Carmen

Carmen es una película grande en todo lo que las películas españolas pueden tener más deficiencias (medios, factura técnica…) y pobre donde el cine español suele ser más generoso en contenidos (guión, interpretaciones…).
Carmen juega con la ventaja de resucitar a un mito de nuestra cultura que siempre ha despertado la curiosidad dentro y fuera de nuestras fronteras… aunque también juega con la desventaja de ser una historia ya muy explotada en los campos del cine y la cultura española en general…
La propuesta de Aranda, fiel a la ópera original… aborda hasta tal punto la parte sensual de la historia… que desluce el mito de Carmen relegándolo a un relato de encuentros y desencuentros sexuales con Carmen siempre como protagonista. La imagen de Paz Vega bajándose el vestido resulta tan repetitiva a lo largo del film, que lo que en un principio podría ser un objeto de deseo termina resultando algo aburrido monótono y resta a Carmen esa sensualidad… que unas escenas más cuidadas merecían haberle dado… Paz Vega en el film resulta creíble… quizás algo exagerada en sus textos, pero podríamos justificarlos sabiendo que Carmen era exagerada… El problema es su personaje… mal construido y poco digerible ya que la intensidad que Aranda ha puesto en este personaje… se hace ajena a un espectador al que esta Carmen demasiado fría y demasiado prostituta, es incapaz de seducir…
En cuanto al personaje de Leonardo, el peor sin duda del film, no es capaz de transmitir nada: exageradamente pasivo ante todo, enamorado de una Carmen de la que es difícil enamorarse, y capaz de todo por ese amor (que el espectador es incapaz de entender). Don José es un personaje vacío, ignorante y demasiado “tonto”.
El resto de los personajes, todos ya muy secundarios…, siguen la misma línea de los principales, destacamos Maria Botto que hace un corto pero buen papel.
La película en el fondo vale la pena verla, ya que la dirección artística, la música, el vestuario y esa Andalucía del 1900 convertida para la ocasión, así como la fotografía nos ponen ante una de las mejores facturas técnicas de nuestro cine. Véase la escena final de Carmen (pone los pelos de punta). Quizás es esto lo que salva un film, que con un buen guión y una mayor delicadeza en sus escenas… hubiese hecho historia en nuestro cine.

Algo que no entiendo es por qué a este señor le siguen dando dinero para rodar sus películas porno light, cuando realmente tiene menos intención de contar una buena historia que Michael Bay de contar una historia intimista. Uno de los grandes problemas del cine español es que se le siga pagando a este señor sus caprichos... si el bueno del señor Aranda está cachondo, que se meta a director porno, pero que no se le permita dirigir más cine comercial, para seguir grabando tías desnudas y escenas de sexo, que alguien le regale a este señor una cámara digital y lo lleve a un burdel, el mundo del arte lo agradecerá... por cierto, la película, es mala hasta decir basta

Está claro que el material del que parte Aranda para esta adaptación de "Carmen" es muy del gusto del director: se trata de un material inflamable, con un personaje central lleno de pasión y capacidad de seducción que arrastra a su contrapuesto a un fatal desenlace, del que ella - el personaje - participa, pues no tiene nada que perder dada su propia personalidad y carácter, un personaje con la tragedia tatuada en su propia hermosura y sensualidad.
Con estos elementos, Aranda no logra potenciarlos e intensificarlos logrando una tensión dramática jugosa e irrechazable, dando la impresión incluso en ocasiones de que es poco más que una coartada para que Paz Vega luzca su palmito en un papel que defiende bien porque le va a la medida. Esa tensión, ese estado de excitación solo se logra en la secuencia del lavadero, con ese hormigueo tremendo de mujeres recias e imponentes, con una María Botto magnífica.
Está claro que no contribuye en nada a acrecentar el valor de la película un alelado y nada asequible Leonardo Sbaraglia, para mí mal elegido para ese papel.
Cabe hablar, en definitiva, de una limitada decepción, pues fue la producción más cara del cine español hasta la fecha.

La primera vez que vi esta película no había leído la obra de Prosper Mérimée y no me gustó nada en absoluto. Esta semana volví a verla por cuestiones académicas (tras haber leído y releído la obra) y no tengo más que reafirmar lo que digo. La película da una imagen caricaturesca de lo que Prosper expresa en su obra y es irreal a la vez que soez.

Todos conocemos el mito de Carmen y conocemos como trabaja Vicente Aranda..., dicho esto, hay que decir que Paz Vega hace un papelón y es normal porque Carmen es andaluza. Sin embargo, siendo que el personaje de Sbaraglia es tan importante y el mismo no está a la altura la película pierde muchísimo...

Si tocas una obra clásica y añades elementos modernos y alguna variación y tienes una actriz a la que el papel le viene como anillo al dedo es normal que el resultado sea positivo. La película es su papel.

Creo que es la mejor película de Vicente Aranda, un director que no me convence absolutamente nada y sin lugar a dudas es el mejor papel de Paz Vega. Pero Sbaraglia está fatal y hay momentos en que la película es un poco fría sobre todo en la segunda hora y tiene altibajos, lo mejor es la actriz sevillana.

Paz Vega.