Mira quién habla

Todo el mundo recordará esta película de finales de los años ochenta por la originalidad de mostrarnos los pensamientos de un bebe a través de una voz en off. Esto, que más que originalidad, era una genialidad, nos hace pasar un rato distentido y divertido a través de la lógica aplastante de los comentarios del niño.

Así pues, la película nos cuenta la historia de una mujer soltera que se queda embarazada de su amante casado. Por suerte para ella, un taxista amante del pilotaje de aviones le ayuda en la educación del niño.

Este largometraje encaja muy bien con el modelo de los largometrajes realizados durante los años ochenta y la primera mitad de los años noventa; un planteamiento original, un desarrollo sencillo, y muy bien llevadas. En esta destaca la frescura del guión, y una trama que termina siendo entreñable. Tal vez su peor punto sea su excesiva sencillez.

En cuanto a los intérpretes destacar un John Travolta que gracias a esta película se recuperó para el cine y una expléndida dirección del niño. Tampoco se puede olvidar a un Bruce Willis que realiza a la perfección la voz en off.

Todo un entretenimiento de película en la que nos muestran lo inteligente que puede llegar a ser un bebé y lo tonto que se hace un adulto frente a este. En su día fue toda una novedad y un éxito, con una flamante banda sonora. Más de uno se pensaría después de este film el hablar a sus hijos como si fuesen retrasados, con los típicos Popó o Chuchú. Los niños lo perciben todo.

Siguiendo las huellas de la actriz Kirstie Alley di con esta maravillosa película en la que comedia y reflexión familiar se unen de una manera totalmente desternillante. El argumento, ya de por si animado, se complementa perfectamente con los pensamientos del pequeño Mickey, haciéndola una opción no solo agradable de ver sino digna de disfrutar.
La banda sonora es envidiable y los golpes de música se ajustan perfectamente a los momentos en los que son utilizados, lo cual, unido a la magnífica interpretación de Kirstie Alley y John Travolta da como resultado este cóctel de risas y situaciones comprometidas.
Es evidente que si lo que buscas es una película profunda o trascendental no es el caso pero lo que si encontrarás serán risas, humor y algo de romanticismo en los dramas de esta madre soltera.
Muy recomendable.

Sin duda ésta película es, tras un capítulo de Hermano Mayor seguido de uno de Supernanny, el mejor anticonceptivo que existe.

Mala hasta decir basta y no sé por qué no denunciaron a productores y directora por abuso infantil...

Bueno, ¿y qué ha sido de esta directora de cine que aparte de tener un éxito de taquilla como «Mira quien habla» hizo una película de culto y una de las mejores comedias románticas que existen como es «Fuera de onda»?

Clásico familiar de los noventa, «Mira quien habla» se mete en la cabeza de un niño desde que está en el vientre de su madre para expresar lo que piensa y siente sobre lo que le rodea. En realidad esto no es más que un reclamo tierno y cómico para contarnos lo que en teoría es una historia romántica, aunque yo lo de romántico la verdad es que no lo veo mucho.

Porque me pregunto qué tiene que hacer un hombre para que se enamoren de él si a este pobre James de John Travolta, que es un buenazo, le cuesta como dos años conquistar a Molly, la madre soltera que interpreta Kirstie Allen. No sé, quiero saberlo. James es simpático, el mejor padre del mundo, cariñoso, atento, divertido, responsable y hasta apuesto, así que, Molly, ¿qué narices quieres para ti y tu hijo? A lo mejor es que su clasismo norteamericano y su estupidez emocional le impiden reconocer los valores de un hombre que se desvive por ella y por su hijo. Mientras, de forma incomprensible, ella sigue enganchada como una boba al padre de su retoño, un charlatán casado, madurito, que la ha engañado mil veces y rico, pero se ve que ser rico es lo principal para que la mujer se comporte como una desesperada que aguanta lo que sea. Esto da asco, en serio.

La película está plagada de clichés, estereotipos y, a fin de cuentas, fantasías femeninas. No comprendo muy bien su éxito pero tiene su gracia.