Stalingrado

Normalmente, cuando veo una película por segunda vez, fijándome más en los detalles, si es buena, me parece aún mejor. No es el caso de este film alemán, lo que quiere decir que la primera vez me pudo sorprender, pero que en un segundo visionado, 16 años después, le he visto lagunas, que no errores.
Es cierto que cuando no conoces a los intérpretes, te es más difícil identificarlos, pero el relato induce continuamente a la confusión de los mismos. Tampoco es muy lineal, y se producen muchos saltos, personajes que aparecen y desaparecen, en fin, un tanto embarullada.
También, y en su favor, hay que hablar de la dificultad que se requería para hacer multitud de tomas, y en ese sentido, sale el director muy airoso. La ambientación también está muy conseguida.

El cine bélico Alemán no tiene desperdicio, poco cine existe sobre el frente Este de la 2ª Guerra mundial y esta da buena cuenta de la barbaridad ocurrida en Stalingrado con un millón de bajas y posible punto de inflexión de la guerra en sí.

Un poco lenta y quizás con demasiadas casualidades en el guión pero muy bien contada desde el punto de vista del protagonista, se puede decir que es un relato en primera persona que nos sumerge en de lleno en esta batalla.

Existen varias escenas sobresalientes: los primeros ataques para tomar un edificio de Stalingrado y otra en la que un puñado de hombres hacen frente a los blindados soviéticos.

Vale la pena señalar que una cosa eran los cabrones de las S.S., que se encargaban de los diferentes campos de concentración y de exterminio y otra el simple soldado alemán, al cual solo se le alentó todo el tiempo con palabrería y mentiras.
Mucha gente suele referirse al ejército alemán de esa época como "monstruos asesinos", pero en realidad éstos eran minoría en el ejército.
Bien es cierto que existían los llamados "Sonderkommandos", pero éstos también pertenecían a la S.S.
En la batalla de Stalingrado el sexto ejército aleman entero fue destruido, el cual se componía de 250.000 soldados, mientras que los rusos sufrieron mucho mas catastróficas aún, las cuales solo pudieron ser abiertamente calculadas después de la caída de la Unión Soviética, estimadas en dos millones de personas, entre civiles y militares, ya que a la población civil se le prohibió huir de la ciudad antes de la llegada de los alemanes.
La película retrata con veracidad y crudeza el sufrimiento del soldado alemán, lejos de su patria, el cual va perdiendo gradualmente cualquier esperanza en poder escapar con vida de aquel infierno.
No se la pierdan.

Coral, cruda y muy humana, es una mirada fría y elegante que evita caer en el sentimentalismo barato y edulcorado tan común en las películas de Hollywood, dándole un significado real a aquella frase de Paul Valéry "La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran".
No tiene esos personajes "simpáticos", no se creen dueños de la verdad, no se definen a los "buenos" y a los "malos", los lugares comunes se caen dentro de esta propuesta, y sin embargo se ve la película con un clasicismo cinematográfico de buena ley.
Actuaciones correctas, escenas de acción sin un ápice de exageración (algunas de ellas de las mejores que haya visto de este género), tiene la virtud de tocar al frente este de la II GM, Stalingrado, y además con voz Alemana, un reto completo y de visión inolvidable.

"Stalingrado" es una de las mejores películas del cine alemán reciente. Realizada por Joseph Vilsmaier 50 años después de la batalla más cruenta de la Segunda Guerra Mundial, el film trata sobre cuatro soldados alemanes que participan en el infierno más absoluto; cuatro soldados con los que empatizamos facilmente, y ese precisamente es uno de los mayores logros de la película; normalmente en las películas de la Segunda Guerra Mundial vemos a los alemanes como seres crueles, cuando en realidad hubo de todo. Te llega facilmente la sensación de irracionalidad del conflicto, e incluso el frío de Rusia, que condenó una vez más a un ejército poderoso (siendo el primero el de Napoleón).

Es una película recomendable, y creo que sería bueno compaginarla junto a "Enemigo a las puertas" de Jean-Jaques Annaud. A veces pienso que el género bélico debería tirar aún más por el filón de mostrar ambos lados con humanidad, incluso al tratar la Guerra Civil Española -nuestro, de momento, capítulo espinoso de la Historia de España.