Ice Age 3: El origen de los dinosaurios

Y es que sólo el Coyote de El Correcaminos puede repetir mil veces una misma situación y seguir provocando risas (por no hablar de que los artilugios ACME proporcionaban más variedad que los intentos de consecución de una bellota). Aunque la idea de introducirle una "novia" provoca algunas buenas escenas en sus tres primeras apariciones, no aporta suficiente novedad y termina cansando un poco.

Por el contrario los otros personajes están en estado de gracia, en especial Sid, un personaje que odié en la primera entrega y sólo me resultó soportable en la segunda, aquí se muestra mucho más gracioso y entrañable en su deseo de ser "madre" y recuerda cada vez más al torpón Roger Rabbitt (el doblaje es prácticamente el mismo).

Otros personajes que ganan muchísimo son las zarigüeyas Crash y Eddie, mi recuerdo es que su papel en la segunda entrega era más bien soso y aquí me he partido de risa con sus intervenciones. Quizá porque forman un gran equipo con la estrella indiscutible de esta tercera parte, la comadreja Buck. En cierto modo a uno le gustaría que esto hubiera sido una película nueva al margen de la saga de Ice Age, en la que Buck fuera el principal protagonista, sin duda un filme así hubiera tenido más interés y unidad.

De todas maneras la película es divertidísima, la más hilarante de la trilogía y también es claramente la mejor animada, en este sentido se aprecia el trabajo en la creación del mundo de los dinosaurios, lástima que a estas alturas este anacronismo resulta un tanto forzado y la película se resiente tanto de esto como de su ritmo acelerado que acaba por provocar agotamiento. En este sentido tiene razón Javier Ocaña, por lo demás no es cierto que sea más de lo mismo pero peor. Mejora a la segunda parte en todos los aspectos y en algunos también supera a la primera. Lástima que los personajes empiecen a estar más definidos cuando se van acabando las ideas para los argumentos.

Por cierto, a la segunda le di la misma nota en su momento pero considero que esta entrega es mejor, no le he dado un 8 para no incurrir en el mismo error que tuve entonces y es que tiendo a poner notas demasiado altas cuando acabo de ver la peli por primera vez. Creo que a Ice Age 2 habría que bajarla a 6 o 6,5.

Acabo de volver ahora del cine... jueves por la tarde, ya os podéis imaginar; ¡una guardería! pero lo sorprendente es que mi risa sonaba más fuerte que la de los niños, pues incluso había alguna broma reservada más a los adultos (o eso, o yo soy un mal pensado).

Puede que hacia el final pierda un poquito de fuelle, pero en general es una película impecable en ritmo, gags y sobretodo en personajes: la ardirata no defrauda, e incluso se supera en algunos momentos, y aparece un nuevo personaje realmente brillante, la comadreja, que es en mi opinión de lo mejor de la película. Cabe decir también que el 3D, comparándolo con el de los Mundos de Coraline, está bastante más aprovechado.

¿defectos? Faltaría darle un poco más de papel al dientes de sable y... bueno, me sobra todo el rollo familiar y el futuro hijo del Mamut. Ha de quedar claro que toda la gracia está en el carisma de algunos personajes, la historia en si misma no aporta nada.

En fin, muy recomendable para pasar un buen rato y reír, no te hará reflexionar sobre la alienación del individuo en la sociedad capitalista ni sobre si la ética es un factor absoluto y constante o está sujeto a las variaciones histórico-culturales; pero entretiene, y mucho. Tiene momentos de carcajada memorables.

Esta “Ice Age 3” es una maravillosa película capaz de alegrarte el día como pocas.
Si en la primera parte, se conocían y formaban una manada, en la segunda Manny encuentra el amor, en esta tercera vivimos la paternidad de ambos mamuts.

La ardilla Scart, convertida ya en estrella, sigue persiguiendo su bellota, el perezoso Sid, más gracioso que nunca suspira por tener una familia a la que cuidar y el león Diego atraviesa una pequeña crisis. Les acompañará la comadreja tuerta Back, una mezcla de Gato con botas de “Shrek” y Errol Flynn, un tipo chulo, vacilón pero valiente y bastante alocado que consigue en unos pocos minutos hacerse absolutamente entrañable y carismático, repartiéndose el protagonismo con el no menos querido Sid.
Se sustituyen los paisajes helados por un mundo subterráneo lleno de colorido y de fieras prehistóricas y dinosaurios.

El humor, como no podía ser de otra manera, es la nota predominante. Hace reír como pocas, puedo asegurar que la sala entera reía a carcajadas.
El aspecto técnico es portentoso. Todo está cuidado al detalle y con la tecnología 3D digital la sensación es increíble. Desde detalles como la textura del pelo de los personajes a la fantástica secuencia de las burbujas –parecen flotar en la pantalla-, la sensación de velocidad en las persecuciones, la secuencia de aviación o el encantador número de tango.
La banda sonora que adorna el film es excelente, acompañando a los protagonistas en sus diversos estados emocionales y viniéndose arriba en los momentos de acción.
Hay que destacar el doblaje, a menudo tan denostado, especialmente el de Sid.
El tema del guión tiene un enfoque más adulto, dentro de lo que cabe: la llegada de la paternidad (Manny y Ellie), el paso del tiempo (Diego) o la soledad (Sid).

No es una película exclusivamente para niños, posiblemente los mayores la disfrutemos tanto o más que ellos, y sobre todo, hay que verla en pantalla grande, a poder ser en 3D. La diversión está asegurada. Hasta los títulos de crédito del final están “chulos”.
Hasta ahora, uno de los mejores estrenos de lo que llevamos de 2009.

En el maravilloso ciclo artúrico que contiene el "Camelot" de Terence H.White siempre regresé con una inagotable fascinación a la historia del rey Pellinor y la Bestia Bramadora. El rey Pellinor, un noble quijotesco que posee la nobleza de un león, la astucia de una serpiente, el idealismo de un héroe y el talante de un ama de casa inglesa en día de rebajas, persigue incansablemente a un bicho mítico, la Bestia Bramadora, a la que nunca consigue dar caza. Y esto no se debe a su incompetencia, sino más bien a la secreta felicidad que se halla en el ejercicio de la persecución eterna: en el momento en que el rey Pellinor se casa y su mujer le obliga a abandonar esta insensata obsesión, la misma Bestia Bramadora, despojada del objetivo vital que consiste en ser perseguida, se va muriendo de pena lentamente. Es una historia de una belleza magnífica y muy humorística.

Quiero creer que el personaje de la comadreja Buck, un descubrimiento por cierto, con su homenaje artúrico (la espada en la piedra) y su eterna persecución de Rudy, es un homenaje consciente a la historia del rey Pellinor y la Bestia Bramadora. O quizás es casual el parecido y el hecho de que Buck sea el único bicho inglés de toda la película. Si fuera casual entonces, igualmente me quedaría con la genuina emoción de haberme encontrado un personaje tan delicioso y anacrónico en una película cien por cien norteamericana.

Y aún quitando su estelar presentación en la gran pantalla, nos queda mucho: una banda sonora preciosa, unos secundarios desternillantes, unos escenarios y diseños 3-D increíbles, unas escenas tiernecitas para aleccionar a los nenes sobre los grandes valores familiares y hasta un personaje, Sid, que si sigue la saga por ahí, quizás se convierta en el primero de la historia de los dibus infantiles en salir oficialmente del armario.

Me quedo por supuesto con las geniales zarigüeyas que han ganado horrores desde la primera parte y por supuesto con los gags de Scrat, estirados hasta lo imposible para goce de todos los fans de esta desesperante y desesperada ardilla.

Ojalá la mitad de las películas de aventuras con actores reales que recibimos mes a mes fueran tan sólo la mitad de divertidas, trepidantes, carismáticas y emocionantes que lo es ésta. Para mí, está a la altura de cualquiera de Indiana Jones y diez veces más cachonda y entretenida. De toda la saga Ice Age, la mejor sin lugar a dudas.

La franquicia "Ice Age" apunta alto y lejos, deformándose más a cada segundo. La primer se ideó como una película documental dramática y didáctica, pero la Fox la "jodió" para hacerla rentable. La segunda dio un fuerte bajón en casi todos los aspectos, nos narró un posible fin de la Era Glacial y la animación mejoró muchísimo. Ahora, en la tercera parte, a los directores no se les ocurre mejor idea de mezclar la cosa con dinosaurios.

La película es una digna recomendación para los chavalines, los amantes de la animación en 3D y los fans incondicionales de los dinosaurios, como es este servidor. La base científica de estos es sólo comparable a "Rex, un dinosaurio en Nueva York", pero las criaturas poseen un gran encanto caricaturesco, especialmente la mamá tiranosaurio y a sus desternillantes hijos, sobre todo en su escena con Sid a ritmo de "Walk The Dinosaur".
Destaca además un cambio respecto a las dos anteriores: esta vez, la animación de escenarios y criaturas de un vuelco a una paleta de colores muy vistosa, repleta de cálidas imagenes selváticas. También el movimiento, la expresividad y la gracia de todo lo aquí animado aumenta dignamente.
Posiblemente, el punto más fuerte y divertido de la película es un nuevo personaje similar a una nutria tuerta cazadora de dinosaurios, doblada en la versión original por Simon Pegg (Zombies Party, Arma Fatal, Star Trek), que nos dará una buena ración de risas.
Y en esta ocasión, cómo no, Scrat nos vuelve a hacer reír con sus desventuras en persecución de su bellota McGuffin, esta vez lidiando con otra rata-ardilla traicioneramente colada por él.

¿Aspectos negativos? Es previsible y bastante infantilona, y a quienes de más peques hayan visto alguna continuación de "En busca del valle encantado" les sonará de algo y quizá no de forma muy positiva. Posiblemente recurre demasiado a recursos de las películas anteriores (la escena del perezoso deslizándose por la nieve con los tres huevos de tiranosaurio no deja lugar a dudas), a las cuales por suerte no está especialmente ligada. Ah, y esta vez, el tigre dientes de sable tan divertido de las anteriores películas se ha aprovechado mucho menos.

Divertida y agradable película para ver con los hijos, con los papás o con algunos colegas, sin demasiadas sorpresas pero con acertada personalidad.