menos en el modo extremo
que la película pretende, pero lo que denuncia es que no hay ningún motivo
de peso para que no ocurra y si algunos muy potentes para que ocurra.
Lo preocupante es que, en personajes extremadamente cínicos y maquiavélicos,
reconocemos a sujetos reales de nuestro entorno público.
El referente que veo claramente en una película que denuncia un estado muy
grave de las cosas en tono delirante es la genial "Strangelove" de Kubrick.
Sin embargo, esta pierde un poco de pie a mitad de la película: empezó tan
fuerte que se quedó sin recorrido para evolucionar dentro de lo creible.