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Judith de Betulia

Drama Durante el asedio de la ciudad judía de Betulia por los asirios, una viuda llamada Judith seduce a Holofernes, general del ejército asirio, a quien asesina decapitándolo, convirtiéndose así en la heroína del pueblo judío. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
4 de marzo de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enseguida se advierte que nos hallamos ante algo diferente.
Los años pesan más sobre unas películas que sobre otras y ésta es de las que se convierten de inmediato en un hallazgo de esos en los que uno apenas cree.
Aunque haya transcurrido casi un siglo.

Si primero fue Méliès está claro que después fue Griffith.

La voluptuosidad de la bella que baila seduciendo a propios y extraños, las escenas de amor y de guerra que se suceden con maestría, los cientos de figurantes ocupando sus lugares con naturalidad, la sencillez, la soltura y la fluidez de las escenas hasta conseguir el efecto deseado cautivan al espectador más descreído y le obligan a tomar partido.

Hasta 1914 nadie había hecho una película así.
¿Cómo no caer rendido a sus pies?
ÉGIDA
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14 de enero de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de su exitosa obra culmen, “El nacimiento de una nación” (1915), el director D.W. Griffith probó, experimentó y arriesgó con esta producción de gran calibre. Lamentablemente, esta adaptación cinematográfica del relato de la heroína bíblica Judith, no caló en el público y se convirtió en un sonoro fracaso en el momento de su estreno, no llegando a cubrir ni de lejos su costosísimo presupuesto (para la época) de 250.000 dólares.

Con una duración de menos de una hora, el guión del film es totalmente simple, lineal y previsible, aunque su forma narrativa es correcta, clara y concisa. El tratamiento de los personajes es algo plano y superficial y en cuanto a interpretaciones, el personaje de Judith, hecho para atraer la atención y los corazones del público de la época, hoy en día resulta excesivamente teatral y forzado. Destacan mucho más sus compañeras de reparto Mae Marsh, habitual de Griffith, o la futura estrella Lillian Gish, con un papel secundario en esta ocasión. El insustancial e inexpresivo villano Holofernes, capitán de los asirios, permanentemente echado en el diván de su tienda durante toda la película.

Aunque en la actualidad, técnicamente resulta algo acartonada y artificial, la película fue todo un logro en su día, con dirección de cientos de extras, decorados, vestuario, y ambientación de la época antigua tratados de una forma minuciosa y detallista, pero que muy pronto quedarían a años luz de los de la superproducción “Intolerancia” (1916), también de Griffith.

LO MEJOR
- Una de las primeras superproducciones del cine.
- El film fue el campo de pruebas del director D.W. Griffith para sus obras maestras posteriores, “El nacimiento de una nación” (1915) e “Intolerancia” (1916).

LO PEOR
- Guión demasiado simple, lineal y previsible.
- Actuaciones exageradas y teatrales, sobre todo la de la protagonista, Judith.
JF_Ronah
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9 de abril de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
88/08(08/04/20) Interesante film antropológicamente para los cinéfilos, pues es ver la génesis de un pionero del Séptimo Arte como David Ward Griffith con un relato bíblico en lo que fue su primer largometraje (yo he visto una versión de 63 minutos). El cineasta produce, dirige y co-guioniza adaptando la obra homónima de Thomas Bailey Aldrich, se basa en la historia bíblica de Judith y Holofernes, considerada como parte de los apócrifos por los protestantes y del Deuterocanon por los católicos, añadiendo Griffith una subtrama romántica (la de Naomi y Nathan) por imperativo comercial. Fue también el primer largometraje realizado por la pionera compañía cinematográfica Biograph, aunque el segundo que lanzó la compañía. Para 1913, el director pionero DW Griffith sufría las limitaciones impuestas por la negativa de Biograph a permitirle producir largometrajes. El estudio creía que ninguna audiencia sería capaz de ver una película que dure más que la de dos bobinas convencionales (unos 20 minutos), pero Griffith creía lo contrario (la taquilla dio la razón a los ejecutivos de la Biograph, no caló en el público y se convirtió en un fracaso en su estreno, no llegando a cubrir ni su costosísimo presupuesto para la época de 250.000 dólares). Entonces, se fue de Nueva York a California, dando a Biograph la impresión de que produciría seis cortos. Una vez allí comenzó la producción de Judith de Betulia. Fue un acto que resultaría en que esta fuera la última película de Griffith para el estudio. Su próxima película sería para otro estudio, Mutual. Entonces Biograph retrasó el lanzamiento de la imagen hasta 1914, después de la partida de Griffith, para no tener que pagarle en un acuerdo de participación en las ganancias que tenían.

Durante el asedio de la ciudad judía de Betulia por parte de los asirios, una viuda llamada Judith (Blanche Sweet) tiene un plan para detener la guerra ya que su pueblo sufre hambre y está lista para rendirse. La viuda se disfraza de niña de harén y va al campamento enemigo, donde engaña a un general del rey Nabucodonosor, cuyo ejército está asediando la ciudad. Judith seduce a Holofernes (Henry Walthall), luego, mientras está borracho, le corta la cabeza con un sable. Ella regresa a su ciudad, una heroína.

Obra de poco más de 60 minutos en los que se siente como un esbozo de las cualidades que están por explotar en el creador en sus obras posteriores, inspirándose seguramente en el Colosal Italiano del que era gurú Giovanni Pastrone con su gran obra “Cabiria” (1914), películas en las que no se escatimaba en presupuesto, con escenas con decenas de extras y enormes decorados, y versando sobre temas históricos. La película fue todo un logro en su día, con dirección de cientos de extras, decorados, vestuario, y ambientación de la época antigua tratados de una forma minuciosa y detallista, pero que muy pronto quedarían a años luz de los de la superproducción “Intolerancia” (1916), con las espectaculares escenas de Babilonia como copia muy mejorada, también de Griffith. Siendo lo relevante el hábil manejo de las masas de extras de Griffith, su gusto megalómano en los ampulosos decorados, el espléndido vestuario, sus ansias épicas, con enfrentamientos bélicos que con el filtro del tiempo se ven radiantes de ímpetu tanto en el cuerpo a cuerpo de las turbas, como en el intento de asalto de las murallas de Bethulia, con los arietes, las catapultas y las torres de asalto, con muertos cayendo a gran altura. Hay también algunos momentos ingeniosos como el modo de aparecer cual cortina desplegada son los arbustos que se abren impactantes ante el avance de las tropas asirias.

Lo malo es el acartonamiento del relato, la historia es más simple que el mecanismo de un vaso, los personajes son más planos que el encefalograma de Holofornes, no ayudan unas actuaciones excesivamente teatrales, hay una protagonista que es confusamente descrita (al inicio es alabada y loada, pero no se sabe porque), la tensión es escasa, hay el mencionado romance que está metido con fórceps, hay un villano que resulta grotesco en su caricatura de hedonista tirado permanentemente en un diván (y aun así tenemos que tragar con que Judith llega a sentir algo por este pelele), todo resulta harto previsible, con un final que no te despierta a sensación alguna. La realización está marcada por planos generales estáticos, aun no descubrió la cámara móvil que popularizó en “El Nacimiento de una Nación” (aun aborreciendo su hedionda ideología; Gandhi también era admirador de Hitler y nadie lo dice), con clara influencia teatral, y también para captar en las tomas a todos los extras, siendo la edición un tanto ordinaria comprándola con sus posteriores largos, pero tiene un buen momento que da luz sobre el potencial de Griffith (me refiero a cuando Judith tiene dudas sobre si ‘matar’ a su enemigo, y entonces hay un corte a su pueblo sediento). Lo que deriva en notarse como un experimento de alguien buscando su lugar en el cine, pero narrativamente te implicas muy poco (siendo benévolo) con los personajes, y fuera de las vigorosas escenas de lucha queda en algo poco significativo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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27 de noviembre de 2020
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Esta película relata el “Libro de Judith”. Judith era una joven y bella viuda bastante adinerada y muy devota a Dios que vivía en la ciudad de Betulia. Esta ciudad fue sitiada por el ejército asirio comandado por el general Holofernes, y Judith logra con sus encantos que el general pierda la cabeza por ella.

“El Libro de Judith” está en la Biblia pero solo en la católica y en la ortodoxa, para los protestantes no es más que una historia de la antigüedad, no se sabe si real o ficticia pero una historia. También para los hebreos no es más que una historia.

Dude en si ponerle un 6 o un 7 al final me decidí por el 7 y voy a exponer los datos o razones que me han llevado a ello.

La película es de 1914, era una superproducción de la época, dura 61 minutos, lo que ahora nos puede parecer muy poco pero para aquella época en la que las películas eran en su mayoría cortos de apenas 10 minutos, era una película larga.

Fue un fracaso mayúsculo en cuanto a beneficios, apenas sirvió para costear los gastos. Este dato a veces no es significativo porque los gustos cambian. Y a veces también hay películas que en su día no se supieron apreciar, y con el paso del tiempo se las aprecia mejor.

Aunque es una película muda, tampoco tiene muchos intertítulos, (los intertítulos son esos carteles con texto que nos complementan algunas escenas y que nos informan también sobre los diálogos entre los personajes) así es una película en la que hay más acción que “diálogo”.

La protagonista es la actriz Blanche Sweet fue una actriz muy conocida casi en los comienzos del cine mudo desde 1910 hasta los años 20 más o menos y una de las favoritas del director D.W. Griffith.
Bueno dicho todo esto, a mi me parece buena porque es una película de bastante acción y teniendo en cuento las características de aquel cine, la película cuenta con un montón de extras o figurantes que tuvieron que ser bastante difíciles de controlar por aquel entonces, no obstante al estar a mi modo de ver bien dirigidos le dan bastante realismo y la forma de narrarlo también le da bastante autenticidad es una historia que engancha.

Entre los puntos negativos nombraría la actuación de Blanche Sweet, puede que resulte demasiado teatral hasta para mi gusto, teniendo en cuenta que apenas hay diálogo y poca interacción con otros personajes, para destacarlo de otros personajes quizás se optó por esa “exageración” lo digo porque en la película con papeles secundarios están Mae Marsh como Naomi, una habitante de Betulia y Lilian Gish como una joven madre y las actuaciones de ambas son más comedidas.
Y otro punto negativo seria que aparte de la historia de Judith, el resto de secundarios como las arriba mencionadas se ven como añadidas en la trama al estar sus personajes apenas desarrollados.

Pero bueno la película es de 1914 el cine incluso el mudo aún estaba en pañales como lo demuestra el hecho de que además de Mae Marsh y de Lilian Gish también tienen un pequeño papel Dorothy Gish y Harry Carey (el que pocos años después se hizo famoso haciendo westerns con John Ford) y entre los extra sin acreditar están Lionel Barrymore que poco después también se hizo muy famoso y cuya carrera siguió con la llegada del sonoro y Antonio Moreno un actor español muy famoso pocos años después como latin lover que actuó al lado de actrices como Greta Garbo, Pola Negri, Gloria Swanson y Clara Bow o sea la “crème de la crème” del cine mudo.
Airam
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1 de julio de 2014
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Judith of Bethulia (Judit De Betulia, 1914) es un paso adelante bastante firme en la carrera de D.W. Griffith. Rodada antes de que su propio film Birth of a Nation (El nacimiento de una Nación, 1915) revolucionara el lenguaje cinematográfico e instaurara lo que Nöel Burch definió como MRC (modo de representación clásica), Judith de Betulia nos deja con algunas notas interesante que anticipaban lo que Griffith acabaría realizando poco tiempo después. Una de las cosas que aparecen como importante novedad en Judith de Betulia es su larga duración, de más de cuarenta minutos. Poco a poco la productora donde Griffith estaba trabajando, la Biograph Company empezó a producir películas de una duración mucho más elevada (en los años del cine mudo esto significaba tener que trabajar con muchos más rollos de película). Significativo resulta que si en la mayoría de producciones Biograph lo general era encontrarse con un solo acto, en Judith de Betulia nos encontramos con cuatro[1].

También podemos intuir una clara influencia de las películas colosalistas italianas, quizá el ejemplo más claro de este tipo de cine es Cabiria (Cabiria, 1914) de Pastrone. Estas películas, de enorme presupuesto y que contaban con numerosos extras y decorados, generalmente trataban temas históricos, y aprovechando estas premisas podían desarrollar un cine espectacular, que en realidad tiene muchas similitudes con el cine de superproducciones que invaden las carteleras de nuestros cines hoy en día. Judith de Betulia bebe claramente de este tipo de cine histórico. Ya desde el argumento podemos encontrar estas semejanzas, pues la película nos presenta y desarrolla un tema bíblico que aparece en el antiguo testamento. Pero el film, a pesar de que si es cierto de que tiene una vena dramática (especialmente encarnada en los dos protagonistas jóvenes que se aman, llamados Naomi y Nathan) opta en realidad por mostrar en gran cantidad secuencias de batalla entre los dos ejércitos contingentes. De hecho, y a pesar de que en teoría todo parece predecir que la historia que habría de tener más importancia en la película es la trama de Judit (que al fin y al cabo es la que da el título al filme) no acaba siendo la principal.

El guión trata diversas tramas que van entrelazándose entre sí. Partiendo de una premisa literaria, que aparece en el antiguo testamento, el libreto fue acabado por diversos autores, entre ellos Thomas Bailey Aldrich y el propio Griffith. La puesta en escena está realizada en su mayoría con planos generales, utilizados por el director con la intención de captar la mayoría de detalles que suceden dentro del encuadre. También es cierto que este tipo de planos recuerda a los que Pastrone utilizaba en Cabiria, con puntos de vista situados siempre en zonas elevadas.

La película también realiza un interesante análisis de las protagonistas femeninas, algo característico en el cine de D.W. Griffith, temática que trataría con intensidad el director en sus películas más célebres, como en Broken Blossoms (Lirios rotos, 1919). La pureza femenina, singularidad que acostumbra a dotar en todas sus protagonistas femeninas el director, aparece también encarnada en nuestra Naomi. Esta chica representa todos los ideales que por otra parte, eran los deseados en la sociedad puritana de los Estados Unidos de aquellos años.

A pesar de esta vena dramática, en realidad Judith de Betulia no deja de ser una producción que prioriza ante todo las batallas y el espectacular despliegue de todos los extras. La publicidad con la que se anunciaba la película[2] remarcaba precisamente el gran despliegue económico que tenía la película, así como sus efectos especiales. Esta ensalada historicista puede acabar resultando demasiado cansina, especialmente porque no tiene un sustento de importante calado dramático detrás, como si lo tendría por ejemplo El Nacimiento de una Nación (otra cosa es que su mensaje racista resultara absolutamente lamentable).

Incluso la escena teóricamente clímax del filme, el asesinato de Holofornes por parte de Judith, resulta demasiado insulsa. En definitiva, Judith de Betulia es una película que permite intuir al espectador el potencial del director, pero que aún demuestra unas importantes carencias. Aunque seguramente lo más sangrante del filme es el escaso interés por las cuestiones que van más allá de la pura escena de batalla.



[1] V.V.A.A, Cien años de cine, 1895-1995, Ed.siglo veintiuno, Madrid 1997.p.37

[2] Tal y como recoge V.F. Perkins, El lenguaje del cine, Ed. Fundamentos, Madrid 1997.p.88

http://neokunst.wordpress.com/2014/06/30/mundo-mudo-judit-de-betulia-1914/
Kyrios
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