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Yo, Cristina F.

Drama Christiane F. es una muchacha de 14 años que vive con su madre en un típico piso colmena en Berlín a mediados de los años 70. Su mayor deseo es escapar de esa realidad e ir al Sound, la discoteca más moderna de Berlín. Un día su amiga Kessi se cuela dentro con ella. En el Sound conoce a Detlev, de quien se enamora, y su grupo de amigos, que se dedican a trapichear con drogas. Para sentirse a la misma altura de Detlev y no quedarse ... [+]
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Críticas 60
Críticas ordenadas por utilidad
25 de junio de 2009
148 de 176 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son las 2 de la madrugada, mañana trabajo, estaba escuchando a Bowie y me llegó al recuerdo de esta impresionante película que se me quedó grabada en la memoria desde su estreno cuando tenía 16 años (hace ya de eso 26 años). Necesitaba leer algún comentario sobre ella, compartir con otros la experiencia inolvidable de su visionado, su ambiente oscuro pero emocionante, triste pero aventurero, la integración y la comunión absoluta de la música de Bowie con los actores y con la historia.
Vida en su estado puro plasmada en celuloide.
Pero cuidado, esta película al contrario de lo que puede parecer es contraproducente como ejemplo contra las drogas. Es demasiado absorbente para mentes no maduras, puede incitar a la imitación perfectamente. Quizá hoy ya no tanto por el hecho de que a los jovenes no les llega Bowie (que lástima de lo que se pierden!) pero aún así totalmente desaconsejada para menores de 20 años (considero que la mayoría de edad hoy "mental" es de 20 y no de 17 o 18 años como antes).
Recuerdos a una gran amiga que se quedó en el camino de la droga. Su comienzo fué después de que vieramos esta película, y me consta que le llegó tanto como a mí, pero ella la quiso reproducir. Besazos para ella, Elena.
Totem
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30 de mayo de 2007
112 de 129 usuarios han encontrado esta crítica útil
Berlín 1975, Cristina es una niña de rostro angelical y apenas 13 años de edad cuyos padres acaban de divorciarse, es una chica inteligente y aplicada.
El mundo que la rodea es gris, es la época del Glam-rock, de jóvenes sin ideales que se creen que se las saben todas y que quieren vivir demasiado deprisa, de padres que trabajan demasiado para reunir unos pocos marcos y no tienen tiempo para preocuparse por sus hijos, de artistas (grandes ídolos) que presumen de su adicción a las drogas como si de algo "cool" se tratara, un mundo de grandes miserias, un mundo con una única reina : La Heroína

Pronto llegaran las primeras escapadas nocturnas a la discoteca de moda, los primeros amores, los primeros cigarros, las primeras cervezas, los primeros porros…

"Yo controlo" se repite Cristina mientras juega a ser mayor, poco después vemos que no es así y llegan los "viajes" a bordo del LSD, los comprimidos de Efedrina y demás medicamentos que, por aquel entonces, vendían sin receta a cualquiera.

"Yo controlo" se repitió cuando, en un concierto de su adorado David Bowie, aspiró heroína por primera vez, pero no fue así.

Cristina quiere experimentar lo mismo que Detlev, su novio, quiere chutarse, quiere viajar más allá de o que el ácido le permitía y empieza a inyectarse. Así Entra en un mundo de jeringas compartidas y de sucios lavabos públicos.

Mientras tanto su madre permanece ajena a todo esto, no se imaginaba lo que su dulce hijita esta viviendo, llegando tanto Detlev como Cristina a prostituirse para poder pagar las dosis.

Una de las escenas que mas angustia causa, es cuando Cristina y su novio deciden desintoxicarse. Se encierran en una habitación durante una semana, sin salir para nada de ella. Hay momentos claustrofóbicos, los dos entre las sábanas de la cama, vomitándose el uno encima del otro. En otros filmes actuales he visto repetida esa escena de la desintoxicación, por ejemplo en Trainspotting, pero ni tan siquiera se acerca a la escena de esta película, mucho mas realista y angustiosa.

Muchas de las escenas transcurren en el metro, dando una sensación aun más claustrofóbica. La fotografía, granulada y a veces oscura da un aire más incomodo durante todo el metraje.

La película es dura, realista y ver a chicos de esas edades en esas situaciones hace poner los pelos de punta, en definitiva, para mí, junto con Drugstore Cowboy, la mejor película sobre la drogadicción.
Arakiri
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7 de octubre de 2007
70 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un excelente film acerca del sórdido mundo de la droga visto a través de una niña de doce años, Christiane F. (Felscherinow). Es una adaptación del libro autobiográfico de la susodicha Christiane F: Wir Kinder vom Bahnhof Zoo (Nosotros los niños de la estación del Zoo). El libro fue publicado en España allá por el año 1979 por la editorial Círculo de Lectores con el título cambiado por algún incapaz al de “Hijos de la droga”. La película mantiene todo el hilo argumental básico de la experiencia de Christiane. No cambia nada del argumento. Sólo hay dos o tres personajes que hacen cosas que en el libro las realizan otras personas. Supongo que el guionista lo hizo para poder plasmar el mayor número de situaciones posibles en el escaso tiempo que permite una película. Evidentemente, era imposible plasmar todo el libro en el film. Así que aunque sólo sea un 30% del libro, es realmente una película estremecedora.

El Berlín de finales de los 70, todavía dividido en dos, gris, duro, con un futuro poco esperanzador para la gente joven, se mezclaba con las discotecas, las drogas duras de las que la mayoría de gente desconocía sus fatídicas consecuencias y artistas de vanguardia. Atención a la actuación de David Bowie en la película cantando ante una fascinada Christiane. Bowie vivió a finales de esa década en Berlín y realizó una trilogía de discos experimentales. Colaboró activamente en la realización de la banda sonora del film. Tras ver la película uno no puede evitar recordarla cada vez que se escucha en alguna parte la canción “Heroes” de Bowie, con Christiane y sus amigos corriendo por las calles de Berlín creyendo que corrían libres cuando realmente eran esclavos de la Dama Blanca.

Uli Edel supo dar muy buena atmósfera y la puesta en escena es más que correcta. El submundo de la drogadicción, sucio y decadente se refleja en los lavabos de la estación de metro, sus alrededores sórdidos, con paredes degradadas y calles descuidadas. El logro de Edel para mí es lograr esa marginalidad sin que resulte forzada ni artificial. Si uno ve fotos del Berlín de esa época, se da cuenta que Edel supo captar su atmósfera y llevarla a la pantalla.

Es una película dura y aún es más duro el libro. Recomiendo su visionado vivamente. Debería ser pasada en todos los institutos y colegios para que la gente joven se tome en serio el mundo de la droga. El libro debería ser reeditado y convertirse también en lectura obligatoria. A más de uno se le quitarían las ganas de tomar porquerías.

Si algún lector tiene hijos o hijas adolescentes en casa le recomiendo que la vean con ellos. Les hará pensar y replantearse si las drogas tienen algún atractivo. Y si logran hacerse con un ejemplar del libro, hagan que lo lean. Será impactante para ellos y les puede ayudar a no cometer errores de los que pueden arrepentirse amargamente en el futuro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
llanternamagica
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23 de octubre de 2008
31 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente.
Sin más, una de las películas de este género (drogas y prostitución) más duras que hay. Siempre se ha hablado de las drogas como una adicción que empiezas por pura diversión o por simplemente seguir a los demás, y luego terminas como los protagonistas de esta película, en un mundo del que ya no se puede escapar. Sumergidos en un gran laberinto, es un juego de adolescentes, donde los apenas llamados “niños”, empiezan a jugar a ser mayores, probar nuevas experiencias y a meterse en ese gran agujero negro, del que no pueden salir.
El tono de realidad al explicar las experiencias y la historia y sus escenas, son como la vida misma, por eso todo es tan duro y crudo. Espléndidas actuaciones por parte de los protagonistas, buenísimos fotogramas, grandes diálogos y una banda sonora que no podía ser mejor, con David Bowie.

La mejor de este director, sin duda. Una pena que de la forma de reflejar la sociedad y la realidad, hiciera que no tuviese éxito en taquilla en Europa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Malizzia
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5 de mayo de 2010
31 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mi esta cinta alemana es todo un clásico.

No se si es por el cariño que le tengo a esta película por lo que le doy un 9, pero hay que reconocer que pocas veces una película logra atraparte en la historia de una forma tan descarnada y que pocas veces se retrata el mundo de las drogas en los ochenta de una forma tan realista y magistral.

Vi esta película cuando contaba con quince años (ahora rozo la treintena). Era un viernes por la noche, las once y pico creo, y encendí la tele para ver que ponían antes de irme para la cama. Zapeando, en el canal autonómico vi un anuncio adelantando que a continuación emitirían esta cinta. Me pareció interesante el avance y decidí quedarme a ver que tal estaba.

La película me enganchó desde el principio, sus escenas me impactaron, me quedé petrificado ante la pantalla, enamorado de su protagonista, soñando con conciertos de un tal David Bowie al que por aquel entonces desconocía y sufriendo con y por Cristina, esa chica tan adorable como autodestructiva.

Recuerdo que al día siguiente le pregunté a mis amigos si alguno había visto esa brutal obra, esa película tan impactante. Claro, un rotundo no por respuesta.

Pasaron los años y siempre que hablaba con gente nueva, si surgía hablar de cine y en concreto de drogas en el cine, siempre sacaba a tema Yo, Cristina F, pero nadie la había visto

-"Si tío, Trainspotting, Miedo y Asco en Las Vegas, pero ¿Yo, Cristina F?, no, nunca".

Creo que fue cuando contaba con veintidós o veintitrés años, un sábado por la noche en la Plaza del Humor (plaza de Coruña donde hace unos años se juntaba la gente a beber y hablar) con un ciego más que considerable y hablando con el colega del colega de un colega sobre cine, el fulano me habló de Yo, Cristina F.

¡Dios, por fin alguien que pudo ver la película!,

La analizamos y ese tipo resumió en una frase la mejor crítica para esta película:

"Tío, es tan buena que cuando terminas de verla no sabes si drogarte o pasar de las drogas de por vida".

Reconozco que desde los quince años me negué a ver de nuevo la película por miedo a que se me cayera un mito, pero hace poco más de un año me hice con una copia y la vi otra vez.

Me gustó y mucho, aunque ya no me impactó tanto (quizá porque ya me esperaba lo que estaba viendo), pero ese sabor de los ochenta, ese Berlín urbano y nocturno, esas noches interminables de farra y risas, de desconsuelo y desesperación, esas escenas oscuras y descarnadas, esas interpretaciones tan realistas, tan emotivas....

Como dato negativo y por criticar algo, quizá en algunos momentos de la historia el director pierde el pulso narrativo y la trama se transforma en un melodrama de sobremesa, pero solo por unos minutos, pues un par de golpes de efecto, un par de escenas magistrales y el pulso narrativo vuelve a resurgir.

En definitiva, si no la viste nunca, debes verla, vale mucho, mucho, mucho la pena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jrc
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