Holocausto caníbal 2: La historia de Catherine Miles

La original de Deodato podrá ser todo lo salvaje, deshonesta y polémica que queráis pero cuenta -a mi juicio- con la incuestionable virtud de haberse convertido con el tiempo en una de las denuncias cinematográficas más feroces -y políticamente incorrectas, por supuesto- hacia nuestra ‘civilizada’ sociedad occidental. Esta infame pseudosecuela, sin embargo, nada parece tener que ver (salvo título y nacionalidad, claro) con su predecesora. No sólo porque las actitudes fascistas o xenófobas de algunos de los secundarios poco influyen en el desarrollo de los acontecimientos, sino porque –francamente- a mi este holocausto, más que a holocausto, me sabe a barbacoa. O a costillada dominguera.

Me sabe a todo eso porque, no siendo una comedia ni una peli deliberadamente bizarra o gamberra, “Holocausto caníbal 2” me parece un pastiche de géneros y/o subgéneros (drama, terror, romance, gore…) del todo infumable e incapaz de suscitar en el que esto suscribe cualquier otra sensación que no sea la de estar asistiendo a un espectáculo lamentable. Empezando por su guión de tebeo con pifias de campeonato (no hay ni una sola escena de antropofagia), continuando por sus patéticas interpretaciones y acabando por ese inconcebible desenlace en el que la remilgada protagonista acaba transfigurándose en un esperpéntico cruce entre Pocahontas y Xena, la princesa guerrera.

Tres estrellitas, y no menos, porque de mala, cutre y casposa que es hasta te ríes. En serio.

Una historia de Franco Prosperi (uno de los artífices del subgénero “mondo”) acabó siendo la pretendida excusa para culminar una continuación o secuela independiente de “Holocausto Caníbal” (1980), la archifamosa broma de malgusto que dirigió Ruggero Deodato como si de un reportaje verídico se tatara, traicionando curiosamente las reglas fijadas del propio “mondo”. Pero si Deodato hurgó en las entrañas de lo morbosamente infame, ésta secuela (hubo pretendidamente otra con el título original de “Natura Contro” que dirigió Antonio Climati en 1988, nuevamente con guión de Prosperi pero aún más pésima y aborrecible que ésta versión dirigida por Mario Gariazzo).

Ésta continuación es una historia independiente y que se se aleja de los cánones del mórbido reportaje que planteó Ruggero Deodato, para narrarnos la historia poco verosímil de una blanca amazona (interpretada por la francesa Elvire Audray, fallecida a la temprana edad de 40 años), educada en las más formales y exquisitas tradiciones inglesas y que, perdida en la jungla tras el savaje asesinato de sus padres, es adoptada por una tribu algo variopinta y antropológicamentede muy de andar por casa. Vendría a ser una desventurada Khaleesi rodeada de su tribu de Dothrakis pero en su lejana versión cutre.

A decir verdad no hay que ser muy espabilado para saber que aquí no hay nada que ver, se trata de una película sin valor ninguno que a la que se le dio el nombre de "Holocausto caníbal 2" para aprovechar el tirón comercial de la original, no tiene nada que ver con la presunta primera parte.

El filme no destaca por nada, mas bien es muy deficiente en todos los aspectos, el argumento es anodino, no sucede nada especialmente interesante, además de que aparte de una fugaz mención al canibalismo no se realiza esta práctica en todo el filme, pero eso si oiga romances cutres tiene para aburrir. Muy a diferencia de el filme de Deodato el gore esta terriblemente realizado, ni la música ni los personajes son memorables ni consigues empatizar con ellos y, para mi el mas grave error, no esta grabada como si se tratase de "material encontrado" eso aun le hubiera dado un toque interesante, pero en vez de ello al principio una voz en off nos asegura que toda la historia es real y demás chorradas.

Si no le pongo un 1 es por que el final no lo ves venir y porque me parece muy curioso que existan secuelas no oficiales, motivo por el que he visto esta película.
Recomendada para gente curiosa y verdaderos amantes de la serie B mas casposa.

Bastante mala película, que indudablemente fue creada para repetir el sorprendente e inmenso éxito popular de la primera "Holocausto Caníbal", film también de muy poca calidad cinematográfica pero que al menos tuvo el punto positivo de haber sido la primera (en su peculiar (sub) género) de una serie de ínfimos filmes que poblaron los cines de barrio de finales de los setenta y década de los ochenta.
Aquí el factor sorpresa no existe y además es timorata en el aspecto sexual, y en cuanto a la violencia no hay demasiada pero es desagradable, aunque los pésimos efectos especiales y de maquillaje la malogran aún más.
Lo peor es que es aburrida y que el aspecto de intriga criminal es lo mejor de la cinta, porque las escenas de la tribu no pueden ser más anodinas.
La voz en off que nos narra algunos hechos de la historia nos dice varias veces que todo lo que vemos sucedió en la realidad, pero vamos, viendo la peli no hay quien se lo crea, aunque vaya Ud, a saber...
En fin, que es muy pobre, el ritmo no se sostiene y los minutos pasan de forma bastante ingenua, con el mito del buen salvaje al fondo. Pero narrado todo con desgana y nada de imaginación.
Pura filfa.

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