Plan de escape

Mikael Hafstrom es un hábil artesano que en 2013 dirigió ‘Plan de escape’, pero esto es lo de menos… Lo importante, lo vital, es ver compartiendo planos a Stallone y Arnold, los dos colosos por excelencia del actioner que, cada uno a su manera, han dejado una huella imborrable en el cine de acción de los últimos treinta años. ¿El resultado? una sensacional mirada atrás en donde el futuro (esa cárcel de cristal y hierro) y el pasado (sus dos veteranos protagonistas, con sus caracteres de llaneros solitarios) se dan de la mano, para lograr un divertimento sustentando en los musculosos brazos de sus protagonistas.

'Plan de escape' es un film filmado sin alardes, con inteligencia en su guión, mezclando el actioner de antaño con el sub-género de fugas de siempre, mostrando paso a paso como se traza un plan para birlar las medidas de seguridad de una tumba mortal creada por la perversa mente de un sobresaliente villano, tan pérfido como elegante. Un villano al que da vida Jim Caviezel.
La película sabe plegarse a la edad de sus protagonistas (Schwarzenegger y Stallone), y estos, no intentan hazañas imposibles, y por ello, es mayor el tiempo de diálogo, y el que tardan en crear su plan de huida, que el que ocupan para pelearse entre ellos, repartir plomo o poner firmes a otros presos o a los guardias. Finalmente, cada uno tendrá sus consabidos momentos de gloria personal.

En definitiva: ‘Plan de escape’ es un divertimento claramente ganador sustentando sobre el carisma de sus dos emblemáticos protagonistas, antaño reyes de la taquilla mundial.

-Lo mejor: El portentoso carisma de sus dos protagonistas que se bastan y se sobran para levantar cualquier film ellos solos. La dirección de Hafstrom. Y el ejemplar villano de Caviezel.

-Lo peor: El descubrimiento final que revela los planes e intenciones reales de Rottmayer (Schwarzenegger) resulta un hecho que hace que el espectador se replantee toda la trama.

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Ni estas dos viejas glorias consiguen hacer que el film merezca la pena. Soy fan del Stallone de los 90 y del Chuache de los 80 y 90, me he tragado todas sus pelis 20 veces cada una y me siguen gustando mucho incluso ahora, que para tragarse "El guerrero Rojo" hay que tenerlos puestos jejeje, pero las pelis actuales como que no pegan, por lo menos Stallone se lo toma en serio pero Chuache es como que no quiere estar ahí.
Pero dejando de lado los actores principales, el guion es terrible, no tiene sentido muchas de las cosas y supongo que por temas de tiempo que aún así dura casi dos horas, pero todo es muy forzado, las incongruencias van apareciendo y pese que que alguna cosilla suelta se va resolviendo por el camino, en general hay muchas cosas colocadas a capón para que les encaje la peli, pero no voy a spoilear.
Es aburrida, no tiene tensión, los personajes son de cartón, el mero concepto de la prisión de super maxima seguridad carece de sentido y cuanto más avanza peores escenas llenas de clichés de los malos se van sucediendo.
Yo prefiero que hagan 10 pelis de "Los Mercenarios" que sabes a lo que te atienes, a una peli sin argumento donde veremos las viejas glorias metiendo tiros a diestro y siniestro y ya está, nada de tramas, nada de guion, solo palos y palos hasta que te canses, genial!, pero esto no, una peli tratando de ser seria que ni es seria ni tampoco hace gracia ni con los colegas.

Una película que trata sobre dos reclusos, ya mayores, encarnados por los actores: Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger. Y su plan para escapar de Alcatraz.

Acción, intriga y aventuras hasta el final.

Para todos los públicos, mayores de 13 años.

Al hablar de Plan de escape estamos haciendo referencia a entretenimiento puro y duro. Así de claro es lo que te vas a encontrar si ves en alguna ocasión esta película. Buenos personajes, los cuales están muy bien interpretados, una historia que nos engancha a ella prácticamente desde el minuto 1 y un final impresionante que te pegará a tu asiento aunque tengas necesidad de ir al servicio.
Sylvester Stallone demuestra la carisma que le añade a sus papeles, a su lado estará un formidable Arnold Schwarzenegger con quien se aliara para trazar un plan de fuga de la prisión en la que se encuentran. Jim Caviezel (el jefe de la prisión) vuelve a desempeñar su interpretación de antagonista como ya hizo años atrás en Deja Vu. Sam Neill (Jurassic Park y Jurassic Park 3) es el médico del lugar.
El film conforme avanza se hace cada vez más llevadero e interesante. Nos ponemos en la piel de los 2 presos en las situaciones más tensas y complicadas.
Buen manejo de los escenarios siendo estos la gran mayoría unos entornos cerrados que provocan verdadera sensación de claustrofobia y de estar atrapado.
Luego en el tramo final es cuando se nos presenta la acción con tiros, peleas cuerpo a cuerpo y explosiones. Todos estos elementos son precisamente muy característicos de las pelis tanto de Stallone como Schwarzenegger. Por eso mismo este es un metraje para entretener con 2 viejas glorias, que pese a tener sus años ambos demuestran que aún les queda cuerda para seguir dando caña en películas como esta.

Tras acabar su legislatura como Gobernador de California en el 2011, Arnold retomó su alicaída carrera cinematográfica. En realidad ya había movido ficha antes, aunque a partir de ese momento buscó papeles protagónicos y no cameos como el de "Los mercenarios" (2010). Stallone, por su parte, andaba resucitando a Rambo e iniciando una saga mercenaria integrada por viejas glorias ochenteras. A su manera, cada uno seguía a su rollo.

Por ello, el mismo año que Arnie nos ofrecía "El último desafío" (2013) y que Sylvestre se juntaba con De Niro para hablar de boxeo, ambos nos vendieron otra película de acción. No obstante, fue un producto especial porque, por primera vez y de manera sostenida, el austríaco formaba tándem con su archirrival de mentirijilla. Una pugna más mercadotécnica que real para alimentar una polaridad encarnada en la boba pregunta ochentera de "¿Y tú de quién eres, de Schwarzenegger o de Stallone?". En el fondo dos comerciantes que vendieron idéntico género dentro del mismo sector. Tontos no eran.

Centrándonos en la historia, orbita alrededor de dos machacas carrozones a los que, por razones que tampoco importan mucho, enchironan en una prisión de altísima seguridad. Como es lógico, ambos deben fugarse, lo que implica organizar un plan de escape. De ahí el más que obvio título.

Para ser honestos, y aunque sus dos talentos distan de estar entre lo más granado del cine, no es una película desastrosa. Tanto Arnie como Sly se portan medianamente bien, a la vez que lanzan algunos chascarrillos de esos que tanto gustan a sus seguidores. Ambos, sea por la edad, por la salud o porque ya se saben dos dinosaurios de otra época, se muestran comedidos y con la soberbia navegando en aguas someras. Amén, claro está, del morbo de ver a dos competidores luchando en comandita contra un enemigo común, que bien que se vendió en su momento.

En general, la cinta no es nada del otro mundo, con roles fuertemente estereotipados y escenas de acción más o menos esperables. Si cabe, se echan en falta diálogos más currados y una historia con más enjundia porque, juntar a dos fieras del negocio para que luego digan cuatro bobadas, es un coste de oportunidad imperdonable. Una ocasión única merecía un guion mucho mejor y no solo confrontar a dos mastodontes arrugados gruñéndose.

El resto es totalmente olvidable. Secundarios que a nadie le importan, música que ni siquiera sabemos si existió, bidimensionalidad de todos los personajes, malos de manual, alguna inverosimilitud y el acto heroico del típico personaje oscuro. Todo muy estándar. Haciendo memoria, recuerdo que la espera y los trailers fueron más interesantes que lo que me encontré, pues parece un derivado de aquel "Encerrado" (1989) que rodó el amigo asilvestrado treinta años atrás.

En resumen, una película tardía, con olor a naftalina, cuyo presupuesto de $50 millones dio una rentable taquilla de $137 millones. Esto, en la primera mitad de los noventa, hubiera sido un petardazo. Pero a las nuevas generaciones ya no les interesa mucho quienes fueron estos dos ni la falsa competición que mantuvieron frente a los medios. La crítica, por su parte, no se anduvo con chiquitas y le zurró de lo lindo. Incluso hay algún Razzie de por medio.