Lisístrata

Decir a los que se informan poco que esta película no está basada exactamente en la obra de Aristófanes, sino en el cómic homónimo del alemán Ral König, que viene a ser una versión de la comedia clásica muy "suya". Teniendo en cuenta que es un dibujante de comic gay con personajes grotescos y situaciones disparatadas, ya se puede uno imaginar de qué va la peli.
Mucho mucho colorido y actuaciones exageradas y bastante ridículas es lo que más vamos a encontrar, la verdad. Hay mucho actor cañí entre el reparto que queda simpático, pero ahí queda la cosa, para qué nos vamos a engañar: "Lisístrata" es una película que se toma a sí misma a risa. Del espectador arrancará como mucho alguna sonrisa; aunque ,la mayoría de las veces, algo de vergüenza ajena, la verdad.
Lo curioso es que mantiene bastante el espíritu del cómic y sin embargo fracasa estrepitosamente como película. Supongo que en papel es donde debía haberse quedado.
Por lo menos, el vestuario es genial, eso sí. Y si queréis ver mariconear a Juan Luis Galiardo, Oscar Jaenada, el Gurruchaga y muchos más actores ibéricos, aquí lo tenéis. Pero, por favor, no os hagáis grandes expectativas.

En retórica, la ironía es la figura del discurso en la que se da a entender lo contrario de lo que se dice. Bien, una vez aclarado esto, allá voy: ¡qué maravilla de película! Hacía mucho tiempo que no contemplaba nada tan bien adaptado, dirigido, escrito e interpretado. Además es alucinante el buen gusto con el que se aborda la historia, que mal llevada por un director mediocre y sin talento podría acabar chirriando más que una puerta oxidada. Afortunadamente la pericia tras las cámaras de Francesc Bellmunt deja el listón muy alto. Por supuesto también ayuda el prodigioso guión, todo un alarde de construcción y ritmo narrativo.
La película atesora escenas maravillosas, momentos que por derecho propio merecen entrar directamente en la historia del celuloide universal.
Cuando hablamos de los actores la cosa ya no se pone de infarto ¡Qué interpretaciones! ¡Qué calidad! Me quito el sombrero ante el espectacular derroche de talento de Maribel Verdú, una de nuestras mejores actrices (y pensar que ahora se dedica a vender cremas antiarrugas, o algo así, con el talento que tiene la muchacha). Lo de Juan Luís Galiardo es sencillamente impresionante. No da nada de vergüenza ajena. Pero nada de nada. En la vida había visto a nadie interpretar a una maricona loca con tanta chispa, gracia y salero. Cada vez que salía en pantalla me moría de la risa. No tuve que taparme la cara con un cojín para no ver/escuchar/ sentir nada ni una sola vez. Con cosas como ésta uno se alegra de amar tanto el séptimo arte. Y pensar que todavía hay por ahí algún insensato que se atreve a decir que el cine español es una mierda…

Si los griegos hubieran sabido de esta adaptación de "Lisístrata" en el periodo clásico, hubieran sido tres las máscaras que hubieran llegado a nosotros: la de la tragedia, la de la comedia y la del horror más puro.

Mozart reversioneado por el Koala, un Dior en el cuerpo de Belén Esteban, el cuarteto de Alejandría reescrito por Corín Tellado. ¿Hay algo peor? Sí. Aristófanes sodomizado por Ortega y Pacheco, es decir, "Lisístrata".

Esto sí es un descenso a los infiernos. Desde el punto de vista del bodrio, esta película es ejemplar e inmejorable, un capolavoro. Quizá en alguna filmografía recóndita se haya rodado una película peor que esta, pero yo no la conozco. A su lado, todo el cine español se dignifica: la peor película de Ozores parece "Casablanca" al lado de esta "Lisístrata" de nuestros pecados. El índice de mortandad de filólogos clásicos mientras ven esta película es elevadísimo. Abstenerse los corazones sensibles, los amantes del mundo clásico y los del cine.

Película que la mayoría desconoce está basada no directamente en la comedia griega clásica sino en la adaptación a comic realizada por un dibujante alemán llamado Ralf Koenig. Sin embargo, mientras el cómic resulta absolutamente divertido y humorístico la versión en la pantalla grande resulta chirriante, grotesca, absurda y sin gracia. El director no parece haber entendido que los recursos visuales y narrativos de dos medios como el cómic y el cine son totalmente distintos y lo que funciona en el primero no tiene porque funcionar en el segundo. Prueba de ellos son las translaciones literales en muchos momentos de la película.

Si se hubieran adaptados estos recursos, manteniendo la premisa e idea original del cómic si podría haber resultado un buen producto.