¿Qué fue de Baby Jane?

Baby Jane da un miedo atroz. Ese miedo que dan los locos. El gusto del ser humano por lo previsible se podría comparar con su preferencia de lo luminoso frente a la oscuridad. Todos preferimos saber lo que va a pasar, verlo a ser posible o intuirlo para poder reaccionar con propiedad. Los instintos defensivos del hombre siempre están alerta.
Por eso Baby Jane, interpretada por una magnífica Bette Davis, provoca sudores fríos. Nunca sabes que pondrá en tu bandeja del desayuno o como reaccionara cuando la llames para que te haga un favor. El alcohol potencia su locura aún más, si cabe.
Además está esa escalera, esos escalones que son como barrotes de una prisión de la que escapar se tornara imposible para una parapléjica. Que cerca está ese teléfono y a la vez que lejos...

Pero fuera de este terror provocado por Babe Jane que funciona magistralmente para mantener el pulso narrativo del film, la historia trata sobre el más familiar y peligroso de los pecados capitales: la envidia. Peligrosa en cualquiera de sus formas, pero más cuando ataca a dos hermanas que luchan por ser dignas del amor paterno, del amor del público, del cariño de la masa.
Cuando se cae de lo más alto la caída es dura. Y más si al tiempo ves como la persona con la que llevas compitiendo toda tu vida sube como la espuma. Baby Jane se queda anclada en sus recuerdos, en sus viejas canciones, en aquella carta a su padre que hace que nos estremezcamos en la butaca cuando la vemos recitarla pasados los sesenta.

La locura se ha vuelto irrecuperable.

Esta película tiene varios aspectos en común con "Canción de cuna para un cadáver":

-El director de ambas es Robert Aldrich.

-En las dos películas actúa Bette Davis, y está espléndida.

-En las dos películas, acompañan dos grandes actrices a Bette: Joan Crawford (genial) y Olivia de Havilland (correcta).

-Se mezclan varios géneros: el thriller, el cine negro y el drama psicológico.

-En las dos la acción se desencadena debido a dos acciones violentas: un asesinato,muere un hombre ("canción de cuna...") y un ¿accidente? , Blanche queda inválida ( en "¿Qué fue de Baby Jane?").

De todas formas, en mi opinión, es superior "¿Qué fue de Baby Jane?". Se trata de un intenso drama en el que los celos y la envidia de dos hermanas llegan a extremos impensables (que no inverosímiles: ya sabemos que la realidad es superior a la ficción).

Bellísima la fotografía en blanco y negro de Daniel Haller.

Magnífica la música de Frank De Vol.

Escenas memorables:

-Lo que Jane le cocina a Blanche

-Blancha intentando bajar las escaleras para llamar por teléfono, y la llegada de Jane.

-Las escenas finales en la playa.

-Jane cantando al piano.

Muchos temas plantea para reflexionar: el amor fraternal, los celos, la envidia, la vejez, la tortura, la discapacidad, la fama, los niños prodigios, la culpa...

El pasado siempre vuelve. No. El pasado nunca se ha ido del todo. Es lo que da vida y tortura a nuestras protagonistas. Es lo que les dio fama y lo que les arrebató el amor fraternal. Es su gran enemigo.

Mil veces que la pusieran, mil veces que la vería... ¿Mitomanía? ¡claro! El cine es la fabrica de los sueños ¿no? y quien se puede permitir dejar pasar un sueño. O un trabajo como el de esas dos mujeres. Sobre todo, Bette, la verdad, porque esa mujer es el Cine, la Actriz, el Espectáculo, el Arte... Con su carita arrugada, empolvada, la boca pintada y los ojos... ay! sus ojos, maquillada como un mimo, que es como una pizarra donde trasladar mil y un gestos, expresiones, dolor, asco, miedo, felicidad, inocencia, perversidad... Lo que quiera. Porque solo Bette Davis es capaz de interpretar a una mujer vulgar, decrépita, desastrosa, mala, envidiosa y torturadora de su única hermana... y arrancarte, en un imperceptible segundo, todo un repertorio de compasión y de comprensión hacía ella, sin que sepas cómo lo ha hecho. El guión es magnífico, claro, pero ella lo hace pedazos si quiere, y se lo guarda en su vestido pasado de moda, de niña vieja, y ya no es una actriz sino la pobre Baby Jane, muñeca rota y juguete olvidado, y anciana apolillada por la envidia y el remordimiento.

Y, a su lado, pero siempre enfrente, doña Joan Crawford, digna, pulcra, dulce y perversa chantajista emocional.

Y las dos en una casa-mausóleo-prisión donde habita el olvido de los demás y el odio común de la una por la otra. ¿Es posible una representación más dura y terrible del mal rollo y de la incomprensión familiar? Creo que no, que es tan asfixiante que, cuando ya no puedes más, cuando estás dando vueltas alrededor de ellas y de su tragedia, de repente, en uno de los finales más espectaculares, que aunque hayas visto mil veces lo volverías a ver otras mil, y sorprendentes del cine... esas dos señoras monstruosas, en el mejor y el peor sentido de la palabra y del guión, vuelven a ser lo que nunca fueron y siempre deberían haber sido...

Magnífica, bestial, genial... Me refiero a Bette, a Joan, a la película y al cine...

Robert Aldritch en cine, podría compararse con escritores como Edgar Allan Poe en literatura de terror. Al igual que Poe ha influenciado enormemente a otros escritores a lo largo del tiempo hasta nuestros días, Aldritch consigue con ésta película crear un modelo en cine. El director con la maravillosa interpretación de Bette Davis y Joan Crawford, crea una atmosfera de misterio inquietante con pinceladas siniestras al más puro estilo Hitchcockniano. OBRA DE ARTE.

En "¿Qué fue de Baby Jane?" se puede disfrutar de un duelo interpretativo, el que tienen Bette Davis y Joan Crawford, de un nivel que en muy pocas películas se ha dado. Con independencia de los gustos sobre el contenido, la extraña relación que mantienen estas dos hermanas es una de las cosas por las que es recordada esta correcta película de Aldrich, y es que contar con estas dos protagonistas es lo mejor que le pudo pasar a su director. El tratamiento del conflicto es cosa de Aldrich y no está nada mal, pero creo que no hubiera tenido el mismo resultado sin contar con Davis y Crawford. La muñeca rota por un lado y la aparente mártir en la silla de ruedas por otro: desde el inicio no es difícil entender lo que sucede y puede que hasta haya sido previsible para algunos.

Así, con las cosas tan claras desde los primeros minutos, sería fácil caer en una previsibilidad que mataría poco a poco el interés del espectador. Sin embargo la mediocridad interior del personaje de Jane, con esos celos enfermizos, anclada estúpidamente en un pasado y sobre todo con un maquillaje tan ridículo y horrible, han hecho que el atractivo no desapareciera. Para mí queda lejos de ser una obra maestra, pero ver a estas dos hermanitas tirándose los trastos ha merecido la pena. Hay fallos puntuales de guión, al menos en mi opinión, pero la película se mantiene al menos por saber hasta dónde llegará la locura de la pequeña Jane y cómo terminará.