El crack

Siento decirlo: me ha defraudado. Algunas cosas me han gustado, pero en general, en la cinta veo cojera, cojera. Hay destellos de buen cine y muchos minutos de mamarrachada.

Voy a empezar por lo malo: La música, horripilante, no pega ni con cola. Alfredo Landa que es un super actor no lo hace nada bien, está de chiste. Algunas escenas me han recordado las películas del prolífico Mariano Ozores, al que seguro, más tarde que pronto le dedicaremos una reverente crítica. Los fundidos a negro suspenden y la puesta en escena no me convence.

Lo mejor: Manuel Lorenzo, Rocky el Barbero, impresionante. Miguel Rellán, el Moro, excelente. José Bódalo, breve aparición del animal escénico. Destacar las estampas de un Madrid con coches y letreros de comercios de la época.

*Un Prólogo a lo Charles Bronson

El Crack arranca con un prólogo que da buena cuenta de cual será el espíritu de la película a partir de entonces. Nuestro protagonista, un detective privado, se deshace de dos malhechores que pretendían atracar un restaurante (sucio y destartalado) como si fuera el mismismo Charles Bronson o Clint Eastwood en uno de sus thrillers políticos.

Queda patente ya en primera instancia que las intenciones de Garci son las de adaptar el cine norteamericano a nuestras costumbres españolas. Paradójicamente, este primer prólogo parece homenajear las películas de acción de los años ochenta, mientras que el resto de El Crack es un claro homenaje al cine negro clásico.

*El Halcón español

Después del prólogo nos encontramos con una trama detectivesca que nos recuerda a tantas y tantas películas del cine negro de los años cincuenta (no en vano la propia película hace mención al nombre de Humphrey Bogart), aunque con algunas diferencias fundamentales. Por ejemplo, la trama transcurre prácticamente siempre en lugares de Madrid que no son precisamente lujosos, sino más bien barriobajeros. Hay una clara intención de desmitificar la figura del detective y llevar la acción principal al fango y a los ambientes de la clase baja.

Por supuesto, también hay unas intenciones políticas, como es un ataque a la alta sociedad y a sus desmanes, que no son corrientes en el cine negro. Todos los personajes que gozan de un estatus económico alto en El Crack (el Guapo, el padre de la desaparecida y el empresario sádico) son retratados como personas sin moral. En contraprestación tenemos al mundo de las clases bajas, que a pesar de vivir en su miseria, conservan una cierta dignidad (incluso uno de los compañeros que traiciona al personaje principal, se compadece y devuelve el dinero con el que le habían sobornado).

También aparecen en El Crack temas que estaban en el candelero sociopolítico, como es el divorcio o el aborto. La película no se corta un pelo en poner el foco en tramas que retrata con mucha naturalidad.

*Madrid

El escenario por tanto, es también un personaje más de la trama. El Crack es a su manera un homenaje a la ciudad de Madrid, a pesar de que no oculta sus miserias. Para la memoria del cine quedarán los planos con grúa de la Gran Vía, que por otra parte, tienen incluso un componente extra cinematográfico, digamos arqueológico si vemos la película en 2022, que provocan una gran atracción. Es fruto de una España diferente, que en cierta manera es capaz de evocar nostalgia. Hoy en día los ciudadanos de la película se nos antojan casi como extraterrestres, tanto por sus aficiones (el boxeo, las timbas) como por su mentalidad (la reticencia al divorcio, el aborto, etc...)

Y fundamental es también la banda sonora que compone Jesús Gluck, uno de los habituales en la filmografía de Garci, y que con unas pocas notas de piano es capaz de crear una tonadilla que asociaremos con este Madrid gris y con esos planos con la grúa que retratan la ciudad desde el aire.

*Adaptación sin posmodernismo

Pero, y a pesar de que en todo momento se están adaptando las claves del cine negro a España, con todas y cada una de las situaciones vistas en el cine norteamericano, hay que señalar que El Crack no pretende ser una película posmoderna. Es decir, no quiere hacer gala de su autoconsciencia ni utilizar la parodia ni tampoco autorreferenciarse en cada segundo. La seriedad imbuye el cien por cien de sus fotogramas.

*Conclusión

El Crack es historia de nuestro cine. Una película que sin dejar de coger elementos del cine norteamericano, los adapta a los códigos patrios sin recurrir a la exageración o a la autorreferencia constante. El resultado es una cinta que es fruto de su tiempo y que a día de hoy sigue ejerciendo una atracción magnética.

Escrito por Guillermo Sánchez Ferrer

No puedo evitar comparar el personaje de Areta con el de Harry el Sucio: ambos son hombres de pocas palabras, mirada que hiela la sangre, desprecian los criminales, el sistema... Garci ha creado un thriller negro muy a su interesante (aunque rancio) estilo, con todo lo que conlleva: diálogos tan "realistas" que parecen sobreactuados, linea argumental tranquila, de poca violencia y no muchos giros argumentales... algo mejor de lo que esta acostumbrado el género negro en España.

He vuelto a ver El Crack, muchos años después de mi primera visión y estoy sorprendido. La recordaba buena, pero no tan buena. No me he topado con muchas películas de cine negro, ni españolas ni extranjeras, con un argumento tan convincente, donde la historia se desarrolle con tanta naturalidad, con los sobreentendidos justos para que no sea todo muy obvio pero tampoco ininteligible. Alfrendo Landa como Germán Areta fue una genialidad de Garci, porque nadie habría dicho antes de verle que podía hacer ese papel. Rellán y Bódalo, muy bien también, además de Manuel Tejada que aporta su toque de cínica elegancia. Los únicos fallos que le veo son habituales en el cine de Garci. El primero la banda sonora; pese a lo que opina por aqui algún aficionado, entiendo que la música es mala y que irrumpe demasiado en la historia. El otro fallo, también habitual en Garci, es la costumbre de doblar a los actores niños, pero doblarlos por actores de dibujos animados que normalmente son señoras de treinta y cinco años que impostan la voz. Recuerdo otra película de Garci, "El abuelo" que padecía exactamente de los dos mismos defectos. Con todo, los aciertos son infinitamente más numerosos, desde la escena inicial, que no me extrañaría (cociendo su cinefilia fagocitadora) que hubiera inspirado a Tarantino una escena muy similar en Pulp Fiction, hasta el desenlace en Nueva York.
Un diálogo de la peli (aunque es verdad que no es una película en la que se hable demasiado):
Areta: Tuerto, ¿cuando te vas a quitar ese parche y te vas a poner un ojo de cristal?
Tuerto: No te creas lo que dicen, Germán, no se ve nada con ellos.

El crack de José Luis Garci es un film de intriga y cine negro basado en un detective privado al que un empresario le encarga que encuentre a su hija desaparecida hace 2 años, y a medida que avanza en la investigación se da cuenta de que hay muchas presiones y complicaciones que lo rodean. Dirigida con un ritmo lento y con un estilo personal lejos del arquetipo de cine español de la época, es una obra bien trabajada que se centra en hacer cine y no espectáculo, tocando como base ciertos detalles de cine negro americano y drama pero con firma de cine y personajes españoles que dan autenticidad al film, concluyendo una película impecable en todo aquello en lo que se propone serlo aunque no es apto para los buscadores de cintas más frescas y comerciales por ser bastante espesa en su exposición.
La fotografía es alusiva y hace gran uso de los claroscuros logrando un sombrío trabajo que es estéticamente apropiado para lo que ofrece en sus competentes e incluso portentosas imágenes con algunas escenas impactantes. La música es melódica y dulce en un agraciado acompañamiento musical que solo es usado en contadas ocasiones, mostrando ritmos apropiados para la trama. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica personal mediante el uso de la cámara en mano, seguimiento, reconocimiento, avanti, primeros planos, tercera persona, plano-contraplanos, subjetivos, primerísimos y circulares en una labor que se centra en sacar lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son soberbias y muy acertadas. Como protagonista absoluto Alfredo Landa está íntegro y remarcable en un sobrio papel, siendo cumplidoras las interpretaciones de María Casanova, José Bódalo, Manuel Tejada, Miguel Rellán, Manuel Lozano y Raúl Freire. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y humildes según el personaje en una buena labor que te transporta al momento y lugar en cuestión junto con los oportunos decorados de interiores y los exteriores.
El guion, escrito por el director junto con Horacio Valcárcel, es profundo y enrevesado en una trama llena de indagaciones, cumpliendo con un implacable trabajo que logra crear una atmósfera oscura y turbia muy apropiada en lo que se ofrece y que contiene esos detalles cinematográficos de Garci al centrarse en hacer cine y no un mero pasatiempo. Esto se lleva a cabo con una narrativa intrigante y en ocasiones insidiosa según el personaje, que es algo oscura e insinuante en una gran labor que es de lo mejor del film. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo en exponer sus personajes y trama en sus dos horas de duración.
Concluyendo, la considero una obra profunda y particular del director que ofrece cine del bueno sin complejos y un entramado de cine negro pero español que no pasará desapercibido por los cinéfilos más exigentes y seguidores del director. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, planos, movimientos de cámara y narrativa que convierten a El crack, en un film notable en la filmografía española.