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Por trece razones (Serie de TV)

Serie de TV. Drama. Intriga Serie de TV (2017-2020). 4 temporadas. 49 episodios. El adolescente Clay Jensen (Dylan Minnette) vuelve un día a casa después del colegio y encuentra una misteriosa caja con su nombre. Dentro descubre una cinta grabada por Hannah Baker (Katherine Langford), una compañera de clase por la que sentía algo especial y que se suicidó tan solo dos semanas atrás. En la cinta, Hannah cuenta que hay trece razones por las que ha decidido quitarse ... [+]
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Críticas 164
Críticas ordenadas por utilidad
8 de mayo de 2017
286 de 318 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace siglos que no escribo, pero estoy viendo un enfoque muy peligroso y me veo obligado a opinar.

Ojo, mucho ojo con la serie, con quien la ve y como la interpreta. La serie me ha parecido muy buena, desgarradora como pocas, y me ha dejado pero que bien jodido. No voy a recomendar verla ni no verla, pero creo que quien la vea debe ser una mente madura y con un gran juicio crítico. Si se malinterpreta puede ser muy peligrosa.

Por favor, no sigáis hablando de Hanna como una heroína. Relatar en 13 cintas 13 razones para suicidarte denota un serio problema mental, que tiene que ser tratado por especialistas y que hoy día, gracias a Dios, tiene muy buenos resultados. Soy tan imparcial que respeto todas las decisiones del mundo, pero por favor, que nadie considere que suicidarse es una forma de castigar a los que te han hecho daño. Los mayores castigados son los seres que te quieren, que te aprecian, y cuyas vidas destrozarás para siempre. Los que se encargado de joderte suelen ser bastante hijo putas y saldrán adelante, más tarde o más temprano. Los que nunca lo superarán son los que estaban a tu lado. Con lo cual por favor, dejad de tratar a Hanna como a un personaje heroico. Se podrá respetar más o menos su decisión, pero ni es heroica ni tiene la capacidad para apreciar las cosas con claridad, pues sufre una enfermedad. Incluso considerando que el suicidio es una opción libre de quien quiera ejercerlo, el personaje que retrata la serie no corresponde a ese caso. Corresponde a un desequilibrio mental del que es victima mucha gente y tiene que ser tratado.

Hay 10 razones que son completamente absurdas. Es como comparar que se te pierda un lápiz con que te arranquen las tripas. Esas 10 razones las viven más del 95% de las personas, y aunque no están bien, no son ni de lejos una causa para suicidarte. Por supuesto que hay que perseguir el Bulling, castigarlo y erradicarlo, pero jamas esgrimirlo como una razón para el suicidio. Por otra parte, desafortunadamente el Bulling es mucho más brutal que lo que se muestra en la serie. El Bulling muchas veces consta de agresiones físicas, humillaciones públicas mucho más severas, acoso constante, premeditado, y ejercido por una o varias personas focalizadas contra una más débil, aislada e indefensa. Lo que le sucede a Hanna en los 10 primeros capítulos son conflictos sociales que prácticamente toda persona, vivirá, una o varias veces en su vida (amor, desamor, traición, decepción, aislamiento social...). Por supuesto que hay que luchar contra ello, pero nunca jamas mediante el suicidio. Así no se resolverá. Lo que hay que hacer es luchar de manera activa y constante para cambiar esos defectos de la sociedad, no quitarse la vida.

Quitando esas 10 razones, hay otras 3 hasta llegar a la 13 que son temas muy serios. De nuevo se aprecia un problema de personalidad en Hanna al ser capaz de hablar de 13 razones como si formaran parte de un todo. No es así, hay 10 razones que aunque en la adolescencia son jodidas, no justifican para nada sentirse tan mal como ella se siente, y luego 3 razones que no pueden estar en esa misma lista, ya que la gravedad de estas últimas es infinitamente mayor. De nuevo, cualquier persona que se vez envuelta en cualquiera de esas 3 últimas razones lo que deber hacer es buscar ayuda especializada para superarlo y denunciar los hechos para que se tomen las medidas legales que correspondan.

Me preocupa mucho que la propia serie, y muchas opiniones que estoy leyendo, parecen culpar a otros de un acto como el suicidio. Si alguien me hace algo es culpable de lo que me haya hecho, pero no de mi suicidio. Ojo con ese enfoque que puede ser peligrosísimo. Si alguien me humilla es culpable de humillarme, y en función del grado de humillación deberá pagar, desde una multa, si la humillación ha sido leve, hasta con muchos años de cárcel o prisión permanente en caso de humillaciones graves, pero no va a pagar por mi suicidio. Solo existe condena por suicidio en lo que se llama “inducción al suicidio”, que consiste en influir, ayudar o presionar a alguien directamente para que se suicide.

Por último quiero volver a recalcar, suicidarse NO es una forma de denunciar que se nos ha dañado, que se han cometido delitos, y de pedir un cambio. Es una forma de acabar con tu vida, de no tener una segunda oportunidad, y es someter a un infierno a tus seres queridos. Hanna no es ninguna heroína. Es una víctima de una enfermedad mental que debe ser tratada, y una victima de situaciones horribles que deben ser denunciadas.

Los temas que aparecen en la serie son enormemente complejos desde el aspecto psicólogico, mental y social, y hay que tener mucho cuidado de que en ningún momento se puedan interpretar con un idealizado romanticismo de heroicidad o lucha contra la injusticia. Eso no es así, esa no es la vía, esa no es salida, esa no es la solución, eso no ayuda a mejorar tu vida ni la de tus seres queridos. Eso es una cabronada para Hanna, para sus padres, otros familiares de cualquier grado, y para sus amigos.
Elias15000
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9 de abril de 2017
245 de 321 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 10 años que llevo registrado en Filmaffinity he estado tentado más de una vez de escribir una crítica sobre alguna de mis pelis o series preferidas, pero siempre me echaba atrás un pensamiento: ¿qué puedo decir yo que no hayan dicho grandes colaboradores? Con 13 Reasons Why me he visto por primera vez obligado a intentar plasmar mis impresiones de una serie que me ha causado un impacto tan profundo como pocas.

La trama es aparentemente simple: el protagonista, Clay, es el típico adolecente tímido y nerd al que se nos presenta en un instituto conmocionado por el suicidio de una estudiante. Al llegar a su casa, Clay encuentra un paquete que contiene 13 cintas de casete. Su vida da un vuelco cuando escucha estas palabras en la primera cinta:

“Hey, it’s Hannah, Hannah Baker. Don’t adjust whatever device you’re hearing this on. It’s me, live and in stereo (…) I’m about to tell you the story of my life; more specifically, why my life ended.”

A partir de ahí, en cada capítulo Clay escucha las 13 razones que precipitaron la muerte de su compañera de instituto y de trabajo, Hannah. Mientras Clay recorre los lugares descritos por Hannah (la verdadera heroína de esta historia, una suerte de moderna Madame Bovary o Anna Karenina), a la vez que escucha las cintas, asistimos a flashbacks en los que podemos conocer a esta chica tan especial. Su presencia es constante en las conversaciones y en las mentes de todos los personajes en todo momento.

Y la pregunta es, ¿qué hace diferente a 13RW? A continuación detallo las 13 razones que me han llevado a escribir esta crítica y a recomendar el visionado de una serie que no dejará a nadie indiferente y que debería ser de visionado obligatorio (no sólo para los millennials, sino también para los adultos):

1ª No es otra estúpida serie americana. Si John Hughes sentó las bases del gran cine teen de los 80 (The Breakfast Club, Ferris Bueller’s Day Off), y My So-Called Life trasladó a la TV las inquietudes y amores de Angela Chase (interpretada por una jovencísima Claire Danes), 13RW supone un soplo de aire fresco, innovador, veraz y necesario, que evita caer en algunos estereotipos de la adolescencia (a diferencia de Skins).

2ª El drama del acoso escolar se muestra tal y como es: un grupito de estudiantes deciden emprenderla con otro a quien consideran más débil a fin de divertirse a su costa y erigirse en los más cools y guays del instituto. Se resta importancia a este asunto, que se ve amplificado por culpa de las redes sociales. La persona que lo padece tiene la culpa por no saber defenderse, ni adaptarse, por ser diferente. Nadie hace nada.

3ª Muestra la lucha de unos padres por hacer justicia a su hija fallecida y averiguar qué o quiénes llevaron a alguien tan joven a hacer algo así. Contrasta con la pasividad de los responsables del instituto y de algunos estudiantes que sueltan comentarios del tipo “hay que pasar página” o “era una dramática que se suicidó para llamar la atención”. La solución más fácil siempre es esconder los problemas en vez de hacerles frente para no dañar la imagen de una comunidad, de un instituto, etc., pero no es lo correcto.

4ª Retrata la hipocresía de una sociedad que sigue siendo profundamente machista, incluso entre los más jóvenes. Los deportistas del instituto se ligan a todas las chicas que quieren y nadie puede decirles que no. Eso les convierte en ídolos a imitar, en campeones, en machotes, frente a los nenazas. Cuando a una chica se le pone la letra escarlata de “chica fácil” por haberse besado con alguien se da patente de corso para intentar aprovecharse de ella, cualquiera puede besarla, tocarle el culo y pedirle sexo, sin importar sus sentimientos. Sólo quieren ligársela y alardear de ello con sus colegas tras exhibirla como un trofeo. Por supuesto, ellos pueden hacer todo esto pero si es al revés ellas son lo peor de lo peor.

5ª Trata con total naturalidad la diversidad que podemos encontrar en cualquier lugar: un chico homosexual que no se esconde en el armario, una chica cuyo padre es negro y su madre blanca y rubia. Aceptar la realidad y mostrar respeto al diferente es una asignatura pendiente en muchos sitios. Que esa diversidad se refleje dentro de un elevado número de personajes es saludable y de agradecer.

6ª Demuestra el placer que podemos hallar, sin darnos cuenta, en los pequeños momentos. Así, los días en los que Clay y Hannah limpian las sillas de chicles en el cine Cresmont y bromean sobre el olor de las palomitas, cada vez que Hannah llama “Helmet” cariñosamente a su amigo por el casco que se pone siempre que va en bicicleta a todas partes, son esos detalles que con el paso del tiempo se convierten en algo especial y único, por encima de todo lo demás.

7ª Retrata la falta de comunicación entre padres e hijos hoy en día. Los padres de Clay desconocen que Hannah y él estaban unidos, y esta carencia de confianza se ve en cada mañana a la hora del desayuno. Los padres de Hannah ignoran el nombre de algún amigo o amiga de verdad de su fallecida hija y ella se ve a sí misma como un problema para ellos, en lugar de romper la barrera que les separa y confesarles los fantasmas que le atormentan. Situaciones similares se ven con los padres de otros personajes: uno no se atreve a confesar a los suyos su sexualidad; la madre de otro coquetea con las drogas, el alcohol y las malas compañías, ignorando a su hijo; los padres de otro le tapan la boca con dinero y nunca están en casa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
AGM90
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18 de abril de 2017
169 de 257 usuarios han encontrado esta crítica útil
Netflix ha vuelto a sacarse de la chistera una serie que está en boca de todo el mundo y a la que le llueven dieces en IMDb. Con tanto entusiasmo, se ha sepultado cierto escepticismo que comenzaba con su tráiler, que decía hablarnos del suicidio de una adolescente mientras mostraba a una maestra de la intriga mejor que Saw, que había montado una partida de Cluedo de ensueño para todo su instituto. Igual es un tratamiento demasiado frívolo para este tema, aunque no hay que adelantar acontecimientos, menos sin probar nada. Quizás se pueda obtener alguna reflexión por el camino.

13 reasons why ofrece múltiples escenas para sacudir al espectador. Y no me refiero a aquellas escenas más desagradables y morbosas, sino a las que muestran hechos mundanos y actitudes normalizadas. Momentos que impactan, son terriblemente desgarradores y lo peor es que están a la orden del día. Sin duda es loable que productos destinados a público amplísimo apuesten por una denuncia de estas características, que además ofrecen enfoques más realistas, en lugar de las historias de fantasía y ciencia ficción con crítica social habituales en el mercado televisivo. Queda a decisión del espectador trasladar su empatía más allá de la ficción filmada
.
PERO

No es necesario introducir el debate sobre la facilidad de empatizar con personalidades y problemas ficticios, sobre cómo las denuncias sociales en el cine u otros medios actúan como placebos para nuestra conciencia. 13 Reasons Why ya se encarga de desmontarse por sí misma, frivolizando de diversas maneras la temática que aborda. El pretexto que utiliza no debería ser un reclamo para ganar espectadores, sino una responsabilidad que exige una historia cuidada y verdaderamente sensible.

Los problemas surgen desde su planteamiento. Por desgracia el tráiler no erraba en su descripción de la serie: antes de suicidarse, Hannah Baker graba en 13 cintas de casete las razones de su trágica decisión, aludiendo cada una a personas de su entorno social en el instituto. Las cintas pasan por estos personajes hasta que llega el turno de Clay Jensen, el undécimo de la lista, momento en el que comienza la narrativa de 13 Reasons Why. El guion ofrece dos líneas temporales: el presente, tras el suicidio de Hannah, donde nos ponemos en la piel de Clay tratando de descubrir la verdad. Y el pasado, donde asistimos a flashbacks protagonizados por Hannah que ilustran todo el acoso que sufrió durante el año. Es decir, el personaje con el que debemos empatizar, que muestra la denuncia y crítica social, no es el protagonista absoluto de la serie.

Bien es cierto que la línea temporal del presente puede servir para ver al variado elenco de personajes encarar las consecuencias de sus actos, lo cual es una idea muy interesante. Sin embargo, estos actos suponen la intriga de la serie, dando lugar a cliffhangers. De este modo, las conversaciones de Clay con las personas responsables de acosar a Hannah, no derivan en reflexiones o sentimientos de culpabilidad. Los diálogos se reducen a “cuando llegues a X cinta ya descubrirás esto o lo otro”. El gran inconveniente de esta línea temporal es que no puede avanzar o aportar escenas de interés hasta que no se descubran los sucesos más importantes del pasado de Hannah. Y por supuesto, dichos eventos cruciales no llegan hasta la recta final de la serie. Tenemos entonces muchísimo relleno en su primera mitad, con el protagonista (Clay) robando muchísimo tiempo de cámara para adoptar un rol contemplativo, sin intervenir en la historia. Y escenas que se repiten hasta la saciedad:

-La chupipandi de acosadores que ya ha escuchado las cintas, amenazando a Clay para que no se vaya de la lengua y asegurando que Hannah mentía
-Tony advirtiendo a Clay, vigilándole para que no se deje llevar por la chupipandi
-Los padres de Hannah desesperados porque no hay pruebas ni indicios que expliquen el suicidio de su Hannah
-Los padres de Clay diciendo que no llegue tarde a casa y preguntándole si está tramando algo, en base a su actitud sospechosa

En series como Breaking Bad o Mad Men defiendo la repetición, ayuda a introducirnos en la cotidianeidad de los personajes, a conocerlos mejor sin necesidad de forzar conflictos o situaciones extravagantes. Puede haber capítulos donde “no pase nada”, pero son capaces de decirte mucho sobre un personaje, ayudan a construir el trasfondo de la serie. No ocurre lo mismo en 13 Reasons Why, donde la repetición tiene como objeto llegar al cupo de los 50 minutos, sin que estas escenas aporten o subrayen ideas.

Y siendo una serie que lanza todos sus episodios de golpe, que se ve a través de internet, no está racionada en semanas y no tiene que cubrir un espacio televisivo concreto, ¿por qué anclarse a convenciones propias de la caja tonta? ¿Por qué no aprovechar internet como un formato distinto? Menos capítulos, menor duración, duraciones irregulares, etc. La pena es que esta actitud tan conservadora está muy relacionada con los diversos problemas de la serie, como la repetición (relleno) innecesaria, la inclusión de subtramas o los capítulos dedicados a personajes que no dan para 50 minutazos.

Los errores de base no terminan ahí: tener a Clay de protagonista implica el tropo de “the chosen one”. ¿Y qué necesidad había? Se suicida una menor de edad por acoso escolar y machista, pero hay que centrar la historia en EL ELEGIDO, el que descubre la verdad, abre los ojos a todo el mundo y hace justicia. El héroe estaba enamorado de aquella chica, por eso el presente (sin ella) adquiere un tono frío, mientras que el pasado está lleno de colores alegres, con una fotografía muy cálida. Todo correcto, de no ser porque en esos flashbacks coloridos, radiantes de felicidad, ESTABAN MALTRATANDO A UNA PERSONA.

(Continuo en spoiler por falta de espacio, no hay destripes)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
charliewoodhead
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3 de mayo de 2017
133 de 205 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es mi segunda o tercera crítica en filmaffinity, puesto que no he visto la necesidad de redactar ninguna. Hago una excepción tanto por la nota que le han dado, como por los comentarios leídos.
La nota de 7,5 no me la puedo ni creer! Estamos más locos que la protagonista!

La serie es mala a rabiar. Sinceramente me esperaba otra cosa (Nota: No es la primera vez que me recomiendan una serie o película, y normalmente coincido en la opinión), pero con esta serie es que no puedo.

La empecé a ver con la intriga siguiente: los motivos han tenido que ser muy fuertes para llevar a alguien al suicidio. Ese fue mi primer pensamiento, pero se fue diluyendo conforme veia (lo que continua en spoilers, por trece razones).

Le pongo un 1 para bajar la media. Los dos primeros capítulos con sus más y sus menos, tendrían un 8, del 3 al 10 un 2 por lo aburridos que són, y los 3 últimos un 6 y soy generosa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
piojilla
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30 de abril de 2017
96 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
- ¿Cómo estás?. ¿Qué necesitas?. Sabes que puedes contarme lo que sea... Siempre hay un camino ¿Lo sabes, no?.

Pues mira, ya que preguntas acabo de pulsar el botón de parada y estoy como Jesús después de haber pasado por las 15 estaciones (13) del viacrucis: exhausto, molesto y con un vago deseo de que la ira de Dios caiga sobre alguien... ¿Alguien tiene un ibuprofeno?. Ahora en serio: ¿Es 13 reasons why el nuevo Gloomy Sunday, se te aparece Satanás si la reproduces al revés, la gente joven tiene que verla acompañada por sus padres?. Honestamente no, salvo que los padres quieran malgastar trece horas de su vida. Lo digo porque si esperan que sea una reflexión seria sobre el suicidio juvenil, o sobre el cyber-bullyng, o sobre los cientos de amenazas que se ciernen sobre el adolescente del primer mundo, no lo es: es una serie teen con un argumento rocambolesco en la que uno de los personajes se suicida. Para empezar, los productores no tienen muy claro lo que es una "perspectiva realista". El Evergreen High School no es un instituto típico, sino un proyecto eugénesico multicultural distópico en el que todos los alumnos y todos los profesores son monísimos y visten como milaneses (eso sí que es deprimente, no poder lucir como ellos): hay que empeñarse y estar atento para encontrar fotogramas en los que se atisbe algún gorderas o alguien que sea un cutre, un triste gualtrapas. ¿Y los progenitores de Evergreen?: profesionales liberales multiculturales y multiorientados sexualmente hablando que viven en casas magníficas, en las que preparan desayunos principescos para sus hijos en cocinas limpias como un quirófano mientras repiten un mantra de "¿Estás bien, coleguita? ¿necesitas algo?, etc.". El único pobre desgraciado de la serie es un tipo monísimo, capitán del equipo de baloncesto y cuya madre es una fumadora de crack con pésimo gusto para los hombres; casualmente éste no es el que se suicida. ¿Y la chica protagonista, esa que vive en un infierno de acoso y derribo en este IV Reich by Benetton? ¿Es un adefesio, o un nerd, o el típico paria masacrado por la industria audiovisual estadounidense?. No, amigos: Hannah, Hannah Baker, socialmente está sobrecualificada, es adorada por unos padres de clase media psíquicamente equilibrados, físicamente está a mitad de camino entre Natalie Portman y Angelina Jolie e intelectualmente articula sobra la marcha agudas respuestas propias de un intelectual neoyorquino cuarentón. Si esto es lo que los productores consideran carne de acoso... en fin, es original. Por lo demás, 13 reasons why es profundamente blandita, maniquea e hipócrita. Blandita porque hace una crítica social epidérmica vista ya cien veces; no necesitamos que nos vuelvan a decir que la cultura estadounidense es consumista y competitiva, y que en el fondo los triunfadores también son infelices. Maniquea porque el guión no deja ningún espacio para los grises, para esa ambigüedad que define a los humanos, y que hace que no siempre seas maravilloso o un tipo rastrero. E hipócrita porque el mismo producto no hace absolutamente nada, internamente, por intentar contar de forma real eso tan trascendente que se supone que contiene la serie; en mi opinión hay obras sobre la problemática adolescente muchos más incisivas y logradas que ésta, que al final es un gigantesco cliché envuelto en un tópico. El que quiera saber más que vaya a spoilers.

PD: a la serie le sobran 4 o 5 capítulos fácilmente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tio Penthal
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