Haz click aquí para copiar la URL

El loco del pelo rojo

Drama Biopic del famoso pintor impresionista Vincent Van Gogh, que retrata su atormentada vida a partir de su obra, que no es más que un reflejo de la ansiedad, la sensación de fracaso y la soledad que lo llevaron, finalmente, a la locura. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
6 de junio de 2006
32 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
El loco del pelo rojo es una de esas películas que podríamos denominar bonitas, a pesar de la angustia existencial del amigo Van Gogh. Vicente Minnelli acierta al mostrarnos desde el primer minuto al pintor en la flor de la vida. El comienzo es brutal y deshoja a la perfección la personalidad del artista. Los distintos pasajes acontecen sin interrupciones y la vida y milagros de nuestro héroe pasa ante nuestros ojos como un cuadro mal pintado. Porque el tipo era un genio; pero estaba fatal.

Minnelli muestra como pocos la soledad encarnada en pelirrojo y Douglas regala al consistorio una interpretación sublime, maravillosa. El todoterreno de Quinn no le anda a la zaga y aunque también sufre, como bien indica L. Entertainement, no llora. Cuesta creer que dos maestros como éstos anduvieran con el culo al aire en muchos momentos de la vida. La llegada de Gauguin a casa de Vincent es magnífica. Minelli retrata como nadie ese binomio tan insondable que parecen ser la penuria y el genio. Por lo menos, para esos dos.
Magnífica.
Txarly
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de octubre de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy una apasionada del cine, y esta página siempre me sirve como guía a la hora de ver un "film". Cuando entré y puse el título de la película y descubrí que le otorgaban casi un ocho tuve muy buenos presagios. Luego, esos presagios se fueron.
He de reconocer que, en un principio, la película no me transmitió nada. Cuanta ignorancia!!!pienso ahora. Después, puesto que para la Universidad tenía que hacer un trabajo sobre Van Gogh, me puse a leer un poco sobre su vida, y por supuesto, las cartas a Théo.
Desde ese momento, todo cambió. Volví a ver la película, y la miré con otros ojos. Con los ojos de la sensibilidad, con los ojos de la ternura, con los ojos de entendimiento. Entendimiento hacia una persona increíble, con el pelo rojo y el corazón amarillo, como el oro y como su color favorito, ese color que aparecen en todos sus cuadros.
Es una película hecha con un gran cariño, con un Kirk Douglas que se convirtió por un tiempo en Van Gogh. Es una película que recomiendo a todo el mundo, no sin antes haber conocido un poco el pensamiento del gran Vincent. Yo cometí el error de no hacerlo, un error de persona idiota, por otra parte...pero eso ya, es otra cuestión.
Tatijuani
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de julio de 2009
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al comienzo, quiso seguir los pasos de su padre -pastor del comité belga Mensajeros de la Fe-, pero, cuando descubrió la hipocresía oculta en las palabras que no van ligadas a la acción, decidió seguir su propio camino, y con el incondicional apoyo de su hermano Theo, buscó con ardor hasta que lo halló en la pintura.

Vincent Van Gogh, sueña con ser útil a la humanidad y ansía trabajar para ofrecer algo al mundo. Le ha dado un entierro de tercera al dios intimidante imaginado por el clero, y ahora busca al Dios del amor que, sabe que se encuentra en nuestro propio corazón.

Theo lo compromete a que lo participe de sus andanzas y a que nunca se desvincule de él, y así nacerán las famosas,“Cartas a Theo”, que ilustran de maravilla el intenso sentir del pintor neerlandés. Al contemplar la naturaleza y experimentar la ardua labor de los humildes, Van Gogh se llena de fuerza interior y empieza a descubrir la poesía y la reluciente belleza que se guarda en todo lo creado. Se llena así de pasión, y dispuesto a descubrir el centro acrisolado de la vida, comienza a trabajar con ahínco para beber el color del sol y de las flores; extraer el poder de los campos y de los cielos despejados; y para plasmar la intensa humanidad y los rasgos sensibles de los hombres más comunes.

Como sucede con todo aquel que desea algo con verdadero fervor, a Van Gogh se le van dando las cosas: Theo, hombre de galerías y de alto roce artístico, es constante con su ayuda y lo acerca al arte de los grandes, para que defina así su propio estilo. Paul Gauguin, otro valioso artista, es animado a vivir con él, y en aquel laberinto de búsqueda, donde los fracasos amorosos también tienen su lugar, el pintor se va agotando cerebralmente... y su vida entra, entonces, en un ciclo lastimoso.

Van Gogh, y es lo que vamos a ver en esta gran película, tuvo una tormentosa existencia que podría verse con dolor y conmiseración, si no se comprende que, como pocos, logró sustraer de la vida toda la poesía, toda la belleza y la más honda sensibilidad, y el mayor objetivo por el que podemos vivir, él lo cumplió de manera relevante: sirvió y amó a la humanidad y dejó un legado que ahora se valora como uno de los más trascendentales del arte pictórico.

Con un guión de Norman Corwin, basado en la novela de Irving Stone, el director Vincente Minnelli, ha hecho un filme poderoso y lleno de vitalidad, en el cual refleja a plenitud la admirable existencia del pintor de los campos, los soles y las arenas doradas. Su intensa indagación en museos y colecciones privadas, hizo posible que, la obra original del artista, ocupara las paredes y los estudios con el mayor realismo; y la fidelidad de las locaciones, sumada a esa cálida iluminación que se asemeja al mundo que veía Van Gogh, confluye en un filme de incalculable valor como manifestación de la vida.

Un impagable elenco protagonista que incluye a Kirk Douglas como Vincent Van Gogh; Anthony Quinn como el irreverente Gauguin y James Donald como el noble Theo, hacen de, éste, la clase de filme que debería ser visto por toda la humanidad.

Título para Latinoamérica: <<SED DE VIVIR>>
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de mayo de 2006
20 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales del siglo XIX las artes plásticas se habían liberado de la esclavitud de tener que representar cosas de manera que se pareciesen a la realidad pero todavía prevalecía la idea de que valía la pena esforzarse un poco pintando cuadros bonitos (era la era pre-Warhol).

En este contexto histórico aparecen los cracks Paul Gauguin y Vincent Van Gogh y, quién lo iba a decir, parece que los tíos se llevan bien a pesar de la disparidad de carácteres:
Paul es apasionado, violento incluso, amante de la seducción y la lucha, pero sabe vivir en orden y armonía, con el rollo del equilibrio y la paz interior.
Vincent, en cambio, no soporta la violencia física, es un blandengue y un cursi que cree en el amor, pero vive en una pocilga y está en guerra continua consigo mismo.
A Paul le gusta cocinar y organizar las cosas; a Vincent le gusta lloriquear y automutilarse.
Y Paul va llenando sus cuadros de superficies planas y sensualidad mientras Vincent los llena de brochazos y violencia.

Y ya se sabe que los extremos se repelen, diga lo que diga la teoría del electromagnetismo, de manera que Paul (que ha sufrido mucho para salir adelante a lo largo de su vida) aprovecha cualquier oportunidad para largarse a un paraiso tropical a pintar mozas en top-less; miestras que Vincent (el niño mimado que ha vivido toda la vida a expensas de su familia) acaba metido en un manicomio.
Y en realidad representa que el prota era Vincent Van Gogh (reencarnado en Kirk Douglas) pero el que se llevó el oscar fue Paul Gauguin (reencarnado en Anthony Quinn).

Y Vincente Minnelli va y nos cuenta la historia de esta amistad casi como si fuese una apasionada historia de amor imposible, y le queda una peli muy bonita con un título muy bonito (Lust for Life) que en español, una vez más, quedó descafeinado, pero qué más da, yo de ustedes no me la perdería.

Nota: Excelente y colorista.
Listocomics Puntocom
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de noviembre de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya sabemos que en esto de los Óscars siempre habrán discusiones y que lo que se impone no es siempre una única objetividad. Como muestra de que siempre ha habido debate quiero dejar anotado que para este año 1956 el que se llevó el premio a la mejor interpretación fue Yul Brynner por "El rey y yo", quien haya visto ambas películas con las interpretaciones de sus protagonistas que juzgue como quiera el resultado. Anthony Quinn sobresale en su papel de Paul Gauguin, me ha parecido un personaje, seguramente tal como fuera en vida, de una gran fortaleza, rebosante en carácter y personalidad, inquebrantable, pura energía. Que le dieran el Óscar al mejor actor de reparto me parece lógico y normal. Pero, ¿y Douglas? A mi manera de ver las cosas pocos papeles suyos pueden estar por encima, no diré que haya visto toda su filmografía, ni siquiera una pequeña parte, pero me cuesta creer que llevara a cabo una interpretación mejor que la que hizo al personificar al pintor holandés Van Gogh.

Ya en las primeras escenas adivinamos la amarga existencia del pintor, el lastre que arrastra de ser como era, y todo ello es por culpa de Douglas, culpa o mérito. Lo cierto es que gracias a Kirk Douglas podemos apreciar la vida atormentada que padeció, con otro actor se me hace difícil pensar que hubiera sido igual. Estoy de acuerdo en que la película decae en su última parte, la elevada densidad hasta ese momento no concuerda con un final resuelto tan aparatosamente. Minnelli debe es el señalado como culpable de ese punto y final disonante. Mientras que para mí, sublime toda la película, sobrevuela un Kirk Douglas que se merecía más que un premio, eso hubiera sido poco, con el desarrollo que lleva a cabo de la vida de un hombre tan angustiado tocó techo y un Óscar hubiera sido poca cosa. Insisto: esta película no hubiera sido la misma sin él.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow