La maldición de los hoyos (Holes)

La verdad, es probable que al poner la nota me haya guiado más por el libro que por la propia película, pero no obstante, tanto libro como pelicula reflejan una historia cautivadora, que va mucho más allá que una simple historieta para niños...
El libro es mucho más tenso y se podría decir que dramático, pero aun así, aun siendo una produccion de disney, la película ha mantenido un tono no demasiado infantil.
Invito a todo el mundo a verla, y a que reflexione sobre los centros para menores a la par que se deja llevar por la emocionante historia de Stanley y Zero, dos tipos verdaderamente singulares.

Lo cierto es que no conocía nada acerca de "Holes" hasta que laSexta3 anunció su emisión recientemente e hizo un pequeño reportaje sobre la misma unos días antes. La sinopsis me pareció interesante, y la adaptación del guión a cargo del propio escritor de la exitosa novela en que se basa esta historia ("Hoyos", de Louis Sachar) hizo que despertara mi curiosidad por verla.

La idea de que un chaval joven vaya caminando por la calle y de repente le sean arrojadas unas zapatillas de deporte desde un puente y la policía le detenga por robo es una premisa tan simple como inteligente para hilvanar el resto de la historia. El joven Stanley Yelnats (Shia LaBeouf) es enviado a un duro reformatorio cuyo árido campo de tierra se convertirá en el lugar donde se supone su forma de ser y modales mejorarán a base de cavar y cavar hoyos junto con el resto de chicos que necesitan "reformarse" con el fin de encontrar objetos útiles bajo tierra. Todo ello bajo las duras órdenes de los capataces y de su directora Warden Walker (interpretada fabulosamente por Sigourney Weaver).

Como en muchas otras historias del estilo, se nos muestra un inicio duro para Stanley, con compañeros que le harán la vida imposible en el reformatorio, muy duras jornadas de trabajo bajo el sol, e imposibilidad de contactar con su familia. Pero como todo novato, Stanley se irá haciendo poco a poco con el resto de los chicos, pero sobre todo con Hector Zeroni, alias Zero (Khleo Thomas), un personaje sumiso, poco hablador y enternecedor al mismo tiempo. Juntos vivirán una serie de situaciones y aventuras que reforzarán su amistad a lo largo de la trama. Además, por la cabeza de Stanley pasarán numerosos "flashbacks" de sus antepasados familiares y de otras situaciones que facilitarán el completo entendimiento de la historia.

Puede parecer un argumento bastante convencional (y lo es), pero lo que parecía una más de tantas historias juveniles se convierte en algo que logra profundizar en los valores más puros y sanos que deberían aflorar en cualquier "chico-no-invadido-por-los-principios-canis-y-chonis" que parecen prevalecer hoy día a estas edades. Y eso es algo que convierte a esta película en un producto válido para todo tipo de público, no sólo para el adolescente medio (medianamente inteligente, quiero decir).

Por otro lado, decir que Shia LaBeouf desarrolla una buena interpretación, y después de ver películas posteriores como Disturbia o Transformers, uno se pregunta por qué no siguió haciendo películas como "Holes", pero en fin, serán cosas intrínsecas de la edad. Destacar una vez más el papel de Khleo Thomas y las soberbias actuaciones de Sigourney Weaver y Jon Voight.

Lo dicho, una película bastante interesante, divertida por momentos y con algún que otro elemento que invita a la reflexión en temas como la amistad y la fidelidad.

Encontré esta película de casualidad, no había nada esa noche y me atreví a ver esta cinta sin saber de que iba. La verdad me sorprendió, un alegato a la amistad con toques de esoterismo y bastante de aventuras, original y fresca.

Antes de que se viera implicado en líos en la aclamada “Disturbia” (2007) de D.J. Caruso y la imaginativa “Transformers” (2007) de Michael Bay, el actor de moda Shia LaBeouf se convirtió en el principal, y sufrido, protagonista de ésta aventurera película juvenil que partiendo de un planteamiento absurdo, el engranaje de entretenimiento empieza a funcionar por sí solo, con la imaginería desbordada extraída una novela del escritor estadounidense Louis Sachar. Entre el surrealismo y las problemáticas que se suscitan en la adolescencia son los puntos clave para entender en qué escenario nos metemos.

LaBeouf interpreta a Stanley un joven que es internado en el campamento y correccional Lago Verde, un vasto y seco desierto que antaño fuera un lago, y cuyos internos están obligados a pasarse las largas y abrasadoras horas del día a excavar agujeros con fines correctivos,… Aunque la intención de sus propietarios (fantásticos Jon Voight en su rol de Señor Señor y Sigourney Weaver como la Jefe de la institución) son otras...

Varias historias del pasado relacionados con la mala suerte generacional que ha afectado a la familia de Stanley y a la vez en la árida zona en la que no crecen plantas pero sí escorpiones, serpientes de cascabel y letales lagartos moteados, se van entrecruzando mientras los días pasan para Stanley intentando adaptarse y haciendo amigos en el campamento como Zero (Khleo Thomas).

Andrew Davis (Alerta Máxima; El Fugitivo) firmó para la Disney ésta inusual película congeniada con el Cine Familiar y uno de los pocos productos aprovechables del subgénero. Tim Blake Nelson (O Brother!) y Patricia Arquette (Stigmata) aparecen entre los secundarios adultos.

He visto dos horas en las que una peli me ha encandilado por su poder ocurrente mientras que la otra actuó como burro de carga para hacer medianamente lógico todo el rodaje. Desconozco la novela, pero esta obra 100% cinematográfica deja un sabor raro.

En principio, la unión establecida de las dos pelis claramente diferenciadas dentro del argumento está atada con hilo dental. Existe un claro desbalance entre la que se dá en el presente y la del pasado remoto. Allí donde se genera el cruce, que aún así es palpable, pues las razones mágicas operan más como factor obligado que como un todo coherente que sabe mezclar sus distintas partes. Es de agradecer que la peli intenta unir con paciencia los cabos sueltos que va dejando, pero eso no salva al producto final de ese sabor a comida sintética.

Como si faltara ese toque natural que hace confluir las historias, y para suplir esa carencia se echa mano de una magia que dista de ser natural. Más bien salva las papas a último momento, pero por lo menos la obra no cae del todo en los hoyos que ella misma arma.