Terror en el museo de cera

Simpática y agradable cinta de terror clásico que da una interesante vuelta de tuerca a la tradicional premisa argumental que suelen tener las películas ambientadas en museos de cera.
Se pueden apreciar a nivel de guión unas cuantas ideas que merecen la pena destacarse, algunas bastante ingeniosas, además, el film cuenta con un reparto verdaderamente de excepción.
Entre las ideas hay que citar el acierto de utilizar la figura de Jack como amenaza real durante toda la película, o el que a veces las estatuas parezcan (y sean) personas reales. Y, desde luego, el que la identidad del asesino no se descubra hasta el final, literalmente, ya que sólo el último plano del film nos desvela la efigie en cera de quien ha cometido todos los asesinatos. En cuanto al genial reparto, formado en su mayoría por viejas glorias de Hollywood y que incluye a dos ganadores del Oscar, encontramos a Ray Milland ("The Uninvited"), Broderick Crawford ("El buitre"), Elsa Lanchester ("La novia de Frankenstein"), John Carradine ("Barba Azul"), Louis Hayward ("Diez negritos"), Maurice Evans ("La semilla del diablo")... ¿quién da más?.
Hay que destacar también la dirección artística, con decorados (casi toda la película está rodada en interiores) y vestuario muy logrados, y la fotografía de William Jurgesen.
En definitiva, una delicia con todo el encanto del terror de la vieja escuela.