Wanted (Se busca)

El papel habla y toca estar callado porque puede cortar. Era inconscientemente ajeno a “Wanted” hasta que vi a un señor traspasar un ventana con cada centímetro de su cara y saltar como un agente de “Matrix” hasta el infinito y más allá. ¿¡Qué era eso!? Lo había olvidado aunque sabía que su perpetrador era Timur Bekmambetov, el autor de obras ‘incontestables’ como “Guardianes de la noche”, ¿la película fantástica más discutida del siglo pasado? Obviamente no me acerqué a su secuela diurna, “Guardianes del día”, por temor a convertirme nuevamente en cenizas… Y lo había olvidado, había olvidado aquella secuencia hasta que una conversación con personas prácticamente desconocidas salió el ‘code name’: “Wanted”… ¡Y hablaban bien de ella! Aunque también hablaban bien de “Ali G anda suelto”… y yo sólo soy fan de “Borat”.

Pasó el tiempo y no sé cómo vi los morros de la Jolie pero los vi… Los primeros diez minutos de “Wanted” son un ‘po**azo en la cara’ del espectador. Una carta de presentación que pasa por impactar y golpear con todo lo que tiene a mano bajo los designios de una hiperbólica versión de “Matrix” sin Matrix. Es la mayor tomadura de pelo, insulto final y vejación visual que uno puede ver. Pero, pese a esa humillación mental, funciona. ¿Síndrome de Estocolmo y noqueo por falo visual? ¿Aberración del espectáculo bajo el mandato de lo ridículo como broma macabra y escupitajo al género? Lo que puedo decir es que “Wanted” me violó visualmente y me quedé impasible mientras lo hacía.
Lo conté pero nadie me creyó. Pensaron que estaba loco.

Y es que “Wanted” es tan atrevidamente ridícula que cualquier parecido con la realidad es impura coincidencia. Desligada de todo aquello que pudiera ser creíble llega lo increíble, pero lejos de afirmar que la película de Timur Bekmambetov es una fantasmada y un videojuego extrapolado a la filmación cinematográfica llega a rebasarlo al límite. “Wanted” es un tsunami visual y argumental como broma directa a nuestra cara, como un glande que choca directamente con nuestro rostro para quitarnos cualquier atisbo de orgullo. Y sin orgullo tan sólo queda reír y aplaudir, reírse de uno mismo tal y como propone la película del director de “Guardianes de la noche”. Pero esta al final hay premio: ‘The Little Things’ de Danny Elfman

Alguien me dijo una vez que La guerra de las Galaxias no le gustaba porque "tenía mucha fantasía".
Si vienes a ver una historia sesuda, coherente, real, y para enriquecerte el espíritu, sal por patas, te has equivocado de sala. Pero si por el contrario quieres disfrutar de una historia trepidande, adrenalínica, que te ponga como una moto (que hay momentos para todo), métete en esta cinta, sin complejos, con palomitas y toda la peña, y si alguien pregunta dile que has disfrutado como un loco y que has salido del cine saltando las butacas y jugando a pistoleros pegando tiros con efecto.
Si después te da mal rollo reconocer que te ha gustado, te desintoxicas viendo una de Ingmar Bergman.

Unos efectos especiales realmente admirables. Sin duda lo mejor de la película.

Sí, las balas cogen efecto. Pero como existe algo que se llama imaginación, se podría llegar a entender. Es más, a mí me ha sorprendido mucho, me ha gustado, nunca me lo había planteado.

El argumento.... bah... regulín regulán... las actuaciones bien... sin mucho que decir.. al chico protagonista no lo conocía y me parece que tiene una buena actuación.

¡Cómo echo de menos La Jungla de Cristal...! Será la película de acción patriótico palomitera y sin sentido repleta de toda la violencia innecesaria que queráis. Pero es una película que solo busca entretener y que tiene una de los mejores guiones del cine de acción. Carece de toda pretensión, y tiene algunas de las mejores secuencias de acción del cine moderno.

Y cada vez pierdo las esperanzas de que el cine de acción me vuelva a sorprender como La Jungla (aún lo hace). Creo, a riesgo de equivocarme, que solo Matrix y La Saga de Bourne han sido las grandes renovadoras del cine de acción de los últimos años (y dejadme poner Transformers... ¡porfavorporfavorporfavor...!). Wanted, si bien ofrece una acción continua, trepidante y machacante, no ofrece nada nuevo.

Decían que para ver Wanted tenía que desconectar, tenía que olvidarme de cualquier sentido posible. Así lo hice con Transformers, y me funcionó estupendamente. Pero no ha sido así con Wanted. Una cosa es que el propio director no se tome totalmente en serio la película, por lo que el espectador tampoco, y otra es que intente hacerla parecer fallidamente por algo más. No es que Timur Bekmambetov intente darle seriedad al conjunto, pero sí una sensación de calidad. Y falla.Wanted deambula entre lo lógico y lo irracional, lo simple y lo alocado, lo exagerado y lo comedido, la gracia y lo absurdo, el exceso y la contención, la realidad y la ficción, lo asombroso y lo bochornoso, la pausalidad y la rapidez, lo completo y lo hueco, la calidad y la comercialidad. Y no se acaba por aclarar. Por momentos consigue alcanzar una cotas de calidad, increíbles, pero eso se convierte en un mero sueño pasajero, porque enseguida todo el guión pierde el sentido y la razón, y se convierte en una sucesión de tiroteos, peleas y machaca-huesos al cual más brutal. A medida que se acerca el final el conjunto desentona más y se vuelve aún más rápido y precipitado, contándonos multitud de sucesos en escasos quince minutos.

Por si fuera poco, toda la película es un constante dejá-vù: Matrix es la peor parada, pero también copia descaradamente a películas como La Sombra (esas balas que chocan entre sí), a La Jungla de Cristal (ese héroe sangrando que no muere nuca), a James Bond (la tía cañón)... Por eso mismo la sobresaturada acción hay momentos en los que ni me sorprende: ya la he visto.
spoiler:

En estos casos me gusta dejar una cosa clara: me encanta el cine de acción, lo he seguido de cerca, lo sigo y lo seguiré en el futuro, y lo respeto porque creo que hacer una secuencia memorable es tanto, o más dificil que la de cualquier otro género. Partiendo de que soy poco sospechoso de ser uno de esos con un concepto reduccionista del cine, les diré que esta película debe ir al cesto de los papeles arrugados, del que nunca debió salir. Un papel arrugado debió ser el guión de este producto, que mezcla elementos de una forma increiblemente desnortada y nace muerto, falto de la chispa o del humor que caracteriza a los clásicos. Un papel arrugado debió ser también la carta de recomendación del sujeto que dirige esto; el cine de acción no es solo una sucesión de saltos, carreras y tiros bien coreografiados, sino que implica una concepción amplia (y sabia) del medio, porque un buen videoclip lo pueden dirigir bastantes personas, pero no así una buena película. En definitiva, los únicos papeles no arrugados son los cheques de los encargados de efectos especiales, solventes pero muy absurdos y con una violencia explícita fuera de lugar (vuelvo a recordar que no me escandalizan las escabechinas, pero es que esto...). Respecto a los actores, McAvoy pone pundonor y Jollie y Freeman ponen los morros, las canas y sobre todo el cazo con el símbolo del dólar. Sinceramente, yo ví la película sin pasar por caja y me alegro: no puedo asumir que Richard Donner o McTiernam se las deseen para hacer películas y a este pollo le financien un producto tan carente de alma, que no llega ni siquiera a la honorable categoría de "película de tiros entretenida"