Tres metros sobre el cielo

Si a la fecha cuenta con un promedio de 5.1 y está sobrevaluada 3 puntos más, el valor correcto es 2 (mala). El promedio es tan relativo como el gusto y seguro que a la chaviza le han dejado sin palabras las escenas de acción, amor, enojo y erotismo fingido del tal Mario Casas y la Valverde. Con todo y su nicho al cual va dirigido el filme, fue insustancial e irrisorio por donde se le quiera ver, mas en el país azteca ya nos anuncian la secuela como segundo intento, para que los púberes consuman vacuidad.

Para concluir: Hey aquí!!! las críticas publicadas y que la vapulean son cien por ciento confiables.

¿Qué ocurre con Ramón Salazar y estas adaptaciones?

No se si hay que ser adolescente para apreciar esta película porque a mi no me gustó, se me hizo bastante pesada, me quedo mejor con Dirty Dancing o Grease.

Sentí en la primera media hora de la cinta que el protagonista hacía todo aquello que un adolescente no debería hacer. Y creo que Mario Casas debe aún aprender a modular la voz.

Después de esta película no me quedan muchas ganas de intentar leer nada de Federico Moccia.

"A tres metros sobre el cielo" es una película tremendamente orientativa para comprender el síndrome de Edipo.
Hache, el protagonista, encarnado por el negro precioso Mario Casas, tiene un trauma causado por haber encontrado a su amada mami practicando indecencias con un vecino, al cual un siempre fornido Mario le propina una supina paliza.
El trauma de Hache se ve reflejado en su modus vivendi, consistente en hacer flexiones desnudo. En un momento determinado se encuentra con una joven pálida, de la cual se enamora. Ambos viven una intensa y apasionada historia de amor, que va desde llenar a la protagonista de caca, hasta secuestrar a un perro.
Considero que el final del film es una loa al comunismo, ya que la protagonista (María Valverde) decide dejar a Hache (metáfora de comunista bohemio) por un joven apuesto y trajeado que representa a las Nuevas Generaciones del Partido Popular.
Para finalizar, se la recomiendo a todas aquellas personas que amen a sus madres.

He de decir que solo he visto los 30 últimos minutos de la película porque la estaban poniendo en la tele y quería ver esta maravillosa película tan comentada por las adolescentes españolas. Pues lo dicho....Maravillosa, expléndida, magnífica. Menos mal que mis impuestos se utilizan para hacer este tipo de películas, si no mi vida no tendría sentido.

Esta película recaudó muchísimo en los cines españoles, lo cual me da aún más miedo que la propia película.
Es una obra de terror como ninguna otra. Hache es un joven sin oficio ni beneficio que vive la vida en una continua rabia e ira, convirtiéndose en un ser horrible y ultra violento.
Mario Casas se mete en la piel de este absurdo personaje con una serie de muecas limitadas y dicción deficitaria para enamorar a la joven pija y sosa María Valverde. Ambos empiezan una relación enferma y enquistada que pronto dará de sí lo que es.
A ellos se unen otros personajes estereotipados y simplones, con la única aspiración vital de hacer carreras de motos. Por tanto es un retrato de brocha gorda sobre la juventud y sus problemas.
Mario Casas se encarga de mostrar musculitos y dar tortas a diestro y siniestro, sin importar que sea chico, chica e incluso moto... alucinante.
Lo peor es que trata de hacer ver que ese sentimiento insano y violento es amor de verdad, y las jovencitas suspiran por un novio así. Un horror.