Bienvenidos a Zombieland

"Zombieland" es, exactamente, lo que se le podría pedir a una película que combina zombies, humor y a Woody Harrelson en una misma película. A saber, salvajadas y cafrerías de la mano de este último, que desatado siempre ha sido un genio en el que los excesos no parecen haber hecho mella y al que la edad cada día parece sentarle mejor, diálogos e instrucciones sobre como evitar a los zombies, combatirlos y aniquilarlos, además de, por último, un puñado de personajes que dan tantísimo juego que es imposible olvidarlos a todos ellos.

Su presentación, con un Jesse Eisenberg que crece a cada día que pasa y nos entrega la normativa a partir de la cual actuar en caso de invasión ya nos advierte sobre algo: "Zombieland" va a ser despiporrante, un no parar y una cinta que, empleando los mecanismos que se observan ya en su trailer, ni más ni menos, hará pasar un buen rato de disfrute a cualquiera que se acerque a ella.
Acto seguido, llega Woody y su tremendo delirio que le sienta fantásticamente al film, y poco después en una inesperada sorpresa, llegan las féminas para ofrecer más salsa y jugo, haciendo del debut de Fleischer lo que no parecía posible en un primerizo: risas, risas y más risas sin pararse a descansar en casi ningún momento, acompañadas de una trama que a cada paso que da, ofrece un amplio abanico de posibilidades que no dan pie a la decepción.

Más tarde llegan los homenajes, un cameo puro, duro y desternillante que deja algunos de los momentos más brillantes de la película y, cuando el espectador creía que no podía esperar más, que la cosa iba a terminar ahí, los guionistas todavía son capaces de, primero, cortar por lo sano la escasa y posible ñoñería que pudiese poseer el film y, segundo, lograr aquello de "cuanto más grande, mejor" haciendo que los minutos cercanos a la conclusión sean un revoltijo de secuencias tan divertidas que no dan respiro y otorgan exactamente lo que cualquier aficionado del género podría esperar y más: montañas y montañas de hilaridad ante unos zombies que parecen no saber muy bien como reaccionar ante la situación que se les presenta, así que si ellos no reaccionan, ya lo haremos nosotros. Y a reir se ha dicho.

Ya hacía un tiempo que esperaba la llegada de esta película. El trailer me ofrecía una película cargada de homenajes al subgénero zombie y un montón de risas. Exactamente es eso lo que me he encontrado.

Como amante del subgénero, esta película está hecha para molar. Comienza con un montón de secuencias a cámara lenta de zombies atacando, con el “For whom the bell tolls” de Metallica a todo volumen. Parece inmejorable. Luego se marcan unas normas de actuación en un mundo de muertos vivientes, simples y lógicas, y que toda persona que haya visto alguna película de zombies habrá pensado. Así hubiera actuado yo, por muy friki que suene, añadiendo otro elemento más, forjando una película aún más molona. Pero ahí no termina la cosa, debes añadir a la mezcla al mejor Woody Harrelson, más macarra y gracioso que nunca, y a un Bill Murray increíble, autoparodiándose, volviendo a sus orígenes. Aunque, sólo sea un “cameo”, su aparición es enorme.

En ciertos momentos es algo irregular, consigue hacer reír en casi todo su metraje, y cuando se le acaban las gracias resurge con unas secuencias de acción y suspense casi épicas.

Eché de menos, algo más de zombies y un pelín menos de comedia, pero aún así no defrauda, en esta película no hay trampa ni cartón, te dan lo que pides y además, bien hecho.

Zombieland es la comedia de zombies que posiblemente estabas esperando. Te gustó Shaun of the Dead ( Zombie's Party en nuestro país) ,disfrutaste como un enano con Dawn of the dead
( especialmente la de Zack Snyder) y ya echabas de menos una nueva película del género, en clave de comedia, y más gamberra si cabe.

El arranque (muy posmoderno) de la película es fantástico. Nos explica de forma muy inteligente como el protagonista principal ha conseguido seguir adelante siguiendo unas sencillas normas de supervivencia, sentando de esta forma (muy divertida) las bases y las reglas del juego.

Los personajes de las buenas comedias llegan a ser entrañables, y gracias a su personalidad que poco a poco vamos descubriendo logran despertar un sentimiento de empatía en el espectador que llega incluso a identificarse con ellos. Esto precisamente ocurre en Zombieland, especialmente con el papel del actor protagonista, un resultón y cercano veinteañero (Jesse Eisenberg) y el papel delirante que interpreta Woody Harrelson, el cual, tras perder todo lo que más quería en la vida, su única pretensión en este valle de lágrimas es encontrar (y comerse) un Twinkie (un pastelito relleno de crema, muy popular en EEUU).

El porqué de una nota tan alta (9) es porque prefiero valorar las películas dentro del género en que están inscritas, haciendo una sencilla regla de tres con el grado de satisfacción y el buen (o mal) rato pasado durante su visionado.

Totalmente recomendable para los amantes del género, y que narices, para los amantes de una buena comedia, eso sí, un poco gamberra.

Una de esas pequeñas cosas es esta película, no llega a la hora y media y divierte sin parar, humor negro a raudales y una ambientación y producción estupendos. ¿Te gustó Zombies Party? Pues aquí los zombies corren.

Un país que ya no es país, un mundo que dejó de ser mundo cuando un virus infectó a los humanos volviéndolos caníbales y muertos vivientes. O lo que es lo mismo, Zombies.

Un joven superviviente un tanto empanado (Jesse Eisenberg) con una serie de normas para sobrevivir (como hacer ejercicio, doble disparo o mirar siempre el asiento trasero), un tipo duro (Woody Harrelson) al que se encuentra en el camino obsesionado con los Twinkeis (pastelitos) y dos jovencitas “encantadoras” (Emma Stone,guapísima y Abigail Breslin, Pequeña Miss Sunshine) a la par que estafadoras, son los protagonistas de esta divertida comedia negra.

El comienzo es brutal, los créditos iniciales a camara super lenta son espectaculares, los efectos especiales no tienen desperdicio y para culminar, la aparición de un invitado especial, muy especial hacen la película inmejorable.

Regla # 1: Tempo.
En toda buena comedia que se precie, debe cuidarse el ritmo narrativo. Ni muy deprisa ni muy pausado, ofreciendo a lo largo de su metraje la dosis justa para que al acabar la proyección uno no haya mirado el reloj en ningún momento, tenga la sensación de que se ha hecho corta y se quede con ganas de más.

Regla # 2: Personalidad.
Existen infinidad de comedias. También existen infinidad de películas de zombis.
Si se quiere hacer algo fuera de lo normal, algo destacado como mínimo, hay que imprimirle personalidad al proyecto.
Una buena dosis de humor negro, unos créditos iniciales muy logrados, una ralentización bien usada, una banda sonora de calidad y bien integrada, un regusto a nostálgico...
Esos pequeños toques que diferencian una tarta casera de una industrial.

Regla #3: Personajes carismáticos.
El género cómico y el de zombis son uno de los pocos que no precisan de un buen guión para ofrecer algo interesante.
Nunca se debe hacer ascos a una buena historia, pero se puede hacer reír, asustar o ambas a la vez, sin ofrecer nada nuevo u original.
Lo que sí es muy conveniente es tener unos personajes carismáticos que conecten rápido con el espectador.
No se necesita conocer al dedillo su vida, pero sí lo justo para que nos importe lo que les suceda. Que nos caigan bien o mal, pero que no nos sean indiferentes.
Que se complementen los unos a los otros.
Que los recordemos al acabar la película.

Regla #4: No enseñes todas tus cartas.
Muchas películas, en general, pierden interés al mostrar todas sus buenas bazas en el trailer, y al verlas se esfuma la emoción de encontrar algo novedoso.
Por ello, guarda siempre un as en la manga.
Si ofreces un cameo, asegúrate de que sea antológico y no desentone en la historia.

Regla # 5: Disfruta de las pequeñas cosas de la vida.
Una película se compone de "x" número de secuencias.
Una comedia de ciertos gags.
Una de zombis de acción y, por supuesto, zombis.
Disfruta de todos ellos, de sus momentazos, de los gazapos, de los momentos de tensión, de risas, de romanticismo... de los Twinkeis. los bates de béisbol, los cadillacs, los cazafantasmas, los parques de atracciones, los ojos de Wichita, de sus reglas.
En definitiva, disfrutar de una buena comedia de zombis.