Crocs, mandíbulas asesinas (TV)

La verdad es que da bastante pena que haya gente que siga pensando que películas como esta pueden gustar al público.

Bueno, este film no hay duda de que es lo mismo de siempre, pero de peor calidad. Con un guión absolutamente nada original, unos efectos que a pesar de ser malísimos son lo mejor de la cinta y unas actuaciones que dejan bastante de desear, Crocs ha sido uno de los peores telefilms de este tipo que un servidor ha podido visionar.

Para perder el tiempo viendo esto, mejor dar un paseo y tomar el aire!

Nuevo subproducto manado del subgénero del llamado "Terror Animal" , inaugurado por "Tiburón" (cinta de buena factura, al contrario que sus sucesoras) y refundado por "Anaconda" (esta más floja).
Aporta lo mismo que otros de estos productos: un paisaje tropical de ensueño y un animal malvado (en este caso, un Cocodrilo) que lo convierte en un infierno. Y claro, los protagonistas tendrán que enfrentarse a él y darle caza. Y en medio de todo esto, casquería, mucha casquería y situaciones que pretenden dar miedo pero mueven más a la risa.
Malos efectos especiales, mal argumento y como siempre, poco o ningún conocimiento del comportamiento del animal "asesino" (que se comporta como un asesino en serie, no como un depredador). Floja

Por muy buena voluntad que pongas, por muy amante que seas de las películas con bichos asesinos y a pesar de contar con Michael Madsen (imagino que este trabajo se lo tomaría como unas vacaciones pagadas en Tailandia) en el papel del rudo con fondo blandengue y tullido cazador que va tras el bicho, Croc Hawkins, se hace prácticamente imposible reseñar nada medianamente potable de esta película, ya que salvo las escenas atacando a dos tailandeses en la piscina lo demás no logra mantener ningún interés, resultando imposible empatizar con los personajes y llegas a desear fervientemente que el cocodrilillo (apenas 6 metros) se coma a todo el que se le ponga por delante (ya sea hombre, mujer, niños o perro) para que se anime un poco la función.
Por otra parte tampoco es cuestión de hacer sangre con la reseña, pues esta mas o menos al mismo nivel de las de temática similar rodadas desde la salvaje “Alligator 1980” de Lewis Teague, hasta la mas que digna, “Rogue 2007” del australiano Greg McLean y además ofrece bonitas estampas turísticas de Tailandia.

A lo único que contribuye esta película o mejor dicho ``estupidez pasajera´´ no es a aterrarnos con un remake simulado de poca calidad, sino hacernos apagar la televisión. Muy bien, Stewart Raffil nos has traído una mezcla entre Tiburón y Piraña, pero con cocodrilos. En la película se abrirán bocas y mandíbulas, pero no me refiero a las del cocodrilo, sino las nuestras al bostezar ante una clara pérdida de tiempo. Si ya habéis visto la película, olvidadla.

El film da justo lo que se esperaba. No hay que buscar tres patas al gato, ni doscientos dientes al cocodrilo.

El veterano Michael Madsen, se luce en su papel de duro especialista, acostumbrado a estas lides con animales salvajes, depredadores y otros "bichos": Kill Bill, Species, ...y un largo etcétera.

¿No es mejor admirar la película desde su lado vistoso? La atlética Sherry Edwards, bellísima, interpretando a la joven agente de la protectora de animales. La espectacular Deedee Kumphasee, jovencísima y preciosa belleza exótica. Otra bonita chica es la amiga del protagonista encargado del zoo. Y así un ramillete al que se unen el ya mencionado protagonista, Peter Tuinstra, y su joven amigo Scott Hazell, en un entorno de playas paradisíacas en el que el único aguafiestas es el cocodrilo. Pero debo admitir, que a mí el saurópsido arcosaurio de la película, me importa un pepino.