Haz click aquí para copiar la URL

Invencible

Drama Alemania, 1932. El polaco Zishe Breitbart, hijo de un herrero judío, causa sensación en el Berlín de la República de Weimar (1919-1933) actuando como un forzudo propio de tiempos mitológicos. Hanussen, el empresario que lo contrata, sueña con crear dentro del Gobierno nazi (1933-1945) un todopoderoso "Ministerio de lo Oculto". Mientras Hitler se va consolidando día a día en el poder y en Berlín estalla el furor antisemita, Zishe, que ... [+]
1 2 >>
Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
23 de julio de 2009
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zishe, el hijo de un herrero polaco, judío y de fuerza descomunal decide, en los inicios de los años 30 del siglo XX viajar a Berlín aceptando una oferta de trabajo en el mundo del espectáculo. Será presentado como el Hercules de la raza aria, aunque posteriormente él decidirá ser el Sansón de los judios.
Hanussen, mentor, adivino y supuesto dominador de fuerzas ocultas es su jefe; un tirano con ambiciones y misterios que engrandecen su negra aura.

A pesar de la inocencia más absoluta, que camina al lado de la ignorancia, Zishe vislumbra un futuro monstruoso para Alemania y los suyos (judíos) y se dispone a alertar del peligro.

Werner Herzog nos presenta, del brazo de Tim Roth, uno de sus trabajos menos redondos y menos afortunados. El buen director alemán se remonta a los albores de la pesadilla hitleriana pero seguramente no utiliza el vehículo adecuado pues la historia nos queda un poco desdibujada, y los hachazos que va dando no acaban por desmenuzar el tronco, a pesar de intentarlo durante más de dos horas. No obstante siempre hay cosas meritorias en una película de Werner Herzog.
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de junio de 2013
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demostración de cómo una historia que sobre el papel parece atractiva e interesante, con magia negra, alemanes, experimentos y un hombre contra el sistema, anticipándose a lo que sería una de las etapas mas terribles vividas por el ser humano, con el dominio y hegemonía del nazismo de Hitler, deriva en un producto inflado, donde sobran minutos por todas partes.
El desarrollo de la trama no se sostiene, resulta insulso y pierde fuelle a medida que avanza, el intérprete principal, no reúne las dotes interpretativas ni el carisma necesario, para hacerse cargo del papel protagonista.
La lectura que se saca de la película es clara y sencilla, la fuerza sin control no sirve de nada, algo que debería haber tenido en cuenta su director Herzog, para ser consciente de que una historia de estas características no requiere de tanta duración para contar lo que cuenta.
Jon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de julio de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Herzog apuesta fuerte. Como suele hacer. El resultado de esa apuesta es dudoso. La mayoría de la crítica y del público consideran que, como en la anécdota del japonés relatada por el Conde Helldorf, la ruleta se detuvo en el color de la derrota. No lo creo. La película cumple decorosamente con las expectativas que razonablemente genera. Los que se consideran defraudados presumiblemente han malentendido el camino que eligió transitar el director. Si bien la cinta se basa en personajes y hechos reales, la intención no es mostrar los orígenes del nazismo ni retratar la sociedad germana en épocas de la República de Weimar. De allí que no corresponda analizar supuestos errores históricos. La situación histórica y las personas involucradas en el argumento son sólo elementos interesantes, presentados con cierta libertad artística, que le dan una mezcla adicional de familiaridad y a su vez de dramatismo al espectador. La verdadera historia es otra. Es la que mejor conoce Herzog y sobre la que ya ha reflexionado en películas previas. Es la historia de un ser excepcional –en este caso por su fuerza física- que se destaca en cualquier ambiente, aún contra su voluntad, y que busca su lugar. Una búsqueda para la cual no está preparado intelectualmente y que debe llevar adelante sin más herramientas que su honestidad y su intuición así como un gran corazón. Como Kaspar Hauser. Un ser puro tratando de integrarse a una sociedad que sólo lo acepta en cuanto fenómeno de feria. El gran planteo de la película es un tópico universal: Resistencia vs. Asimilación. La identidad. La cuestión se verbaliza en una conversación entre Hanussen y Zishe pero sobrevuela toda la película. El hecho de trabajar con actores no profesionales pero sí expertos en las actividades que deben desarrollar en pantalla es una decisión polémica, característica de Herzog. El protagonista de “El enigma de Kaspar Hauser” era un hombre abandonado a los tres años, que pasó toda su vida en un orfanato, no un actor profesional. El joven Zishe es un fisicoculturista llamado Jouko Ahola ganador de la competencia El hombre más fuerte del Mundo en dos oportunidades y la figura femenina, es una famosa pianista en la vida real. Esto puede traducirse en una cierta limitación actoral evidente en las escenas dramáticas, sobre todo cuando los amateurs interactúan con el talentosísimo Tim Roth, pero no necesariamente provoca un daño a la película. En el caso de Jouko Ahola su extrañeza, sus frases toscamente recitadas y su evidente incomodidad terminan resaltando las características que realmente corresponden a su personaje. Zishe está tan fuera de lugar en el Berlín de 1932 como Ahola en el set de filmación. La torpeza real del improvisado actor es la que corresponde que muestre el personaje. La elección de Herzog funciona.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Karenet
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de julio de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
1932. Zishe Breitbart (Jouko Ahola) es un joven judío-polaco que cuenta con una fuerza extraordinaria, al ser descubierto por un empresario es llevado a Berlín para ser parte de un espectáculo regentado por Erik Jan Hanussen (Tim Roth), un aristócrata que también participa del show como mentalista.

El filme se desarrolla envuelto en un aire denso donde la sombra del nazismo ya comienza a aparecer en la sociedad alemana, Breitbart debe ocultar su origen para no sufrir represalias, mientras que el sueño de Hanussen es fundar un ministerio de lo oculto cuando el mismo Adolf Hitler llegue al poder.

Invincible está basada en la historia real del protagonista del filme, un personaje que sí existió, que fue considerado el más fuerte del planeta y que tuvo cierta fama. Sin embargo, los hechos narrados en el largometraje son completamente salidos de la invención de Herzog, quien funge como guionista, salvo algunos rasgos muy puntuales sobre la vida de este hombre.

Su tratamiento del tema puede quizá ser lo que ha hecho que quede obviada, porque se aleja de la grandilocuencia de los múltiples filmes sobre el nazismo, pero precisamente es ahí donde radica su grandeza, que no se pierde en cosas banales y pretende presentar todo desde la figura de este hombre y su sencillez.

Es curioso que mucha de la valía de la película recae en que pareciera ser un cuento imaginativo, incluso para niños, ojo que no es que el tratamiento sea infantil, que es muy diferente, sino que la forma en cómo se maneja todo da cierto aire de fantasía e inocencia, por ejemplo en la mirada del hermano menor del protagonista.

En poco más de dos horas de duración Herzog logra compenetrar una historia bastante agradable, con un buen desarrollo y una fluidez sobresaliente, una obra que pareciera olvidada por todos, estrenada en el Festival de Venecia sin pena ni gloria.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
10P24H
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de noviembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
La narración de Werner Herzog es como un cuento moral. De ahí que el personaje real, Hanuseen (y también los nazis), símbolo del poder maligno, tenga unas extremadas características de perversidad, y que Tim Roth, en la línea de sus caracterizaciones de malvado, lo asume con extraordinaria verosimilitud.

El arte de la pianista es ciertamente la interpretación de su música, porque en lo fílmico la debutante Anna Gourari da poco más que su interesante presencia. No así el forzudo Zishe, que en la persona del también nuevo Jouko Ahola, adquiere con acertada y serena seguridad el poderoso y humilde papel del bien. Zishe, orientado espiritualmente por el rabino, asume y acepta su papel de víctima sobrenatural en manos de Dios, para que su holocausto personal -inicialmente involuntario- ayude a sus hermanos judíos, en la fe y en la raza, a sufrir o a vencer las terribles calamidades que se avecinan.

Es más, por tanto, que un cuento moral, es una poética historia religiosa. Contada con sencillez, con una belleza lírica, grande en las imágenes de su pueblo polaco y sus gentes, que la vemos con una extraordinaria fotografía.

El mal, Hanuseen, aparece siempre en interiores oscuros o de poca luz. A veces la película cae en una desesperante repetición de hechos, y avanza poco, es lo más negativo que he podido apreciar en la misma, y se me hace un poco larga. Le doy un 6.
Mag61
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow