Sueños de juventud

Preciosa película de la República Checa. El argumento se sitúa en la capital Praga, en nuestros días, donde un maestro de 65 que ya no es feliz dando clases, se retira o deja su profesión; como tantos hoy por hoy en Europa (debido a la constante irrespeto y desconsideración que tienen que aguantar de algunos de sus alumnos y del sistema institucional imperante). Entonces, como el hombre se aburre en casa decide emplearse en cualquier trabajo que le haga pasar el tiempo y relacionarse con la gente.

Para mí es una película hermosa, llena de ternura, de sentimientos, de humor, de colorido, de tradición cristiano-servicial a los otros, de fe en el matrimonio o el emparejamiento de hombre+mujer por más que conlleve muchas dificultades.

Aconsejable para pasar una buena sesión de cine. Una película en la que vamos a descubrir diversos temas existencialistas, uno de los cuales, al menos para mí, es la experiencia del hombre solo o la del viejo refrán que advierte: «Una sola oveja donde quiera encuentra hierba».

Anécdota a tener muy en cuenta la que recoge este filme en una escena genial, real como la realidad misma del tiempo actual tan civilizado en que vivimos: «El viejo maestro va en un transporte público y dos alumnos que han sido suyos no le saludan a pesar de estar a su lado. Él le pregunta a uno de ellos por qué ya no le saludan. El muchacho le contesta con despampanante sinceridad: "Ya no es nuestro profesor"».

Fej Delvahe

Tuve la suerte de ver esta película en el Festival de Cine Europeo de Sevilla en la edición de 2007, y la verdad fue una de las gratas sorpresas de aquel año. Es una película con guión ameno. La vitalidad, el cariño y la sencillez hacen de ella una pequeña obra arte entre muchas, que llega a convencer al espectador y a empatizar con el protagonista. Creo que hay pocas películas dedicadas a esos ancianos que buscan cambiar su vida, y conseguir eso además con comedia, es aún más agradecido. Si todavía no la han visto, daros una vuelta por el cine porque no creo que lo lamenten. Eso sí, si buscais efectos especiales y una trama muy compleja, meteros en otra sala.

“Vratné lahve” (Empties), titulada “Sueños de juventud” para el mundo hispano, es el filme más taquillero en la historia del cine checo. El asunto va de una tragicomedia sobre la inmadurez. Su director Jan Sverák completa así su trilogía sobre las edades del ser humano, iniciada en 1991 con “Escuela primaria” y continuada en 1996 con “Kolya” (“Oscar” al mejor filme en lengua no inglesa).

“Sueños de juventud” también ha sido escrita y protagonizada por el padre del director, Zdenek Sverák. Independientemente del contexto político en el que se puede debatir la película (el comunismo checo), la historia habla sobre la felicidad. Y si hay un apotegma que define bien lo que se pasa a Josef (un simpático sesentón y mujeriego profesor de Literatura en un instituto de Praga, quien harto de sus alumnos, un buen día decide dejar la enseñanza), es un pensamiento del pinto suizo Paul Klee: “Ser feliz significa percibirse así mismo sin temor”.

En algo me hizo recordar “Sueños de juventud” de la película “Las confesiones del señor Schmidt”, de Alexander Payne. En ambas historias, si se quiere, son una reflexión para aquellos a quienes la existencia se les está acabando y no creen que estén envejeciendo, hasta que la vida les dice lo contrario. Y cuando esto se relata en el cine con cierto lirismo y sin ahogos, más de uno levantamos la carcajada desde nuestra butaca.

Pienso que el tono tragicómico del filme no le resta veracidad al retrato psicológico de Josef que, para aquellos espectadores próximos a esa edad del personaje, tendrán un viaje interior sobre las nuevas prioridades la vida. De todas formas, la historia está bien contada y está hecha para el lucimiento actoral.

Desde esta perspectiva, el director más de allá de mostrarlo como un erótico a ratos, u hombre afable, no pretende justificarlo; pero sí sus emociones. Esta película si bien, jamás solicita una emoción, acaba así misma por encontrarla, con soluciones visuales aceptables. ¿Conclusión? “La felicidad no es el arte de forjarse una vida sin problemas, es el arte de responder bien cuando golpea el problema”.

Éste es el director de la excelente “Kolya”.
Ésta es una comedia suave y acogedora, cálida y humana.
Inteligencia, sentido del humor, ternura y denuncia. Todo lo maravilloso se da cita en esta esplendorosa película.
Personajes excelentemente creados e interpretados.
Rodado con una belleza difícil de igualar.
Es una película con guión ameno y muy ingenioso.
La vitalidad, el cariño y la sencillez hacen de ella una gran obra de arte.
Ha sido escrita y protagonizada por Zdenek Sverák, que es el padre del director, Jan Sverák.
Y la escena del globo, bella y poética, concluye la obra dejando en el espectador un muy duce sabor de boca.

Inteligencia, imágenes, sentido del humor, ternura, denuncia... personajes tan de carne y hueso que te parece que salen de la pantalla y se sientan a tu lado en la butaca del cine... ¡qué gozada cuando se ve CINE! ¿verdad? ¡Y qué pocas veces podemos verlo, abrumados por la cantidad de efectos especiales que se estrenan en miles de pantallas cada fin de semana! No os la perdais, enamorados del cine, del buen cine, del que trasciende, del que no se nos olvida con la siguiente película. Amor, desengaño, sexo, rutina, risa y, al final, una secuencia mítica: para quien necesite acción, un vuelo en globo que no olvidaremos en muchos, muchos años, rodado con una belleza difícil de igualar.

Y un tema que parece estar poniéndose de moda (no me extraña) y que aquí vuelve a ser tratado con muchísima delicadeza, ternura y sinceridad: el sexo en la llamada "tercera edad". Impresionante.