Bichos, una aventura en miniatura

Si me dieran una película a escoger de todas las estupendas animaciones que ha hecho Pixar, tendría serios problemas a la hora de escoger entre "Monstruos S.A." y estos siete samurais en clave entomológica que se sacó Lasseter de la manga con "Bichos".

Los protagonistas son una comunidad de hormigas amenazadas por unos matones saltamontes que las sajan a impuestos en especies, con lo que lentamente se van quedando sin reservas para soportar el invierno. Una hormiga-macho llamada Flick se erigirá en improbable héroe de la comunidad al hallar a un grupo de artistas cirquenses y hacerlos pasar por curtidos guerreros con los consiguientes enredos que puedan derivar del malentendido.

La historia, aunque transcurre por muy previsibles cauces, está más trabajada en los detalles, las conversaciones, los gags y los personajes, todos muy bien caracterizados y diferenciados. Lógicamente los más atractivos son los artistas del circo, no sólo por su papel, sino por su variedad frente a la monótona comunidad de hormigas y entre ellos, como algunos de los mejores secundarios que jamás ha hecho Pixar (después de los marcianitos y sólo un poco por encima de Boo), las dos cochinillas acróbatas rusas que responden a los nombres de Tuc y Rol y que tan sólo se diferencian en que el primero tiene una ceja y el otro dos. Estos robaplanos natos provocan la hilaridad inmediata con su sola presencia, por no hablar de esas recias voces eslavas enclaustradas en rechonchos cuerpecitos de cochinillas.

Geniales cochinillas, sin desmerecer al gusano gordo alemán o al jefe pulga todo vocinglero y ramplón que completan una plétora de auténticos secundarios de lujo en la que seguramente sea la única versión de la obra maestra de Kurosawa que no es ni un western ni un coñazo.

Flick es un inconformista y visionario, ello le lleva a poner en peligro al hormiguero. En su labor por defenderlo nos deleitará con el mayor espectáculo en miniatura y con una historia de la mano de Disney y Pixar. Como la mayor parte de las del género nos transmite valores varios tales como el poder de la voluntad, el poder de la unión y de la inteligencia ante la fuerza bruta.
La producción de Bichos coincidió en el tiempo con Hormigaz, de DreamWorks, el duelo se saldó con la victoria de Pixar, que volvió a conseguir situar a su película como la más taquillera del año. La música de Randy Newman triunfó de nuevo, además de ser nominada al Oscar a la mejor banda sonora, se llevó un Grammy a la mejor composición instrumental y otra nominación a esos mismos premios como mejor banda sonora de comedia o musical.
La pequeña Dot, La mariquita Francis, La oruga Heimlich, Tuck y Roll, el insecto palo Ramín, el malo Hooper y La princesa Atta nos harán pasar un buen rato.
En los créditos finales de la película se incluyeron tomas falsas de la película que se incluyeron además como un extra en el DVD. Ese tipo de tomas falsas se pusieron muy de moda en las películas de animación, llegando a hacerse también en películas como Toy Story 2, Hermano Oso, y en películas de otros estudios como Ice Age de Blue Sky.

La mejor película de Pixar y, paradójicamente, la menos reconocida. Lasseter logra aquí el mejor ejercicio hecho en animación hasta ahora. De nivel parejo a los dos films de Toy Story, los supera a ambos en cuanto al uso que hace Lasseter de los elementos de que dispone para la construcción del film. El juego y la interrelación de dichos elementos, como los espacios, o los elementos propios del cine como la composición en sus encuadres o el mismo montaje, hacen de esta producción el trabajo más notable de Pixar. Logra hacer de la simplicidad un arma para construir algo no tan simple como aparenta.

Sobradamente mejor que los últimos éxitos de Pixar como "Buscando a Nemo" o "Los increíbles" (no confundir mejor con más divertida). Si Lasseter decide alguna vez que se ha cansado de hacer dinero sin más produciendo los trabajos de la Pixar y vuelve a dirigir, bienvenido sea.

Increible película de animación que hará las delicias tanto de pequeños como de adultos. Cada detalle está minuciosamente cuidado, así como la elaboración de los personajes, todos ellos realmente entrañables. Escenarios preciosos e impresionantes, esta película nos hace opinar que todavía queremos muchísimo más cine de este tipo a tan altísima calidad.

Es una película que vi hace mucho tiempo y debido a la edad es normal que me encantase, pero ayer mismo la vi con mi hermana de veintitrés años y ambos nos reímos a más no poder. Esto demuestra que es una película muy divertida y que hace reír no solo a los niños chicos, sino también a los mayores. También he de confesar mi amor por la películas de Disney Pixar, por su calidad y argumento. Se la recomiendo a todo aquel que no la haya visto.