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Alma perdida

Drama. Intriga Tino, un chico de diecinueve años, llega a Venecia para vivir en la vieja y extraña mansión de sus tíos, el ingeniero Fabio Stolz y Elisa, e ir a clases de arte. Una noche se despierta con el sonido de un piano. Es "Para Elisa", de Beethoven, tocada por una mano inexperta, como si fuera la de un niño. Incluso durante el día oye ruidos extraños. Annetta, la vieja sirvienta, le descubrirá el "secreto" misterioso oculto en la mansión. (FILMAFFINITY) [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
22 de marzo de 2007
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver esta película realmente singular y osada.
Unos impresionantes Vittorio Gassman y Catherine Deneuve componen una inolvidable pareja de apariencia intachable pero oscura trastienda. Su joven sobrino llega a su siniestra mansión y empieza tirar del hilo que conducirá hasta el secreto que oculta esa pareja tan señorial y distinguida, y al mismo tiempo putrefacta y perturbada.
Vista hoy resulta un tanto predecible, pero me sigue pareciendo intrigante y desasosegante; los diálogos son maravillosos (hablan con subyugante poesía sobre el tiempo y su fugacidad, sobre las distintas caras del ser humano…); la dirección artística es metafóricamente perfecta, con esa casa dividida en dos partes: una refinada y exquisita frente a otra estropeada y ruinosa (exactamente igual que el alma de sus habitantes); la música también es convenientemente dual y esquizofrénica.
No llega al terror y se queda dentro del drama inquietante, pero en cualquier caso me parece totalmente disfrutable y entretenida, al tiempo que habla de grandes temas arropados por una brillante puesta en escena y por la excelencia de unos intérpretes en estado de gracia.
Muy recomendable.
Sahar
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27 de julio de 2007
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Venecia es una ciudad extraña, una ciudad que despierta los anhelos más oscuros del ser humano. Neil Gaiman se inspiró en su decadente arquitectura para hablar de cuestiones tan importantes como la muerte y el deseo (ambas presentes en la película), mientras que un escritor tan oscuro como Ian McEwan situó en ella una de sus novelas más perturbadoras, The comfort of strangers (adaptada al cine por Paul Schrader). A estos antecedentes se une también Alma perdida, sorprendente incursión del normalmente costumbrista Dino Risi en el campo del drama tragicómico de tintes surrealistas, una mirada extrañada y compasiva a una pareja salida de un desvencijado cuadro vienés que asiste, entre sollozos disimulados y crujir de nervios, al ocaso de lo que fue su vida, algo más que una simple forma de afrontar la existencia. Porque Alma perdida es una obra crepuscular, quizás más que ninguna otra, pues lo que se oculta tras la sombra de ese sol que desciende en el horizonte es el amor en su expresión más pasional e irracional; es decir, el amor en su expresión más pura.

Cuando Humbert Humbert se reencuentra con Lolita, pasados varios años de ese amor que era fuego en las entrañas, se descubre entristecido ante lo que ve: una vieja de dieciocho años, apenas una sombra de lo que fue. Porque el tiempo pasa y corrompe, no sólo ideales y apariencias, sino cuerpos y sentimientos. Risi capta el proceso febril y enloquecido que un brillante y conmovedor Vittorio Gassman emprende por mantener lo que en su día fue su única razón de ser. Como no podía ser de otra forma, todo resulta triste y patético, como patética es la figura de la bella Catherine Deneuve. Juntos logran elevar una historia que podía haber caído en la ridiculez a una altura emocional insólitamente cercana, esbozos de un bodegón del deseo repleto de ironía, de imágenes grotescas y sutiles, casi siempre extravagantes. De paso, Risi firma una de sus películas más memorables, un trabajo irregular y fascinante al que cuesta bastante seguir en su zigzageante proposición de misterios y secretos, pero que termina reconfortando gracias a su adorable locura. Filme de culto a reivindicar.

Lo mejor: lo bien que funciona una historia tan demencial.
Lo peor: si se la analiza seriamente corre el riesgo de caerse cual frágil castillo de naipes.
nachete
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11 de mayo de 2007
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film realizado por Dino Risi, escrito por él con la colaboración de Bernardino Zepponi. Se basa en la novela "Anima persa" (1967), de Giorgio Alpino, una de las mejores del autor de "Perfume de mujer". Se rueda en exteriores de Venecia en 1976. Producido por Pio Angeletti y Adriano De Micheli, se estrena el 20-I-1977 (Italia).

La acción tiene lugar en Venecia durante el invierno de 1976. Tino (Danilo Mattei), de 19 años, llega a Venecia para estudiar pintura. Se hospeda en el palazzo de sus tíos, Fabio Stolz (Vittorio Gassman) y Sofía (Catherine Deneuve). En clase conoce a la modelo Lucía (Anicée Alvina), con la que traba amistad.

La acción principal se desarrolla en el interior del palazzo, una antigua mansión, envejecida por la erosión, el paso del tiempo y la falta de cuidados. Tinene algunas estancias extrañas y enigmáticas, como el ático, de acceso prohibido, y el antiguo teatro de la casa, abandonado, húmedo e invadido por el polvo y la humedad. Al igual que la casa, los personajes ocultan dualidades, base de comportamientos inconexos y, en ocasiones, contradictorios. La dualidad de la casa y de los personajes genera en torno a Tino una atmósfera de misterio, suspense y desconcierto, que le lleva a observar, preguntar e investigar, con escasos resultados. La trama se desarrolla lentamente, sosegadamente y sin sobresaltos, con la ayuda de potentes subrayados de imagen, el uso de símbolos inquietantes (imágenes ampliadas de insectos), el sonido de un piano ignoto, el frío de las habitaciones, la extraña relación de Fabio y Sofía, ocultación y lagunas de información, incoherencias entre lo aparente y lo real. La casa y los que la ocupan aparecen anclados en un pasado superado e irrecuperable. La indolencia, la mentira, la nostalgia del pasado y la emergencia de traumas psicológicos ocultos, conforman un panorama de decadencia malsana y de mediocridad, que se dibuja con eficiencia y fuerza. Se glosa, también, la lucha omnipresente entre la verdad y la mentira, la objetividad y la fantasía, la apariencia y la realidad, el bien y el mal. La obra guarda algunos paralelismos temáticos, no estilísticos, con "El gatopardo" (1963).

La música, de Francis Lai, evoca en el tema principal la morbidez y la sensualidad de la pasividad, la indolencia y el olvido del presente. Combina composiciones orquestales y solos de piano envolventes, de tonos graves. Destacan los temas "Tino y Lucía" y "Por los canales de Venecia". Añade algunos compases de la sonata "Para Elisa", de Beethoven. La fotografía, de Tonino Delli Colli, aporta una narración visual potente, que completa, subraya y da profundidad al relato. Se sirve de tomas largas, giros descriptivos, encuadres de detalle y combinaciones de colores que contrastan, acertadamente, cremas, dorados y grises con marrones y verdes oscuros. Las interpretaciones son adecuadas y convincentes, en especial la de Deneuve.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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13 de enero de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sería un sueño incompleto pensar que Vittorio Gassman no ha existido nunca y que soy yo quien acomoda su figura a las películas que van saliendo a mi paso? Que su imponente figura, que sus gestos histriónicos no están sino para servir a mi mente y revestir las películas de una autenticidad inexplicable?
Será un sueño creer que cualquier historia puede convertirse en algo imborrable si aparece la triste figura del gran comediante? Del payaso milenario o del colérico inquilino?
Vittorio Gassman posee la virtud indudable de hacer obra maestra una película mediocre y convierte el metraje de una película en una espera intranquila a sabiendas de que en cualquier momento estalla su actuación y todo se convierte en posible, en acto y no en potencia. Aparece la escena que ni siquiera andaba buscando y todo cobra sentido...o no, igual pierde todo el sentido la película pero la obra, en mayúscula deviene mayor, se hace grande y engrandece al personaje, al director, a la película y a la propia historia del cine.
En un ambiente decadente, un poco demasiado decadente, demasiado estudiado, demasiado evidente, en una Venecia siempre destruida y siempre violada, en los propios 70 tan vilipendiados por horteras y premodernos hay una historia surrealista, bergmaniana de personalidades abducidas por el pasado perfecto y que se resisten a crecer, aferrados a los hilos del ayer. En ese contexto se crea alma perdida , un retrato de una descomposición moral, a la italiana, aunque sea de Italia del norte, más austrohúngara que visceral, anacrónica, decrépita... Con esos antecedentes Dino Risi despierta a la fiera que es Vittorio y ni siquiera Catherine Deneuve puede sobrevivir al poder de il mostro. Se deja llevar por las líneas de interpretación a la espera de mejor ocasión para lucir sus dotes de actriz. Y Risi nos devuelve por un momento a la escapada con un adolescente al que de nuevo convierte en girones.
La película está bien pero la fuerza en la que se sustenta es en la personalidad brutal y arrolladora del grandísimo vittorio.
angel
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14 de junio de 2006
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífico Vittorio Gassman junto a una dulce y contemplativa Catherine Deneuve en un intenso drama conducido con intriga y misterio, con secretos difíciles de desvelar, herencias que se quieren esconder.
pere adrover
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