El lobo de Wall Street

Por películas como esta es por lo que a los que nos gusta el cine, creemos que otro cine es posible.

Esto es la definición de cine en todos sus aspectos. Guion, dirección, actores, fotografía, producción, ritmo... todo cuadra a la perfección, como un reloj suizo.

Es una obra maestra, capaz de hacer llorar de risa ante situaciones que son para llorar, y no de risa precisamente.

Disfrútenla señoras y señores.

"El lobo de Wall Street" es Leonardo DiCaprio. Sin Leonardo DiCaprio interpretando (o transformándose) en Jordan Belfort esta película no sería lo mismo ni de lejos. No nos embaucaría de la manera que lo logra, ni sería tan poderosamente divertida (o asquerosamente divertida según se mire).

Trata infinidad de temas (ambición, amor, sexo, drogas, corrupción, mafia, engaño, traición, cambio de personalidad inducido) dentro de un círculo vicioso como son las fiestas y las ventas que se llevan a cabo. Entre medias están los discursos motivaciones de DiCaprio (absolutamente de Oscar) y sus pensamientos y acciones que vemos y no vemos plasmados en una voz en off a lo "Uno de los nuestros" o "Casino".

La diversión es constante. Es un encadenado de escenas desternillantes una tras otra (exceptuando el tramo final en donde se cuela una pizca de drama). No parecen aplastadas ni metidas con calzador, pues la duración de tres horas le da tiempo a introducirlas y hasta ordenarlas dentro del desafse prolongado a la que la vida de Belfort está sujeta.

Esto nos da lugar al título del año sin dudas, una gran película como hacía tiempo que no veía. Un rato ameno y divertidísimo.

Martin Scorsese convierte en oro todo lo que toca. Tras demostrar que no necesita lenguaje soez ni violencia para arrasar en las críticas con la espectacular Hugo, el mítico director regresa a un mundo cruel plagado de vicios, violencia y corrupción.

La película nos cuenta la grotesca historia de un agente de bolsa que llegas hasta los más alto estafando sin ninguna compasión al pueblo americano mientras su adicción por las drogas y el sexo crece. Este personaje es real, aunque la película obviamente haya sido dramatizada para causar un mayor impacto en el público. Este hombre es Jordan Belfort. De su biografía nace este filme.

Las interpretaciones son magníficas. Por un lado tenemos a un cada vez más entregado Leonardo DiCaprio, que muy posiblemente estrene su palmarés en los Oscar con esta película y que sigue reafirmándose como uno de los mejores actores del siglo. Por otro lado tenemos a un genial Jonah Hill que sigue demostrando que vale para algo más que para las comedias aunque esto ya lo demostró en la película Moneyball donde realizó una interpretación igual de buena que en El Lobo de Wall Street. En la película salen otros actores que realizan papeles bastante aceptables como Jean Dujardin, Jon Bernthal o Margot Robbie, pero por detrás de Leonardo y Jonah el mejor es el fantástico Matthew McConaughey. En los escasos diez minutos que aparece demuestra que el dicho: ‘no hay papeles pequeños, solo actores pequeños' es totalmente cierto.

En conclusión vaya a verla. Siempre y cuando no le importe pasar tres horas escuchando palabrotas y viendo escenas de sexo.

Le pongo un 5 porque no creo se merezca el suspenso, por la parte técnica por ejemplo y porque algo cuenta aunque sea poco. Pero vamos, no se merece la nota que tiene. A lo sumo le pondría un 6 si durase menos, que sería de agradecer, porque para lo que quiere contar una hora y media va de sobra.
DiCaprio hace un buen papel, aunque un poco sobreactuado, lo mismo que en el aviador, con la diferencia que el personaje de esta última tenía un poco más de complejidad y eso daba quizá un poco más de juego. McConaughey en su breve papel todavía mejor que dicaprio.
La película empieza con un ritmo frenético y con una sensación engañosa de que estás viendo una buena peli, pero a la hora u hora y media se desinfla siendo todo muy repetitivo y decepciona ver cómo los personajes no dan más de sí y que no se profundiza en ellos.
Al final se trata de unos personajes sin escrúpulos, drogadictos, enganchados a las drogas, a los excesos, y cómo no, al dinero. En sí todo esto da argumento por qué no, pero el hecho de que no sea una película destacable es porque se queda ahí, los personajes no tienen nada más que ofrecer, son personajes simples, planos, y no creo sea culpa de nadie, probablemente en la vida real sean así y Scorsese ha querido ser fiel a la realidad. En ese caso no hubiese estado mal dejar de ser tan fiel y añadirles algun matiz, algo que nos haga ver que no sólo son unas personas detestables sin más.

El punto de vista o la idea de la película está bien. Es curioso ver todo el despilfarro y la fama hipócrita de esas clases altas de USA ligadas a la banca y la especulación. Lo que ocurre es que se hace demasiado cansina, como si el director pretendiese meter con sacacorchos esas ideas en la mente de los espectadores. Está bien que se transmita eso, pero que se haga con más sutileza, sin caer en repeticiones baratas a falta de un guión aceptable ni en obviedades tras obviedades durante tres horas. Si pretende ser una comedia negra, hay momentos demasiado absurdos y esperpénticos para tomárselos a pecho. No provoca risa ni pena, más bien indiferencia por tanta mediocridad y pretensión.