Dublineses (Los muertos)

Acabo de ver por quinta o sexta vez esta obra maestra absoluta del cine universal. Para mí la última obra maestra de la historia del Cine, y esta es una humilde opinión que no tenéis por qué compartir.
Por quinta o sexta vez he vuelto a llorar de emoción, tristeza y alegría a la vez gracias a ese prodigioso final, protagonizado por Donal McCann y Anjelica Huston.
Cómo se puede llegar a ese prodigio final a través de una canción, una confesión y una reflexión sobre la muerte y nuestro destino final es algo indescifrable para mí. Cómo a través de algo tan simple, sencillo y sincero se pueden alcanzar cotas de maestría tan inigualables.
Será que era John Huston.
Será que me estoy haciendo mayor.
Será que es una obra mayor.
Por favor, no os quedéis con que los primeros 60 minutos son aburridos, no dicen nada, están llenos de diálogos intrascendentes.... No os quedéis en la superficie. Rascad un poquito..., y encontraréis la grandeza de la vida... y de la muerte condensados en 80 minutos inigualables.

Ultima película del gran Huston, quien la rodó ya enfermo de muerte.
Es un digno testamento cinematográfico, aunque creo honestamente que está sobrevalorado. El hecho de ser su último film, quizás le ha proporcionado una fama de película excelente, que no lo merece. Está bien, se ve fácil y no cansa, fundamentalmente por su corta duración (no llega por poco a la hora y media).La puesta en escena es elegante y la ambientación es perfecta. Vestuario, fotografía y dirección artística, están plenamente conseguidos. Y como es normal en Huston, los intérpretes, muchos de ellos que provienen del teatro, lo hacen muy bien, sobre todo las damas de más edad, todas ellas estupendas.
Sin embargo, la historia, a pesar de ser de, nada menos, James Joyce, tiene una carencia de garra notable.
Así, se ve la película tranquilamente. No hay nada estridente ni comportamientos fuera de lugar. Algún hecho que podría haber derivado en algo más vehemente, algún diálogo con doble sentido, más allá de las pequeñas y casi cariñosas puyas de Mr. Browne a Freddy Malins...pero, en definitiva, demasiado tranquilo para mi gusto.
Y llegado al punto en que la protagonista, una excelente Anjelica Huston, le cuenta al marido el secreto de su juventud, una vez oído lo cierto es que no es para tanto, o quizás sí, per no narrado así, con placidez, resultando algo apagado, por mucho que se quiera demostrar la tormenta interior que esa confesión desatará en el marido. Ya la película finaliza en ese punto, dejando todo ¿igual que antes, o completamente diferente? ¿La vida seguirá para ellos como si tal cosa, o habrá cambios drásticos?
Lo cierto es que a mí, tras ver la película, me daba igual. No había simpatizado demasiado con el argumento. No me había involucrado, esa es la verdad.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2006/10/dubliness-dead-gran-bretaa-irlanda-usa.html

Debe ser una buena adaptación del libro, pero seguramente te hará pensar has perdido un poco el tiempo con esta película. No puedo decir que esté mal hecha, ya que es indiscutible que la ambientación es perfecta y el reparto es excelente, pero la progresión es lentísima y no te atrae a la pantalla.

A punto de pasar al otro barrio, John Huston se olvida del pragmatismo mercenario con que filmó tantas películas, se pone el traje de autor en el sentido más europeo y se arma de un positivismo casi de academia filosófica, como aquel con el que hizo su semiolvidada pero impresionante película de boxeo Fat City. Cuenta para ello con un guión, firmado por su hijo Tony, de una fidelidad quasi religiosa al último cuento del Dublineses de Joyce. Huston da una lección de ritmo narrativo en historia coral, haciendo ameno el anodino transcurrir de una fiesta familiar burguesa de principios del veinte y prepara con ello el ambiente para que el personaje de Gabriel, lo más parecido a un protagonista con que cuenta la historia, se sumerja, de vuelta en su habitación con su esposa, en la profunda reflexión existencial a que le ha conducido la mujer con su recuerdo a un antiguo novio muerto.

La última aportación al cine, del director John Huston, nos presenta una obra basada en un relato corto del escritor irlandés, James Joyce. La historia desmenuza una velada con cena y baile, donde los personajes muestran una actitud distendida, conciliadora y amistosa.

Su director consiguió ofrecernos un relato bien cuidado, sabio; rodeando las certezas de unas vidas que en la intimidad muestran otras realidades.

Corta en su duración, se alarga en pequeños detalles que seducen por su magistral sencillez.