Torrente 3: El protector

Sin duda alguna, esta se convierte en la peor de las zaga. Evidentemente, las otras también eran malas con un argumento malo y siempre destacando el humor un tanto borde de Santiago Segura, aunque en este caso las risas son menos frecuentes, mientras que en las otras eran continuas. Algun que otro punto se destaca a lo largo de la película nada más. Se puede ver. Le doy un pasable.
Un saludo.

Esta parte de la saga es muy inferior a las dos anteriores. Cinco millones de euros de presupuesto tirados a la basura. Y lo peor de todo, es que recaudó 18,1 millones de euros. Para mí, sólo sirve para bajarla de Internet, y eso que no me gusta piratear. Santiago Segura, te has lúcido.

Entramos en la segunda era de Torrente, año 2005, el boom de las otras 2 era innegable y Santiago Segura debía estar a la altura y dejar satisfechos a los fanáticos, estos momentos tensos del director solo se pueden comprender desde dentro.

Complicado tanto adelgazar y engordar (aparte de que es malo para la salud, con lo cual se entiende), nos encontramos a un Torrente más delgado (aunque, dentro de la trama, justificado, puesto que es policía y "entrena").
Pero sin dudar, lo peor de esta entrega es que se pasa de ambiciosa, la ridiculez simpática y bonachona de este personaje se pasa de la raya e intenta convertirse en superproducción (aunque pasa con todas las películas de éxito), con un argumento muy flojo, un José Mota que interpreta a un personaje estúpido, un personaje de Tony Leblanc, que aunque muy bien interpretado, es tonto y .... el hijo de Torrente, Carlos Latre, que solo se le añade a la trama para darle más jugo a la cosa.

"El cuñao" ¿tú que haces ahí?, ahora estás de moda, claro, lo olvidaba.

Bueno, esta parte me parece un intento más de Santiago Segura de pegar el "braguetazo"....ó..."taquillazo"...que cada cual use el término que estime oportuno. Vuelve a hacer más de lo mismo que hizo en la primera, sin más éxito que el de a arrastrarnos a algunos al cine en una tarde que no hay otra cosa que hacer y sentimos curiosidad por saber si la cuesta sube de nuevo...o el nivel de la saga sigue bajando y cogiendo velocidad hasta estrellarse.

Seguimos con nuestra pequeña maratón de la saga Torrente, y llegamos a la tercera entrega, donde el nivel empieza a menguar considerablemente, aunque sin llegar a la catástrofe de la cuarta parte.
Una eurodiputada, ha sido amenazada en varias ocasiones por difundir los trapos sucios de varias compañías millonarias. En esta ocasión, la policía se alía con uno de los que la quieren asesinar, por lo que, para protegerla, nombrarán al peor agente disponible: José Luís Torrente. Desde que volvió a la policía, Torrente se ha estado entrenando para ser una máquina de matar, y cuando le es encargada esta misión, reúne a un grupo de valientes, especializados en distintas materias, para que el encargo salga a la perfección.
Santiago Segura, creador de este fantástico y asqueroso personaje, interpreta a Torrente, como siempre. En esta tercera película, me ha parecido notar que el personaje está un poco más forzado, sobre todo en la voz, aunque esta impresión puede ser causa de el atracón que me estoy pegando. Muy buenos momentos nos vuelve a dar Torrente.

Como el nuevo acompañante fiel tenemos a José Mota, Josito, un drogadicto que está a las órdenes de este peculiar ser. El trabajo de José Mota es genial, pues consigue que un personaje como éste no sea una parodia extrema, sino comedida. Un actor desaprovechado en el cine español.

Como el agente que acompañará a Torrente en el caso, tenemos a Javier Gutierrez, el gran Sátur de Águila Roja, que interpreta a Juan Francisco, un agente novato al que tratan mal los altos puestos, por ser sobrino de. Buen trabajo el de este actor, aunque quizás, no esté explotado todo lo que podría, pues es un grande del humor.

Como la eurodiputada a la que Torrente debe proteger, la señorita Ricci, tenemos a Yvonne Sciò. No conocía a esta actriz, pero no me parece una mala actuación. Su belleza es una de las claves de su elección.

Como en todas hasta ahora, Tony Leblanc vuelva para hacer de un familiar de Torrente, en este caso su abuela, que le dará una noticia que Torrente no esperaba: es padre de un niño, Pepito Torrente, interretado por Carlos Latre, al que le podrían haber dado más papel, para que sacara esas imitaciones que son lo que le caracteriza.

Para el resto del peculiar grupo tenemos a una gran panda de frikis televisivos que casi todos reconoceremos. A parte de todos y cada uno de los nuevos cameos, marca de la casa. Mención especial a la aparición sorpresiva de Cañita Brava. "Torrente, me debes 6000 pesetas de whisky."

En cuanto a la dirección y el guion, que vuelven a venir de la mano de Santiago Segura, destacar la historia, parodia de la mítica El Guardaespaldas pero llevada al purismo español. Dejando de lado los innecesarios sueños de Torrente, metidos con calzador para mostrar escenas donde Segura se luce, la película tiene un gran ritmo, y no suele perder el gran humor en prácticamente ningún momento. Lamentablemente, he de recalcar, que la película contiene una escena de muy mal gusto, que hace que la película baje de caché considerablemente.

Destacar, nuevamente, la gran banda sonora, propia del cine de espías de los años 70 y 80, con una intro espectacular, interpretada por Rosa López, nuestra Rosa de España.


He de decir, que me ha gustado mucho más esta segunda vez que la he visto, y espero que me suceda lo mismo con la cuarta, pues la primera vez me pareció bastante peor que el resto.

Una curiosidad: En esta película, podemos ver cameos interpretados por actores que ya habían salido en la saga con papeles distintos, como Luixi Toledo o Torbe.

Una frase con la que me quedo: "Ese no es mi Torrente."

Mi valoración: Pese a ser una película con la que te ríes constantemente, no llega al nivel d sus antecesoras, aunque le pise los talones.


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