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Master and Commander: Al otro lado del mundo

Aventuras. Acción Guerras napoleónicas, año 1805. Bonaparte domina Europa. Inglaterra consigue resistir porque es la primera potencia naval del mundo. Precisamente por eso los mares se convierten en un crucial y estratégico campo de batalla. En el Atlántico, el Surprise, un navío inglés capitaneado por Jack Aubrey (Crowe), es atacado por sorpresa por un buque de guerra francés. A pesar de los graves daños sufridos por la nave, Aubrey decide navegar a ... [+]
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Críticas 164
Críticas ordenadas por utilidad
9 de febrero de 2007
37 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
En pleno apogeo de Piratas del Caribe apareció ésta maravilla del cine de aventuras, que injustamente pasó bastante desapercibida, sobre todo para los espectadores jóvenes. ¿y por qué? Pues porque por primera vez en años, una cinta de entretenimiento nos hacía pensar y, sobre todo, daba absoluto protagonismo a los personajes y los diálogos por delante de la acción desmedida. Y claro, todo ésto pues da igual a una generación que aplaude a rabiar cada chorrada que dice el capitán Jack Sparrow en la infame secuela El cofre del hombre muerto.
Con esto no pretendo criticar a Piratas del Caribe, más bien al contrario. Pero mientras esta última apuesta por el desenfreno y la aventura desmedida (y muy bien hecha, por cierto), Master and commander hace aventura con clase y además con mucha elegancia.
Es Peter Weir el responsable de que esto así sea. El director es probablemente uno de los más clásicos, en el mejor sentido del término, y elegantes del panorama actual, algo siempre de agradecer. Pero es en los actores en quienes reside la tarea de convertir lo que ya es una magnífica película en una obra maestra. Destacan unos correctísimos James d'Arcy y Max Pirkis (el joven Augusto de la serie "Roma"), y Russell Crowe nos hace olvidar su irritante presencia en Una mente maravillosa con una sólida recreación del capitán Aubrey. Pero el mejor de todos ellos es Paul Bettany, que casi irreconocible con las gafas u el tinte castaño, compone un personaje absolutamente adorable. Para más detalles, miren de nuevo el título de la crítica.

Lo mejor: Paul Bettany y la infinita elegancia de la puesta en escena de Peter Weir.
Lo peor: Nada
Sibila de Delfos
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15 de septiembre de 2008
30 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un film de los que se merecen que se vea más de una vez y que se ha ganado mi más alta calificación. Todo es tan armonioso en esta película que cuando, al final, el capitán ordena seguir al navío capturado y suena la sublime melodía de Boccherini interpretada por el violín de J.Aubrey y el violoncelo de S.Maturin, mientras un infante de marina, mediante el tradicional redoble de un tambor avisa a la dotación de zafarrancho de combate, uno no puede reprimir una sonrisa y unas ganas de formar parte de ese complejo y a la vez simple mundo dentro del barco, o bien de querer que la peli continúe para poder presenciar otra batalla tan hábilmente rodada como las dos que aparecen, o incluso de leerse una de las veinte novelas de Patrick O´brian acerca de la vida de Jack y Stephen, de las cuales tengo la suerte de haberme leído varias y aseguro que son muy buenas.
Retrato exactísimo de cómo era la vida en una fragata británica en la lucha contra Napoleón: suenan unas cuantas campandas al amanecer, los hombres, silenciosos y algo resignados, suben a la jarcia, limpian y hasta le sacan brillo al barco, hacen guardia, reparan los desperfectos mientras el contramaestre les pita y les grita, comen, charlan en un mundo sólo de hombres, los guardiamarinas aprenden a calcular el movimientos de los astros, a gobernar un barco, a comportarse como oficiales y caballeros del Imperio Británico,los oficiales brindan en honor de Horacio Nelson, cuentan chistes machistas, narran antiguas anécdotas y gloriosas batallas, todos pelean contra los gabachos con sosprendente valentía cuando Inglaterra espera que cada uno cumpla con su deber...
Actores inmensos, desde el contramaestre hasta el piloto de derrota, destacándose sin duda un inconmensurable Paul Bettany y un Russell Crowe que parece que lo hayan sacado de los libros del autor irlandés, tanto en el arrojo en la batalla como en su carácter fuera de ella; guión adaptado con maestría, las conversaciones entre el capitán y el cirujano naval acerca de la psicología de los hombres o sobre la tiranía en el mundo son para disfrutarlas.
Escenas memorables como el suicidio del pobre guardiamarina, el castigo a latigazos del marinero insubordinado, las cenas entre los oficiales entonando viejas canciones de mar, la “autocuración” de Stephen poco después de que le disparasen accidentalmente (Bettany lo borda ahí), las escalofriantes miradas de los marineros supersticiosos que creen que hay un gafe en el barco,la ceremonia al acabar la última batalla acompañada de unas tristes y conmovedoras notas del compositor Eduard Grieg, la corta pero preciosa estancia en las Galápagos…
Una película de una belleza visual indudable, con una bso realmente magnífica, he hecho no pude evitar comprarme el CD de la misma. Está claro que P. Weir es uno de los mejores directores que hay en la actualidad, como demostró en “El show de Truman” o “El club de los poetas muertos”.
Un 9´7.
flecha
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14 de noviembre de 2007
36 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente, de las películas más completas que he visto. Narra un episodio épico del capitán Jack "Lucky" Aubrey, capitán del navío de guerra británico "Surprise", cuyo cometido en la guerra contra Napoleón es interceptar y destruir al "Acheron" francés, una nave que puede decantar la guerra en favor del ejército bonapartista.

Con esta premisa tan sencilla, Peter Weir dirige con innegable maestría una historia trenzada de detalles navales que nos sumergen (nunca mejor dicho) en el ambiente de una curtida tripulación inglesa al mando del carismático y duro capitán Aubrey, interpretado de forma brillante por Russell Crowe. (Para mí, uno de sus mejores papeles). No pocas peripecias acontecerán a los británicos para alcanzar su meta, y todas ellas nos son narradas con una técnica muy acertada, que combina momentos de acción naval (como una espectacular intercambio de salvas de los cañones entre las naves protagonistas de la cinta, o como un abordaje que simplemente queda para el recuerdo), con intervalos más dramáticos.

La película merece la pena por su fotografía naviera, por el magnífico retrato de la tripulación inglesa, por el duelo entre las dos naves (y el ingenio de los dos capitanes), por las interpretaciones de Crowe (que brilla con luz propia) y del también sobresaliente Paul Bettany, y, de corazón lo digo, por la banda sonora, que le va como anillo al dedo a la película (violines y contrabajo).

Se la recomiendo a todo el mundo. Tiene muchos mensajes relacionados con la obsesión humana, la amistad y el liderazgo. Eso sí, aviso que esta película no se parece EN NADA a los Piratas del Caribe. Es mucho más seria (por no decir que los del Caribe no saben qué es la seriedad al lado de ésta) y es para verla "sin prisa". Hago hincapié en esto último.

Si queréis espadazos y algún comentario jocoso de por medio, visitad al tío Johnny Depp.
Si queréis ser testigos de un duelo naval épico en el contexto de la guerra con Napoleón (año 1805) y conocer a la tripulación del "Surprise", sólo puedo invitaros... ¡¡¡Al Abordaje!!!
Pliskin
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3 de julio de 2006
39 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar quiero decir que considero a Peter Weir el mejor director australiano de todos los tiempos (a años luz de George Miller, Bruce Beresford o Phillip Noyce entre otros) y uno de los diez mejores directores vivos que existen en estos momentos sin lugar a dudas. Y por eso incluso cuando no acierta del todo como en "Master and Commander" su cine es tremendamente interesante y por lo menos nos ofrece muchas pinceladas de una gran calidad.
Tampoco hay que pasarse en acusar a la película de intrascendente, ya que no cabe duda que un escritor como Patrick O'Brian es muy diferente a Hermann Melville y que mientras el primero es más aventurero y superficial, el segundo es más dramático y psicológico. Por eso recomiendo una extraordinaria película como "La fragata infernal" de Peter Ustinov basada en "Billy Bud" de Hermann Melville donde realmente podemos ver como funcionaban las relaciones este tipo de embarcaciones.
Porque ese es uno de los problemas que se detectan en el film la excesiva camaradería; la película es realista en la parte técnica, médica, bélica (aunque demasiadas astillas en los barcos con los cañonazos como me dijo un oficial de la Armada) y naturalista (destacable el mensaje ecológico y naturalista de Weir que es de agradecer) pero sin embargo idealista en la parte humana ya que las relaciones humanas no eran tan cordiales y los intentos de endurecer dichas relaciones no dejan de resultar casi el castigo de un padre a un hijo. Y es que la película tiene algo del cine de John Ford, pero en el siglo XXI se pide un sentido más crítico que imitar un estilo meramente clásico de narrar. Russel Crowe aparece como un capitán duro y sensible que gobierna una nave que ante todo es una gran familia. Y eso no era así, ni mucho menos, pero digamos de nuevo que no es Weir sino O'Brian el culpable.
Hay cosas que no me parecen bien del film como el hecho de cambiar la nacionalidad del barco perseguido que era norteamericano y no francés. En aquellos momentos, año 2003, de crisis mundial por la invasión norteamericana de Irak y con el enfrentamiento entre Washington y París, Weir no contribuyó desde luego a apagar fuegos sino que actuó de anglosajón recalcitrante y eso siempre quedará como un borrón señor Weir que algún día tendrá que explicar o pagar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
vircenguetorix
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9 de abril de 2008
23 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si en los comienzos de la filmografía de Peter Weir sí que se puede apreciar un intento loable por recuperar esa épica de David Lean, siendo el máximo exponente de este intento la extraordinaria “Gallipoli”; después de la más irregular “el año que vivimos peligrosamente” y con la llegada a Hollywood, Weir consigue definir su estilo propio y se desprende de aquel ritmo narrativo de elipsis abruptas que tanto en él como en otros colegas cineastas hizo furor en los primeros 80´s. Son buenos ejemplos de esto películas como Expreso de medianoche ( Alan Parker), Carros de fuego ( Hugh Hudson), Mephysto (István Szabó) y Los gritos del silencio (Roland Joffé). Para mí “ el club de los poetas muertos” es un punto de inflexión dentro de la filmografía de Weir y, por su mejorada capacidad de empatar escenas, el comienzo de una narración como mínimo más continua y suavizada; de trote suave.

En esta maravillosa película, de puesta en escena francamente deslumbrante y unas interpretaciones como mínimo estupendas, a Weir no se le puede poner ninguna pega; es una muestra de un artesano con estilo propio (desempolvada la influencia de Lean, aunque de lo que hubo siempre algo quedará), las ideas claras ( su declaración de intenciones sobre revindicar la épica, estaba hecha y corregida hace tiempo) e intención siempre de aunar crítica y público (que es tan difícil….)

Hay Coleridge(o realidad marinera del S.XVIII, aunque yo me quedo con Coleridge) en este tratado sobre el hombre en un medio hostil acechado por la cruel naturaleza: si el hombre racional (Bettany) no tolera la barbarie de la superstición desmedida, el hombre marinero pero instruído ( Crowe) la admite como algo natural, como peaje o sacrificio que hay que pagar a los dioses de la naturaleza y el infortunio, aquellos dioses que habitan en el horizonte insoslayable. Hay también una épica británica de ultramar bien entendida por estos tres australianos ( Crowe, Bettany y Weir); siendo quizás esa nacionalidad una ventaja. Definitivamente hay marchas solemnes con partes heroicas y maravillosamente ruidosas (esas excelentes batallas navales): si esta película fuera música, sería “Pompa y circunstancia”, con “Union Jack” ondeando al viento. MASTERPIECE.

Sobre la estructura narrativa al spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Travisloock
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