El gancho fantasma

Como aficionado al boxeo (que no experto), trato de ver todo biopic que cae en mis manos sobre las figuras de este deporte, que por regla general e independientemente de lo lujosa de su producción suelen dejarme (unas más que otras) un buen sabor de boca.
Hago esta introducción para intentar dejar claro que no es mi aversión por este deporte lo que me hace calificar esta película como el peor biopic que me he tragado sobre una figura del boxeo (real o ficticia), sino lo mal rodada y desaprovechada que ha filmado Robert Townsend (el Spike Lee cutre de la industria, ver filmografía), que desde el arranque en la penitenciaría de Illinois en 1950 y ver a todo un hombre de 50 años, Ving Rhames en el papel de un joven Sonny Liston que en esa época contaba con tan solo 18 años de edad y la rijosidad e ineficacia con la que están filmadas las peleas, no me cupo la menor duda que se trataba de todo un castañazo, que a pesar de todo me la trague entera (al párrafo inicial me remito), más que nada por ver recreados una época y unos históricos hechos.
En resumen y para no extenderme (la ocasión no lo merece) recalcar el enorme, alucinante e inexplicable error de casting (sería curioso saber quiénes y por que han financiado este despropósito) al poner a un tipo de 50 años interpretando todo serio a un joven de 18 (inenarrable la risión que produce en el espectador cada vez que alguien le llama chico a Ving Rhames).

Aficionados y demás locos del boxeo, esto no es Toro Salvaje. Aqui no sale el genio De Niro. Estamos ante una película canadiense y eso quiere decir muchas cosas. Olvidaos del lado oscuro de la fuerza yankee y acercaos a la inocencia canadiense.
La película puede ser emitida en horario de siesta, eso no lo podemos negar. Pero la trama es fluida, y los personajes correctos.
A mi se me ha hecho muy entretenida. Con golpes de acción y muy inocentes pinceladas de comedia romántica. Está claro que no estamos ante los personajes más carismáticos del cine contemporáneo y que el prota podría ser quemado en la hoguera por hacer demasiado bien de niño tonto (quizás demasiado bien) pero tengo que decir que se agradece una película honesta y sin pretensiones a estas alturas de la vida.
Si te gustan las peleas clandestinas, no te la pierdas.

A una distancia de años luz de otras producciones como Toro Salvaje, Cinderella Man o Más dura será la caída; con un reparto no muy acertado y con un guión que va dando saltos, estamos ante una película más de boxeo que nos muestra de forma más superficial la mafia que sobre este deporte siempre ha existido y en el que solo importa el dinero dejando a los boxeadores como meros fajadores que no importan una mierda. Con un Ving Rhames que se mueve menos en el cuadrilátero que los ojos de espinete y con la sensación modestamente hablando de que se han equivocado de todo con la elección de este actor para hacer el papel de Sony, el pugil que llega a ser campeón de los pesos pesados después de haber estado en la carcel y de empezar desde lo más bajo.
Los únicos que están un poco más decentes (pero solo un poco) son el cura que enseña a boxear a Sony y la prostituta, lo demás pasa bastante desapercibido. De todas formas no es tan mala película, se puede ver, lo que ocurre es que se olvida inmediatamente.

Contándonos la interesante y cruel historia del famoso boxeador Sonny Liston al que le da vida Ving Rhames. Actor conocido por multitudinarios papeles secundarios como en: Pulp fiction, Misión imposible, Con air y muchas más. También veremos al poco conocido Nicholas Turturro hermano de John Turturro, actor mas conocido. Resaltar ademas la actuación de Bridgette Wilson.
Ahora Ving como protagonista nos trae esta película, para todo aquel que le guste el boxeo y la historia de los grandes.
Una vida dura en una época aún mas para un hombre negro.
Demasiado desconocida para una película entretenida.

Normalmente los biopics de boxeadores consiguen crear un climax adecuado, empezando por mostrar los orígenes humildes del boxeador (ningún rico se deja dar de hostias por deporte hasta ese nivel), su esfuerzo por alcanzar el éxito, y finalmente la gran victoria, para gozo y regocijo de los espectadores.

Aquí eso no se consigue. Esta película parece una tv-movie, sin dedicar grandes medios para la puesta en escena. El protagonista es Sonny Liston, un tipo arisco, engreído, que no se hace querer. De hecho, aquí gana el título al principio de la película, y la trama va de cómo arruina su vida estando en la cumbre, hasta perderlo. Luego lucha por recuperarlo. Las conexiones de la mafia con el boxeo son parte fundamental de la historia.

Es una película tan insípida como sus decorados.