La madre del novio

"La madre del novio" es una clara copia de "Los padres de ella/él", por lo que fuí al cine con cierta prevención, ya que dichas películas, para mi, son insoportables.

Lo que me encontré fué una películita sencilla, graciosa y previsible que terminaba por resultar agradable. Decir que los personajes satélites de las dos estrellas son tópicos andantes, el amigo gay de Jennifer López y la secretaria/amiga de Jane Fonda, acaban por resultar pesados, pese a que su intención es, claramente, distinta.

Jennifer López y una recuperada Jane Fonda unen sus fuerzas para intentar hacernos reir en una cinta que consigue ser agradable, pero que está notablemente perjudicada por el tono pasteloso constante, a través de colores suaves y diálogos acarameladísimos.

Dirigida por el australiano Robert Luketic ("Una rubia muy legal"), fue rodada en Los Ángeles, San Marino y en los estudios californianos de Culver City, con un presupuesto de 60 millones de dólares. Supuso el regreso a los platós, tras quince años de ausencia, de Jane Fonda ("Klute", "El regreso").

Cuenta la historia de Charlotte/Charlie Cantalini, una muchacha soñadora, que trabaja en la atención telefónica de la consulta de un médico afamado. Es, además, entrenadora deportiva de un grupo de jóvenes, dirige un coro juvenil, cuida perros por cuenta ajena y ayuda a unos amigos en los trabajos de un catering de servicio a domicilio. Tras buscar durante varios años al chico ideal con el que establecer realciones estables, lo encuentra casualmente y de improviso mientras trabaja como camarera en un servicio de catering en la fiesta organizada por un joven rico, Kevin Fields (Michael Vartan). Después de varios encuentros casuales, le lleva a su casa para curarle las heridas que le ha causado uno de los perros a su cargo. Paralelamente, la madre de Kevin, Viola Fields (Jane Fonda) es despedida del trabajo de toda la vida y sufre un trauma por el que ha de ser internada en un centro frenopático. Al salir con el alta médica, Kevin le presenta a su novia. El temor que le produce la posible pérdida del hijo la lleva, por celos, a concebir un plan para provocar, con la ayuda de su asistenta Ruby (Wanda Sykes), la ruptura de la pareja. El propósito de la obra es entretener al público, hacerle reir y complacerle con dulces escenas románticas. La historia es simple, no contiene elementos que susciten inquietud o preocupación, exhibe ambientes lujosos y confortables y proporciona una cantidad generosa de incidencias almibaradas. La confrontación entre suegra y nuera aporta el marco en el que se producen situaciones cómicas, de humor plano, fácil y exento de crítica. No es divertido ni edificante que, en varias ocasiones, se recurra a la orientación sexual de algunos personajes para ridiculizarlos con propósitos humorísticos.

La banda musical recoge melodías sencillas y de composición ligera. La fotografía se ajusta a los cánones habituales de corrección de las producciones americanas dirigidas al gran público. El guión es de Anya Kochoff, con el que debuta en el cine. Lo construyó a partir de relatos verbales de amigos y conocidos y lo escribió en 40 días. La interpretación de Jane Fonda combina momentos de cierta brillantez con otros en los que se pierde en la mediocridad de la obra. Jennifer Lopez luce su espléndido y generoso atractivo personal, asociado a unas limitadas dotes interpretativas. La dirección consigue sacar adelante un producto divertido, de fácil comprensión e intrascendente.

La película obtuvo un éxito relevante en EEUU y en Europa ha sido bien acogida por el público que desea consumir cine superficial, fácil, meloso y de comicidad no comprometida.

Le pongo un seis por la actuación de Jane Fonda, está realmente magnífica.
Jennifer Lopez se podría esforzar un poco más en el papel. A decir verdad nunca me gustó esta chica como actriz pero en esta película lo hace bastante bien, dentro de lo que cabe.

El argumento es algo tonto y un poco cursi. El final demasiado previsible.

Pero bueno, lo que la película busca es entretener y eso si que lo consigue.

Poco cabe esperar de una peli dirigida por Robert Luketic, cuya carrera se enmarca dentro de la comedia comercial más flojita. En este caso, lo único atractivo de mano es la vuelta al cine de Jane Fonda, quince años después, como una madurita interesante, tras su "secuestro matrimonial" con Ted Turner. La hija de don Henry Fonda aquí da el contrapunto a Jennifer Lopez, quien nunca me ha convencido en sus pretensiones de suceder o imitar a Julia Roberts como musa de la comedia romántica.
El argumento es muy muy simple, previsible y de escasas miras: una chica pluriempleada que se echa un novio, hijo de mamá rica, mami a quien no entusiasma la buena moza como nuera, lo que genera una serie de situaciones supuestamente divertidas y poco más. Lo único gracioso es casi al principio, cuando la Fonda en su última entrevista televisiva, le pregunta a una estólida cantante adolescente sobre sus pelis favoritas, y la chavalina contesta que las antiguas, mencionando: Grease, Grease 2, y, sobre todo, Una Rubia muy Legal (ópera prima del australiano Luketic).

Jennifer López protagoniza una comedia ligera donde el espectador pasa un rato agradable y, suelta diversas carcajadas en las diferentes escenas creadas. Pero estas risas no son gracias a ella, sino a la impecable actuación de Jane Fonda. Ella es la que hace que la historia tenga gracia, ya que crea un personaje histriónico e insoportable, frente a una sosísima interpreteación de Jennifer López; tal y como nos tiene acostumbrados en casi todas sus películas.
El guión cumple con su misión por los pelos, pero como se puede uno imaginar el final es bastante simple y poco creíble, aunque uno se lo imagina desde casi el comienzo. El espectador sabe como acabará todo a los cinco minutos de empezar la historia.
No obstante, es una película que se ve fácilmente y se disfruta. El metraje pasa rápidamente ya que no tiene escenas pesadas, ni tampoco repetitivas, y los momentos cómicos funcionan muy bien. Pero todo ello gracias al personaje de la suegra que es el mejor de todos, ya que el resto que forman la película están bastante desdibujados.