Extrañas coincidencias

Estúpida, pretenciosa, sin gracia, desfasada... lo único interesante es ver lo guapa que sale Naomi Watts, por que Dustin Hoffman sobreactúa, Mark Wahlberg hace de si mismi, Jude Law ídem, pero sobreactuando ( mira que es difícil hacer de uno mismo y sobreactuar, pues el caballerlo lo consigue), Jason Schwartzman toda la película con cara de bobalicón, hasta que al final acabas harto de el y sin que te importe qué puñetera tripa se le ha roto... esta nueva ola de películas de directores videocliperos que intentan copiar al ya de por sí sobrevaloradísimo Charlie Kauffman son a cada cual peor, y esta no es una excepción...

Sin duda, Extrañas coincidencias es una de las comedias más originales de los últimos años. Con unos personajes extravagantes, bordados por todos sus intérpretes, y un argumento con una carga tan fuerte de originalidad que abruma al espectador, Extrañas coincidencias es un filme estilo Spike Jonze en el que cuesta hacer pie, pero que en todo momento tiene un aura entre lo paródico y lo metafísico que es muy estimulante. Su argumento, casi imposible de contar, es de un humor muy sofisticado, que nos bombardea a base de ingenio. Sus planteamientos son tan radicales que el espectador no queda indiferente: o le parece una soberana tontería o se le presenta como una hora y media de puro disfrute para el intelecto. Una apuesta arriesgada que sale airosa, en parte gracias a su magnífico reparto y a las situaciones tan peculiares que se plantean a lo largo de la cinta. Original como pocas.

Se han superado, se han superado... Yo pensaba que "Tren nocturno a Venecia" era lo más vergonzoso jamás proyectado en una pantalla de cine, algo que era sencillamente imbatible... bueno, pues no, me equivoqué, porque este engendro lo supera, y con creces.
La cosa es más o menos así: hay un tío con cara de atontado y que lleva unos pelánganos de alucina vecina (para que el personaje quede muy friki y muy en plan underground). El fulano este, en lugar de ir al dentista o bajar a comprar el pan, contrata los servicios de unos detectives existenciales (al loro) para que encuentren un sentido a su existencia porque ha dado la maldita casualidad que se ha tropezado tres veces con un sudanés y tanta coincidencia le mosquea (vamos, como la vida misma). Los detectives son Lily Tomlin (no confundir con Tontín aunque algunas veces te cueste resistirte), una "actriz" que pasará a la historia del cine por protagonizar peliculones como "Ensalada de gemelas"( hito del séptimo arte, una obra de arte tan honda y hermosa que seguro que hasta Ingmar Bergman se arrepintió por no haber podido dirigirla) y Dustin Hoffman (con pelucón, para que todo siga quedando muy friki), que aceptó participar en esta "película" más que nada porque han subido el recibo de la luz y el pobre hombre tendrá que pagarlo como todo hijo de vecino, vamos, digo yo (y eso que no vive en España...). El caso es que la pareja de detectives empieza a investigar de arriba abajo la vida del atontado para intentar encontrar el significado de su existencia. En esto aparecen los personajes de Jude Law y Naomi Watts, que aceptaron salir en esta basura mal llamada película no se sabe tampoco muy bien por qué y que interpretan a un matrimonio que trabaja en la misma empresa donde curra el atontado. Los dos son muy rubios, muy guapos y muy altos, vale, pero, eso sí, se tiran toda la santísima película haciendo el garrulo sin venir a cuento. Luego aparece una pájara francesa con cara de vinagre (vamos, que parece que alguien la debe dinero) y que afirma, al contrario de los detectives existenciales (es que tiene tela), que la vida no tiene sentido, lo cual se traduce en que se dedica todo el rato a practicar sexo con el atontado (aunque el acto sexual no debe de ser muy satisfactorio porque la cara de vinagre no se le quita) y a darle en la cara con un globo para que contemple la oscuridad de la nada en la que todos vivimos. Luego aparece Mark Whalberg que se supone hace de bombero, pero más bien de bombero torero del ridículo que hace el menda durante toda la película

La peor película que he visto en la vida y fíjate que he visto mierdas. Esto es el mayor zurullo oloroso, asqueroso y hediondo que jamás he contemplado.
Argumento creado por un esquizofrénico sicótico. Trama absurda personajes irritantes, Jude Law bobo, Hoffman (¿se leyó el guión al aceptar esta basura?) insoportable , el de la melenita (no quiero saber su nombre, no se lo merece) vamos, el protagonista parece subnormal con sus fobias y chorradas, la otra estúpida la Naomi Watts con sus complejos, luego la francesa en el barro... mejor sigo en el "spoiler".

La gente se salía del cine a la media hora. Fui al cine a verla y era la 1º peli que veía con mi novia, no se como no me dejó.
Los guionistas parece que se han esnifado 40 rayas y un lexatín, una peli sobre el recorrido de mis heces por las cloacas tiene mas calidad.

NOTA: -100

Esta película es totalmente original, lo que supone un problema en estos tiempos que corren donde prácticamente todo lo que se hace en el cine son productos de serie... Y claro, si se tiene el paladar acostumbrado a siempre lo mismo en cuanto pruebas algo totalmente nuevo lo rechazas al instante sin pararte a analizar qué es lo que estás probando. Esta película es una obra filosófica en la que supongo que los filósofos encontrarán a una obra maestra porque el nivel de rayada mental del film llega hasta altas cotas... Si te paras a pensarlo puedes sacar lo que quieras de los enredantes diálogos del film, pero lo más obvio, lo que más salta a la vista que nos cuenta la película es como no somos nosotros mismos, la importancia innecesaria que se le da al aspecto físico, el que hay que preocuparse por la naturaleza, el que hay que pensar en las cosas que hacemos y no hacerlas a la ligera, etc. La francesa Isabelle Huppert eclipsa al resto del reparto con una fabulosa interpretación y sólo consigue sobresalir algo el brillo de Naomi Watts. Pero no os hagáis una idea equivocada respecto a los demás actores: todos están muy bien; es simplemente que Huppert es la mejor con mucha diferencia. Por cierto, se compara mucho el estilo de esta película con el del magistral guionista Charlie Kaufman y quiero decir que aunque ambos estilos tienen "un aire" son muy distintos, lo que pasa es que ahora parece que la originalidad es un estilo en sí mismo... Una película peculiar y original que intenta ayudar al espectador a encontrar el sentido de la existencia (por Dios, que trascendental suena esto...) con un estilo ameno y divertido, aunque su propósito no es el de hacer reír (pero no por ello deja de tener sus puntos...). Diferente.