El cuchitril de Joe

Una oferta súper entretenida que mezcla en forma muy original fantasía, comedia delirante y algunos ratos de musicales muy trastornados.

La historia es tremendamente disparatada: un joven se muda a Nueva York en busca de mejores condiciones de vida. Lo que no sabe es que sin recursos económicos y sin capacidad para mantenerse estable en los empleos que consiga tendrá que acabar de casualidad en un piso muy deteriorado infestado de cucarachas. Pero eso no es todo, las mismas hablan, cantan y montan espectáculos muy divertidos. Tienen muy buena onda, y serán la mejor aliada del chaval para conseguir la felicidad que tanto anhela.

Como comedia es bastante efectiva, repleta de desparpajo y jovialidad la oferta posee un incesante ritmo narrativo donde el disparate de ver a cucarachas que hablan, piensan, organizan y cantan es lo más destacado.

Los efectos especiales están muy bien logrados, al igual que todo el aspecto visual del filme donde se nota que está trabajado en forma creativa la presentación estética de la historia con sugerentes travelings de cámara y demás artilugios técnicos que arreglan y decoran la imagen de manera muy estimulante.

El acompañamiento musical también está muy bien conseguido, con temas muy pegadizos y alegres que acompañan el tono burlón y chusco donde una retahíla de picardías son puestas en pantalla al compás de esa música acorde al perfil fílmico.

Jerry O'Connell aporta todo su carisma y Megan Ward su belleza para dar vida a la parejita que deberá hacer prosperar su amor a pesar del asco que significa el verse involucrados con un entorno entomológico repleto de cucarachas muy atrevidas y desenfadadas.

En fin, un producto cuya capacidad inventiva y singularidad ya hace valer la pena de verla, un producto bien “freak” donde el absurdo se combina con ciertos aspectos escatológicos para dar por resultado una comedia fantástica repleta de humor, de buen ritmo, de ocurrencia y de bello acabado visual. Interesante, quizás pensándola muy bien no tiene el gran argumento, pero se suple con dosis de ingeniosidad muy chocarrera que nos hacen pasar un buen rato de jolgorio con animoso acompañamiento musical.

Palabras claves: insectos (cucarachas), romance, comedia disparatada, musical.

De acuerdo, es una historia de amor simple y tontorrona pero merece la pena un visionado sólo por ver los números musicales de mis amigas las "cucas". Lo mejor, el número musical con lanzamiento a la piscina en plan Esther Williams. Si os dan asco los bichos o la cochambre mejor absteneros.

Saludos.

Realmente toda la película es un cuchitril, pero dejando eso a un lado tiene sus puntos de risa para aquellos que este tipo de cine guste. Tal no es mi caso, pero siempre he dicho una cosa aludiendo a aquellos que tienen pánico a las cucarachas; son más pequeñas que nosotros, a no ser que se presenten por cientos no pueden hacernos mucho. Lo que me dan es verdadero asco, y ello está arraigado en la mente de casi todos desde pequeños, por más que quiera verlas como estrellas de un musical no lo consigo.

Película idónea para cualquier sobremesa, al menos para la sobremesa de cualquier persona que no tenga fobia a los insectos protagonistas de esta película, las cucarachas, y que tiene en ellas su único posible aliciente.
Con algún que otro punto fuerte independientemente de las cucarachas, la película no oferta nada distinto, tan solo una historia de un flechazo y la posterior conquista del personaje principal (con permiso de las cucarachas) que por supuesto pasará por unas etapas previas de creer que ya tiene pareja y de ser rechazado para acabar siendo milagrosamente salvado al final de la forma más insólita posible.
Decente para los que no busquen nada, mala para los más exigentes y más que huíble para los blatofóbicos.

Creo que tengo el deber moral de hacer esta crítica.
Y es que como gustoso consumidor de películas de serie B, cutrerías y demás caspa del celuloide, me siento tremendamente decepcionado.

Teníamos un "argumento", también catalogable como "excusa" que daba juego. Teníamos cucarachas cantarinas. Incluso tiene alguna buena idea como el canal "R", pero... ¿Tan difícil era?
Creo que cualquier potencial espectador que se acerque al film tras semejante argumento y/o póster busca cutrería, suciedad, rock, mala baba y quizá algo de sexo. Las mismas cucarachas lo piden a gritos, ¿Por qué no se les hace caso? ¿Por qué convertir el invento en colorines, mojigatería, cursilada y estupidez descerebrada?

El problema radica en el espíritu creador.
La caspa, la serie B auténtica, nace del autor incomprendido, del friki con ansias de triunfo, del consumidor voraz de cine y cómics de cualquier clase. Su única finalidad es divertir y pasar el rato amenamente, puesto que sabe de antemano que no ganará ni cuatro perras con lo que está haciendo.
Pero esta película nace de una compañía adinerada, con una falta alarmante de ideas y al parecer con muchos becarios en nómica, y para entretenerlos les mandan filmar subproductos que no se muy bien que finalidad pretendan dar. Esto a todas luces no es comercial. Tampoco es caspa. Es imbecilidad. Una pérdida de tiempo tanto de Payson como del espectador, que según avanza la película va perdiendo la fe en encontrar lo que buscaba.
Para que luego digan que hacer serie B es fácil.
Lo que es fácil es hacer el mongolo delante de una cámara, como aquí se demuestra. Hacer cine cutre con encanto requiere saber de cine, ser friki y ponerle mala baba a la vez que ganas.

No caigas en la trampa, aquí sólo hay un telefilm de domingo que quiere ir de alternativo y le huele el culo a Tokio Hotel.
Por favor, que la MTV se dedique a poner videoclips y los cineastas a filmar, no al revés.

Es que es tan patética que le pongo un dos porque no se merece el uno.