La legión del águila

No le pongo más nota porque, como película, "La legión del águila" es demasiado sencilla, tanto en lo material como en lo argumental. Pero eso no denota fallo alguno pues, en medio de tanto filme grandilocuente en la que los héroes se enfrentan a poderosísimos enemigos para salvar mundos, países, sistemas o lo que sea, es gratificante encontrar, por fin, una historia que no pretende otra cosa que contarse a sí misma, sin aleccionar sobre nada en lo moral ni en lo cinematográfico.

Lo mejor de "La legión del águila", al margen de su efectiva simplicidad, es el hecho muy de agradacer de que trata a todos sus personajes con respeto. En lugar de grandes héroes y terribles villanos asistimos a un espectáculo de hombres enfrentados simplemente por pertenecer a pueblos enemigos o, en el caso de Esca, por haber hecho un juramento tan primigenio y llano como los de cualquier otro guerrero real o ficticio. Ninguno de los personajes muestra, pues, grandes virtudes morales, ni tampoco grandes defectos. No hay lecciones.

Por lo demás, se trata de un buen espectáculo, ejemplar en su estilo -producción sucia, del estilo de "Braveheart" pero sin grandes magnificencias-, y con un desarrollo ágil y preciso que, además de aventura, nos ofrece curiosos paisajes geográficos y humanos. Cualquiera al que le guste el cine de acción, de aventuras e histórico encontrará en esta película la mezcla de ingredientes perfecta.

No deja de ser otra película del montón de las películas de palomitas, que aunque en su día se vendió como la enésima vuelta a las películas de romanos, se ha quedado en el camino que separa Britannia de Roma, es decir, en el medio de la nada.

En cuanto a la película en sí me gusta cómo está ambientada, huyendo de esos romanos impolutos de las películas clásicas, pero por lo demás hace aguas por todos los sitios (empezando por el guión en sí, siguiendo por los "cherokees" escoceses y acabando por la dirección e interpretaciones, que están muy justitas.

Una película de acción bastante práctica y sencilla que entretiene sin muchas pretensiones y que cuenta con un reparto que sin llegar a lucirse hace que la historia sea mas interesante y la dirección de Kevin Macdonald es correcta, tomando en cuenta que la mayor parte de sus trabajos como director son documentales (algunos muy buenos eso si).

Channing Tatum defiende su protagonismo sin mucha exigencia pero el suficiente carisma como para hacer verosímil a su personaje (algo unidimensional) y le acompaña grandes nombres de soporte como los grandes Jamie Bell (un actor muy dotado, siempre versátil y a veces infravalorado) Mark Strong y el "incombustible" Donald Sutherland, una leyenda aún en activo y en plena forma.

El singular paisaje de las Highlands respira, a través de una música propia, en medio de este relato épico de romanos. Los britanos aparecen muy realistas, con su vida tribal y sus ceremonias, como si fueran los indios americanos de 15 siglos después. El argumento es de ideales y sentimientos potentes, pero no se matiza suficiente la diferencia cultural entre romanos y britanos. Ambas culturas estaban en un nivel de desarrollo muy distinto y, sin embargo en la película, hablan el mismo lenguaje y con los mismos valores. Ha faltado pues un asesoramiento histórico y sociológico que hubiera aportado solidez argumental. La historia transcurre con interés todo el tiempo y al final te deja esa sensación infantil de haber visto un peliculón, "una de romanos", pero no te deja mucho transfondo.

Esta película esta lastrada, en mi opinión, por su tráiler y por su titulo. No sabría decir, si es un engaño total, o una metedura de pata total, ya que esperas ir a ver un filme sobre legiones de Roma y te encuentras una historia bastante lenta y tediosa sobre el honor de un romano y sus conflictos para recuperar dicho honor. Quizá radique ahí la cuestión, puesto que desde mi óptica no es lo mismo plantearme ir a ver un filme bélico sobre legiones, que una historia sobre el honor familiar de Marcus Flavius Aquila. Porque luego en casa reflexionas sobre la película, y te das cuenta que no es tan mala como te pareció en el cine, pero pensabas (por lo menos yo), que ibas a ver otra cosa y es inevitable salir decepcionado.