A todo gas 2

Sí, me gustan las pelis de coches tuneados.

Mantiene la misma fórmula que la anterior. ¿Qué es lo mejora respecto a la anterior? pues que las carreras son más entretenidas y esteticamente más lucidas. Los coches han mejorado, y el tunning está más impresionante que en la anterior.

Me hace gracia los que critican esta secuela diciendo que la anterior tenía una trama mucho mejor. Como si la anterior película tuviera una profundidad del copón o un argumento alucinante y enrevesado, cuando solo gastaba minutos en enseñar los coches con música de fondo. En A Todo Gas 2, la trama es igual de poco original y tonta que la anterior (hay un poli y un criminal) incluso es algo menos original si cabe, pero no aburre. Respecto a las actuaciones: el tal Tyresse tiene carisma y aporta algo de frescura ya que Paul Walker es soso como él solo.

Es una buena película de carreras de coches tuneados. Entretenida y lucida. No se la puede pedir más.

Lo mejor: Los coches: más modernos y mejor tuneados. Las carreras.
Lo peor: La trama, las actuaciones

Estamos ante una película fresquísima, llena de acción y entretenimiento. Cuando la vi en aquel caluroso día de verano sentí como mi cuerpo se hidrataba sin necesidad de beber agua. La química entre los protagonistas es tan intensa como las fuerzas de Van der Waals. Tremedos diseños de coches, más de uno hemos intentado imitarlos en el Need For Speed, aunque sea embarazoso reconocerlo, y lo sabes. Eva Mendes le da su toque sensual al film. Y si, te puede gustar A Todo Gas 2 junto con películas como La Palabra (Ordet) y Fausto, no hay que cerrarse, cuanta más frescura en tu vida mejor.

Diré varias palabras sinónimas a la película: limonada, frescura, cubitos de hielo, licor del polo norte, gazpacho...

No desentona mucho con la primera parte y eso es lo mejor que se puede decir de ella, porque la primera parte fue bastante buena. Nuevamente persecuciones, accidentes, carreras, en fin, a quemar adrenalina. Todas las escenas de acción y de coches (casi todas), perfectamente filmadas. No es una película de la que haya que esperar buen argumento y buenas actuaciones; es un film únicamente visual, que puede gustar (que no deleitar) a todos, pero especialmente a los amantes del mundo de la velocidad. La recomiendo, pues se pasa un ratillo agradable. Como aspecto negativo solo citaría su música, ruidosa y cargante.

Siguiendo la estela de la mayoría de franquicias, la cinta que nos ocupa no arriesga en nada en incorporar nuevos elementos, sino que básicamente, recoge aquellos ingredientes que hicieron que su predecesora destacara y tuviera ciertas señas de identidad y los multiplica hasta la saciedad para ofrecernos el mísmo paquete pero mucho más sobrecargado.

La trama es absolutamente absurda, al igual que su elenco de actores, todos ellos lamentables, salvo el carismático Paul Walker y la bastante solvente Eva Mendes. Aunque cueste un poco de creer, se nota un poco la ausencia del personaje de Vin Diesel, o al menos su carismática y fuerte presencia.

Sin embargo, cumple de sobras su condición de blockbuster veraniego sin apenas dificultades. Si uno sabe a lo que va, encontrará un film de lo más entretenido gracias a sus vistosas y muy logradas persecuciones de coches, que consiguen superar a las de la primera parte.

En resumidas cuentas, en esta secuela únicamente se llega a vislumbrar lo mismo que ya vimos en su precuela, pero en mayor abundancia y con una mayor espectacularidad, pero carece de un argumento que la haga destacar aunque sea minímamente, cosa que sí consiguió la cinta de Rob Cohen. Eso sí, como entretenimiento, se sale realmente saciado y satisfecho.

Segunda parte de la saga A todo gas. Tras el exitazo de la primera, 2 Fast 2 Furious intenta abrirse a un público mayor. Sus mayores pretensiones, por desgracia, no terminan de funcionar. Pero así y todo, entretiene.

John Singleton a los mandos. Singleton da a la película un toque de color para que el desarrollo en Miami sea mucho más reconocible. El aspecto de videojuego mezclado con cómic desaparece, en cierto modo, en favor de un desarrollo mucho más simple en el que se busca ampliar fronteras. El guión tiene cosas interesantes (el reencuentro entre amigos, por ejemplo) pero se acerca peligrosamente a los clichés del género y, aunque a estas películas solo se les puede pedir que sean entretenidas, eso implica mantener la atención y, en ocasiones, la acción en pantalla está cerca de no ser suficiente para conseguirlo. Lo que Singleton hace bien es dejar que el espectador menos exigente disfrute, ya que no hay que calentarse la cabeza y lo único válido es sentarse frente al televisor y dejar que la película avance.

Paul Walker repite protagonismo y repite mala actuación. El rubiales parece no comprender la palabra intensidad y su interpretación no es creíble en ningún momento, haciendo que su papel de "malote con buen corazón" no se entienda por su trabajo, sino por sus actos. Tyrese Gibson se come a Walker con patatas. Tyrese está mucho más cerca del color y del desarrollo de la película que Walker, poniendo nervio y gracia a su personaje, dos cosas de las que Walker carece. La siempre sexy Eva Mendes está de infarto, aunque centrándome en la película diré que su personaje no tiene demasiada complicación y, con lo que hay, Mendes trabaja bien. Aprobado alto (como de costumbre) para Ludacris, que siempre da mucha vida a sus papeles sin importas si son más o menos importantes.

Resumiendo, que es gerundio: por debajo de la primera película a todos los niveles, 2 Fast 2 Furious se equivoca al intentar ganarse a un público que no es suyo, convirtiéndose (al igual que la tercera entrega) en un spin-off de la saga original en la que, no tan en el fondo, Vin Diesel es el protagonista. A pesar de todo, entretiene y se ve con facilidad, llegando incluso a disfrutar de ella por momentos.