Tarzán en Nueva York

Última producción de la Metro Goldwyn Mayer sobre el mítico personaje de Tarzán, creación del escritor norteamericano Edgar Rice Burroughs, de las seis que protagonizan juntos Johnny Weissmüller y Mauren O'Sullivan. Ni sus antecesores en el cine mudo, Gordon Griffith y Elmo Lincoln primeros en recrearlo en la gran pantalla, ni sus posteriores intérpretes destacando a Lex Barker, Gordon Scott y de los más recientes Christopher Lambert, han podido disociar la figura del olímpico nadador estadounidense Weissmüller, con la del personaje de Burroughs en el mundo del cine.

Dirige Richard Thorpe prolífico cineasta, que siempre se movía bien sobre todo en el terreno de la aventura, consiguiendo en está un tono humorístico, siendo una de sus grandes culpables la mona Cheeta que logra en muchas escenas, dificiles y cómicas actuaciones. Puede con casí toda seguridad, que ésta entrega de Tarzán no sea la mejor ni tan siquiera la más interesante, pero sin lugar a dudas es una de las más entretenidas y recordadas, y una de las más icónicas de las que se rodaron, con Jane, Tarzán y Cheeta buscando a su raptado Boy por Nueva York, también quizás porque Tarzán con su característico grito, es sacado de su habitual escenario la jungla, para trepar y saltar por los rascacielos y puentes, adentrándose en una simpática aventura con traje, por el asfalto de la Gran manzana.

A pesar de algunos fallos de transparencias y efectos especiales muy de la época, unos sencillos diálogos y un argumento de escaso metraje, se deja ver con agrado desde que comienzan sus exóticos títulos de crédito, con ese mapa gigante del continente africano de fondo y una música inquietante de aires étnicos de tribus africanas, que nos transportan sin más a las aventuras y al encuentro con Tarzán, que tanto yo y otros muchos cinéfilos de mi edad teníamos en nuestras inolvidables tardes de verano, y sábados.

Es pasable como entretenimiento más que interesante en sí, sé que no merece un 6 pero se le perdona, permítanme confesarles que no he puntuado yo, ha sido el niño que llevo dentro.

Véanla, al igual les pasa lo mismo.

Sexta película protagonizada por Johnny Weissmuller y Maureen O'Sullivan, sobre el personaje creado por Edgar Rice Burroughs en 1912.
En esta ocasión y a diferencia de sus antecesoras, la acción de la película, se desarrolla en gran parte en la ciudad de Nueva York, cambiando los exóticos parajes del monte "Mutia" por las no menos peligrosas calles de "La gran manzana".

El guión.
Al igual que todos los filmes de la serie, su argumento está desarrollado con sencillez y eficacia, resultando muy entretenido.
La primera parte de la película, situada en los típicos paisajes del monte "Mutia", posee un ritmo trepidante; desencadenándose en ella casi todos los elementos aventureros presentes en los anteriores filmes. En la segunda, la acción transcurre en la ciudad de Nueva York; hecho este, que constituye una novedad para el espectador y que contribuye en cierta manera, a des encasillar a los ya conocidos personajes.

El apartado técnico.
En este aspecto, Tarzán en Nueva York obtiene unos resultados francamente notables, ofreciendo unas escenas de acción muy bien filmadas y con el aliciente, de poder admirar los magnificos decorados de la monumental ciudad estadounidense, donde nuestro héroe, se desenvuelve casi tan bién como por los enormes arboles selváticos del monte "mutia".

De la jungla a la gran ciudad.
El contraste entre los dos ambientes, resulta realmente chocante y un tanto bizarro en cuanto a las peripecias vividas por nuestro héroe, dotadas de una cierta comicidad que hacen de este filme, una pieza única y emblemática.
Hay que hacer referencia también, a la crítica un tanto naif que se nos ofrece una vez más, del deborador sistema que regía y continúa rigiendo la civilización occidental.
Tarzán y su familia, no encajan de ninguna manera en este mundo dominado por el materialismo, el estrés y la deshumanización; por lo tanto, luchan incansablemente para mantener su modo de vida.

En resumen.
Tarzán en Nueva York, significa el intento de renovar una formula que había dado muy buenos resultados, pero que ya estaba caducada: a pesar de las innovaciones, el filme no obtuvo el éxito esperado y la Metro Goldwin mayer, vendió todos los derechos a la RKO. De esta manera, se puso fin a la serie de películas más emblemática que se han hecho nunca sobre el personaje de Tarzán.
A pesar de ello, la RKO produjo seis películas más, como una forzada continuación a las ya mencionadas, pero aunque también son entretenidas y fueron protagonizadas por Johnny Weissmuller y Johnny Sheffield, nunca alcanzarían la calidad de las producidas por la Metro, ni mucho menos, a transmitir su indudable magia y encanto.

Quinta película de la saga, a mí me ha resultado muy divertida.
Cambiamos de tercio y se llevan a Tarzán a la ciudad de los rascacielos cuando se ve obligado a la búsqueda de su hijo que ha sido secuestrado.
Es la más humorística de las cinco como podrán presuponer, con escenas impagables que yo ya tenía alojadas en mi memoria desde mi lejana infancia.
Esa escena en que, por primera vez en su vida, se viste ocasionando un gran quebranto al guardarropa del sastre, se había pegado a mi memoria como un tatuaje no sé por qué.
Jane meterá la pata como siempre y Tarzán demostrará que Nueva York, al igual que la selva, tampoco se le resiste convirtiendo los rascacielos en gigantescos árboles y saltando de azotea en azotea para librarse de los indeseables que le quieren atrapar y quitar a su hijo.
Chita protagoniza unas cuantas escenas de antología. Creo que es la película que le otorga más protagonismo. Conmovedora la escena del juicio donde Tarzán tiene que defender su estilo de vida y su idoneidad como padre.
La película sigue manteniendo las cualidades de las buenas cintas de aventuras. Acción, humor, amor y tensión.
Buen divertimento, aunque yo sigo diciendo, donde estén las dos primeras...

Es sin lugar a dudas uno de los clásicos más importantes y reconocidos de la saga de Tarzán. Un film que siempre se ha tenido muy en cuenta, y que los fans de este personaje guardan con mucho cariño en su interior al salirse un poco de la temática habitual.
Y es que en este caso Tarzán y Jane abandona su querida jungla para viajar a Nueva York en busca de su hijo Boy, el cual ha sido raptado por unas personas para que trabaje en un circo. Los padres no dudarán en dejar su mundo y enfrentarse a una jungla de asfalto con tal de recuperar a su hijo. Lo que no esperan es que las fieras de la ciudad son a veces más peligrosas que las de la selva.
Como decía se trata de un film mítico muy bien considerado. Pero a mí tampoco me ha parecido del todo maravilloso, ya que en el fondo me esperaba mucho más.
Su historia resulta a veces demasiado simple y no consigue captar del todo el interés del espectador. Y es que su trama cuenta con ciertos momentos que funcionan bastante bien, pero se balancea junto con otros que no incitan a nada y hace que uno desconecte fácilmente.
Aun así como decía, cuenta con momentos buenos. Sin lugar a dudas los efectos especiales de la época son buenos, y consiguen soportar muy bien el paso de los años. Esas escenas de Tarzán entre los rascacielos o el Puente de Brooklyn, son momentos de gran fuerza que pegan al espectador a la pantalla para comprobar exactamente que va a ocurrir a continuación.
Es fantástico ver esa ciudad de Nueva York que iba tomando forma con su famoso skyline. Una ciudad donde todavía le faltaba mucha altura, pero que uno puede ver en movimiento esos comienzos de una silueta reconocible y que enamora a todo el mundo que la visita.
La fotografía es preciosa también. Ese blanco y negro que inunda a cada escena está conservado de manera perfecta con el paso de los años. Uno puede disfrutar con unas imágenes llenas de calidad que marcan un cine clásico que daba el primer paso del cine dorado de Hollywood.
En fin, "Tarzán en Nueva York" es una película que resulta curiosa para verla alguna vez y así poder comprobar como se desenvuelve este personaje fuera de su terreno habitual. Aun así, tengo que decir que me esperaba más de ella; sobre todo después de escuchar tan buenas críticas.

Nuevo episodio de las aventuras de Tarzán cuyo guión posee casi todos los elementos para que R. Thorpe dirija una interesante película que ensalza el ideal de vida en la selva.
Fiel a su propia tradición, la historia se adapta tanto al público joven como al adulto y la trama siempre encuentra el mejor modo de combinar escenas lúdicas con otras de calado más profundo y cargadas de sentido crítico.
La factura cinematográfica es competente, el elenco cumple perfectamente su cometido y ofrece al espectador algunas escenas realmente memorables por su plasticidad y belleza