Muerte entre las flores

Una obra maestra, con magníficos personajes e inigualables poses de los actores en una recreación del cine negro más clásico, si bien dotada de un cierto tono irónico. Y en fin, que bonito es volver a ver esos coches clásicos, esos sombreros de ala y abrigos de paño, las metralletas de gánster con tambor redondo, los matones sin cerebro, y los policías y políticos corruptos, en una una América de italianos, irlandeses, judíos, e incluso un danés. Preciosa e imprescindible para cualquier amante del género.

1.- Ponga en su mesa unos actores como: Albert Finney, Gabriel Byrne, Marcia Gay Harden, John Turturro o Steve Buscemi.

2.- Coloquele un estilizado paño, elegantemente decorado con el Noir de Dashiel Hammet.

3.- En la batuta de esta pintoresca reunión, los Coen, para dirigir con deslumbrante desparpajo. Dando rienda suelta a su peculiar humor cínico y alucinado en su partitura.

4.- Para la sesión de fotos, la poderosa y ágil lente de Barry Sonnenfeld y con la música, un maestro de ceremonias como Carter Burwell.

Con todos estos ingredientes, solo podrá degustar un menú elegante, ya que se trata de una película maravillosa, toda una revisión del cine de gangsters muy estilizada, que hará las delicias de todos los paladares.

Miller's Crossing es una obra importantísima en la filmografía de dos de los mejores cineastas de la historia del cine.

Qué raro está Albert Finney, qué guapa está Marcia Gay Harden y qué jóvenes John Turturro y Gabriel Byrne sin todos esos años encima.
Hay que escarbar un poco, en mi opinión, para encontrar a los Coen en MUERTE ENTRE LAS FLORES. Salvo el mencionado Turturro y la maravillosa, sublime e inigualable Frances McDormand no hay actores de la pandilla, y el humor disparatado, exquisito, casi brilla por su ausencia. A cambio, hay mucho de la buena novela negra -Hammet, Levin, Simenon- en el guión redondeado. También hay mucho nombre, demasiado, y el hecho de que todos esos nombres se suelten a metralleta al comienzo de la película obliga al espectador poco avezado a un esfuerzo extra y, a lo peor, innecesario. Sea como fuere entre las flores andan Joel y Ethan, que son amigos, y los amigos nunca sobran.

Algunas veces la gente metida en los círculos de la mafia no son capaces de traicionar hasta a las personas más cercanas como nos demostró la trilogía de 'El padrino', sino que a veces también tienen sus nociones de ética y amistad como se ve en esta aproximación al género por parte de los hermanos Coen.

Gabriel Byrne interpreta a Tom Reagan quien vivirá en sus propias carnes las consecuencias del dicho "donde metas la olla no metas la...cuando se acuesta con Verna (Marcia Gay Harden, muy guapa en esta película) quien también le hace ojitos al jefe de Tom (Albert Finney). Un triángulo que desencadenará situaciones fatales para la salud y para la amistad, que es un tema central en esta historia.

Aunque 'Muerte entre las flores' es en apariencia una película sobre gángsters, la verdad es que el tema de la amistad brilla sobre todo lo demás ya que Tom deberá tomar unas decisiones que ponen en peligro su larga amistad con Leo. Durante el proceso tendrá que lidiar con sicarios, un jefe rival llamado Johnny Caspar (John Polito) y el tira y afloja con Verna y el hermano de esta, Bernie (John Turturro).

Dosis de violencia adornadas con algunos toques de comedia impregnan la cinta quien nos traslada de forma sublime mediante fotografía, dirección artística y vestuario a la época de apogeo de la mafia. Se le añaden también unss sólidas interpretaciones de los protagonistas en el que todos dan el mismo nivel. No podría decantarme por alguno.

Sí que no se me ocurriría ponerla entre las mejores cintas del género - Coppola, Scorsese y Leone lideran esos puestos de honor-, pero sí que la pondría en un lugar medio-alto, además de que me ha servido para volver a entusiasmarme por una producción de los Coen, cosa que no pasaba desde hace bastantes años con 'El gran Lebowski'.

Gran recreación de la época dorada del hampa y la lucha de gangsters en los años 20 y 30. Austera, comedida y con ese toque de ligero humor típico de los hermanos Coen.
El primer acto es impresionante y el punto de partida de esa lucha entre irlandeses e italianos junto al triángulo amoroso entre el jefe irlandés, su sicario principal y la "femme fatale" son ingredientes esenciales de esta intriga de cine negro de manual.
El segundo acto resulta bastante inverosímil, manipulador, repleto de casualidades y giros ridículos. La película en este punto decae mucho y pierde toda su credibilidad y aciertos de su arranque inicial.
Buena, sin entender aún la traducción penosa al castellano de "Muerte entre las flores", cuando sería "Muerte entre los árboles" (en todo caso).