Sin control

Cuando entré en el desarrollo de la película por alguna extraña razón me hizo sentir que estaba viendo HIJO DE LOS HOMBRES y I´LL SLEEP WHEN I´M DEAD (dormiré cuando este muerto), en las que estás siempre esperando el momento de que comience el verdadero desarrollo del Film, porque no esperas que esto sea lo que vas a ver, estás esperando algo diferente o algo más.

Esa es la sensación que nos dan las demás películas y esta hasta cierto momento también, pero ha diferencia de las demás el momento que más o menos esperas que en realidad no es más que una reacción llega y lo disfrutas con todas las ganas del mundo, es posible que no como te lo esperabas claro está, pero en su momento llega, talvez por no ser el final como en realidad esperabas, y puede ser bastante decepcionante, como lo fue para mí en un momento, aunque luego me repuse y disfruté bastante lo que quedaba que era tan solo el recuerdo y el análisis de lo visto.

En realidad me parece que estuvo un poco deficiente la dirección a diferencia de la fotografía que la encontré muy bien entre otras cosas acertadas las bandas sonoras y el guión relativamente bien.

Clive Owen bastante creíble aunque por su cara no le quedan muy bien que digamos los papeles de chico bueno aunque lo hizo bastante bien.

Jennifer Anistón la vi perfecta en su actuación estuvo realmente sorprendente y aceptable en todo el sentido de la palabra

Vincent Cassel, muy acertado su papel sobre todo muy creíble estuvo en todo genial y con su risa burlona me hizo recordar bastante a su papel en Ocean´s twelve.

Es un Film bastante recomendable, más que para pasar el rato, es para valorar lo que se tiene. Gracias jejeje

Chicago. Una ciudad que devora miles de almas al día, donde muy a pesar del director Paul Haggis ("Crash") se entrecruzan millones de existencias sin que reparen las unas en las otras. Una ciudad que no tiene tiempo de descubrir historias y, que ajena a las personas que la habitan, se mueve como una gran mole gigante escondiendo a millones de ejecutivos tras un periódico económico en el tren de la mañana, camino del trabajo.

Es en esa misma ciudad donde Charles Schine (Clive Owen) un agente de publicidad, ve cómo su vida se desmorona a raíz de conocer a Lucinda Harris (Jeniffer Aniston)en el tren; una fría y bella mujer que será el comienzo de la peor de sus pesadillas.

¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por encubrir tu propia infidelidad? ¿Estarías dispuesto a jugarte lo que más te importa, aquello por lo que has luchado durante tanto tiempo? ¿Hasta qué punto el sentimiento de culpa, la traición y el engaño pueden llegar a dominarte?

Con este hilo argumental y basada en una novela de James Siegel, llega a las pantallas el primer trabajo del sueco Mikael Hafstrom como director en Estados Unidos.

Acompañado por el guionista Stuart Beattie (Collateral) y con un presupuesto de 22 millones de dólares, Hafstrom trata de introducirnos en un thriller psicológico con varios guiños a la mítica "Atracción fatal" (Adrian Lyne, 1987).

Una acción que a ratos se antoja más veloz que la propia historia; unas encrucijadas, quizá demasiado extremas para la información de la que dispone el espectador; un guión parco en exceso en determinadas secuencias (se echa de menos a Owen, carne de teatro, con un guión un poco más a su medida) y una historia en determinados momentos predecible; hacen que "Sin control" se quede algo lejos de los thrillers de suspense de los grandes maestros. Quizá en ningún momento esa fuera la pretensión.

Sin embargo hay que decir (es de bien nacidos el ser agradecidos), que en los tiempos en los que corren, "Sin Control" se torna una película que al menos entretiene al paciente espectador, que en muchos casos se ve abocado al más horrible de los hastíos en interminables películas, que muy a su pesar cuentan con excelentes críticas. "Sin Control" entretiene, que no es poco.

Habrá que pedir a Hafstrom, que en su próximo título, dedique un poco más de tiempo a cultivar la delicadeza y sutileza que requiere como principal elemento sostenedor la urdimbre de una tela de araña, para que además de entretener al espectador, lo deje sin aliento.

Fui a ver esta película sin esperar gran cosa, lo único que me llamaba la atención es que por primera vez, iba a ver a Jeniffer Aniston en un papel "dramático" en la gran pantalla, como fiel seguidora de friends que soy y después de ver las infumables películas de todos los demás actores (incluido ella) me llamaba la atención.

Sólo por eso la sopresa fue mayúscula. La película me entretuvo muchísimo, la historia de tan enrevesada es creible. Anguistiosa en algunos momentos, ya que a pesar de todo lo que iba a hacer, coges cariño a Owen, un antiheroe que espabila a base de golpes.

Es una película que a mi particularmente me ha gustado, porque no esperaba mucho de ella. te entretiene, te mantiene en vilo, los personajes están acertados en sus actuaciones, el guión es inesperado, te sorprende... ¿Qué más se le puede pedir a una película?

Vaya, pensaba que iba a ver un thriller emocionante y me encuentro con la tensión altísima. La verdad, la película está bien, el guión tiene varias vueltas de tuerca muy buenas, los actores, bien... Pero, fua: a mi me ha sorprendido, cuando voy al cine procuro no pensar y dejarme llevar, para no estropearme el film (a veces cuesta), pero me han engañado estupendamente. Ahora bien, he salido del cine destrozado: le dan tantos golpes (metáforica y literalmente), es tan gafe, tiene tanta mala suerte; que cuando todo acaba me quedo chafado igual. Con estas pelis, desde mi punto de vista, deben hacer un final un pelín más alegre, más triunfal. Tampoco excesivo, pero debe haber una curva ascendente que te suba un poco el ánimo. No me basta con un gesto de complicidad del policía y un abrazo con la mujer. El protagonista es tan reprimido y callado, que dan ganas de que cante, que se desahogue... Por cierto, no soporto cuando el malo no se termina de morir nunca, que lo encuentras hasta en la sopa. Ah! Se me olvidaba. Joé, menudo susto en el coche con el compañero que iba a ayudarlo, vaya bote he pegado.

Era inevitable que el tren descarrilase: a “Sin control” se le ve el plumero por los cuatro costados. Desde el primer giro es que sinceramente no me creo absolutamente nada, ni el rumor del affaire entre Jennifer Aniston y Vincent Cassel durante el rodaje.

Mikael Håfström pretende realizar un thriller basado en una infidelidad y extorsión posterior haciéndolo creíble con las actuaciones del triángulo formado por Owen, Aniston y Cassel. Pero no consigue ni lo uno ni lo otro al brillar la verosimilitud por su completa ausencia.