Al borde del abismo

Relata la película las desventuras de Nick Cassidy (Sam Worthington), antiguo policía, encarcelado injustamente y que logra huir para dirigirse al Hotel Roosevelt de Nueva York. Una vez allí se sube a la cornisa de un alto piso amenazando suicidarse ante la gran expectación del gentío que se agolpa abajo, y sobre todo frente a la zozobra de ciertos personajes que guardan grandes secretos. Paralelamente, se desenvuelve un plan urdido de antemano entre Nick y su familia para desenmascarar a quien se lo ha quitado todo.

Aunque sé que no tiene buenas críticas, sin embargo yo opino que este film te mantiene colgado de la cornisa, o sea sentado en tu butaca, todo el metraje, pues se trata de un complejo rompecabezas con ritmo y tensión. No diré que es la gran película de siempre jamás, pero es enérgica, intensa y absorbente.

La dirección de Asger Leth es más que aceptable con buen guión de Pablo F. Fenjves, al que acompaña una música aceptable de Henry Jackman y un fotgrafía buena de Paul Cameron. El montaje es muy acertado y buenas las interpretaciones de Sam Worthington y Elizabeth Banks, así como el resto de actores que acompañan con profesionalidad la acción y la intriga de esta cinta.

En resolución: si no la ha visto, se la aconsejo a modo de entretenimiento como thriller policíaco de acción, con buena puesta en escena y entretenida, pero sin analizarla en exceso.

'Al borde del abismo' es un film trepidante y con un excelente ritmo. Así, desde el momento en el que John Walker sube a la cornisa del Hotel Roosvelt se pondrá en marcha toda una montaña rusa de acontecimientos. Acontecimientos que llevarán al espectador/a a conocer los motivos reales que han impulsado a este hombre a intentar suicidarse. Y es que este no es un suicidio “normal”. Aquí hay mucha tela que cortar y el “suicidio” simplemente es el punto de partida para el estallido de una serie de sucesos que mantendrán al espectador/a sentado en su asiento mientras recuerda films como 'Misión Imposible' o series como 'Prison Break'...

Es inevitable que, en el film, además de grandes dosis de acción, encontremos también por su temática de hombre impulsado a suicidarse (aparentemente) cierta crítica a la sociedad actual. Critica plasmada a través de determinados personajes de la película y de los espontáneos que se concentran abajo del edificio para presenciar “el show”. Tenemos de todo en un reflejo un tanto rápido de los personajes de nuestra sociedad.
Tampoco podemos visionar esta cinta del por entonces debutante en la dirección Asger Leth sin recordar, por ejemplo, el film ‘Tarde de perros’ que Sidney Lumet dirigió en 1975. Es claro que la cinta de Lumet tenía unos personajes muchísimo mejor desarrollados (aquí prima más la acción pura y dura) pero como expongo, el “show” que se monta a los pies del Hotel Roosvelt, nos hará recordar ese film protagonizado por el mítico Al Pacino, de hecho, incluso uno de los personajes que presencia el suceso pronuncia varias veces una frase que también pudimos escuchar en el film de Lumet: “¡Acordaros de Attica!”… en clara referencia al sangriento incidente ocurrido en la cárcel de neoyorquina de Attica en 1971. Clarísima crítica al poder y a ciertas maneras de resolver los conflictos a golpe de mano armada…

Encabezó el reparto Sam Worthington como John Walker. No soy precisamente un fan de Sam Worthington más bien al contrario… Sin embargo, en esta película está por encima de su nivel habitual y no me desagradó para nada, de hecho, para mi esta es fue una de sus mejores actuaciones. Un trabajo más que correcto.
Dándole la réplica al otro lado de la ventana tuvimos a Elizabeth Banks en el papel de la Negociadora Lydia Mercer. Elizabeth Banks es una actriz bastante competente y que aquí cumplió a la perfección con su rol. La he visto en películas de diferentes géneros y nunca ha desentonado más bien al contrario.

En definitiva: El debutante Asger Leth firmó en este su debut una entretenidísima y trepidante película que capta la atención del espectador desde el principio hasta el final. Una película que contó con la acción y la intriga como sus principales bazas.

-Lo mejor: La trama del film. Sam Worthington por encima de su nivel habitual.

-Lo peor: El estado físico de Ed Harris que parecía delicado de salud cuando rodó esta película.

-Más en: www.cineycine.com

Una película con un buen ritmo y las suficientes sorpresas para tenerte enganchado y tratar de descubrir qué pretenden y cómo piensan conseguirlo.

Es agradable ver una película con una buena historia bien construida en lugar de muchos efectos especiales. Si es lo que buscas, te la recomiendo.

Le he encontrado un parecido con Negociador (1998), por tener un personaje similar que es un ex policía que quiere demostrar su inocencia a toda costa habiendo un par de "compañeros" corruptos de por medio, en este caso el personaje de Sam Worhtingot no duda en subirse a la cornisa de un edificio para llamar la atención y de paso "asegurarse las espaldas" mientras lleva a cabo un audaz plan para aclarar su caso.

Al borde del abismo es un thriller de lo más facilón y comercial. Lo segundo no es malo en absoluto (de hecho, es su mejor virtud), lo primero es algo peor porque no dice mucho en pro de la originalidad y valía artística de la propuesta.
Con todo, la película de Asger Leth es un espectáculo de lo más entretenido, de esos para pasar un rato de evasión pura y dura en el cine con unas buenas palomitas. No tiene gran profundidad, no nos cuenta una historia demasiado elaborada, pero el caso es que la cuenta bien, con ritmo, y aprovechando el talento y la presencia de su conocido reparto, en el que destacan nombres como los de Sam Worthington (en pleno pico de su popularidad post- Avatar, que es de suponer que resurgirá de nuevo con las secuelas de la fantasía mastodóntica de James Cameron), Elizabeth Banks, Ed Harris, Jamie Bell, Edward Burns o Anthony Mackie.
Correcta e inteligente a la hora de aprovechar y maximizar sus recursos.

Lo mejor: Es entretenida y funciona. Su reparto es popular y hace un buen trabajo.
Lo peor: No es nada del otro jueves.