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Rebelión en el fuerte

Aventuras. Western Thomas O'Rourke y su hermano el indio Cajou, vuelven de una cacería en el Norte de Canadá. En el camino, se encuentran con una diligencia en llamas que ha sido atacada por los indios sioux. La única superviviente es una mujer que se resiste a acompañarlos hasta el fuerte Saskatchewan e intenta huir de ellos. Sin embargo, al ser perseguida por los sioux, no tiene más remedio que seguirlos.(FILMAFFINITY)
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
1 de septiembre de 2008
40 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western, pero no propiamente situado en el territorio de los EE.UU. sino en el Oeste del Canadá.

En esta ocasión los indios "sioux" son los malos de la película, mientras que los "cree" (asentandos más al norte del Estado de Montana, en la parte territorial de Canadá), junto a los casacas rojas de la policía montada de este país, son los buenos.

Gusta ver al actor Alan Ladd, pero más vestido con su habitual ropa color cafe con leche y tiritas colgando de sus flancos, la típica del explorador del viejo Oeste americano, que con el uniforme rojo de policía canadiense, aunque dentro de los dos se mantiene bien elegante, firme y los lleva con gran porte y acierto; porque el carisma de Alan Ladd, a pesar de la baja estatura que tenía, superaba cualquier vaina, decorado o adorno.

Los escenarios naturales del filme son muy hermosos y la fotografía se recrea con ellos.

El argumento es llevadero y soportable, aunque no sea sobresaliente ni impactante. Narra la historia de un oficial de la policía montada canadiense (Alan Ladd), que se rebela contra las órdenes de su superior, un tal Benton (estupenda interpretación de Robert Douglas) en un viaje trasladando armamento y municiones hacia un fuerte militar; se trata de una desobediencia justificada porque la orden del inexperto superior les llevaba directamente al enfrentamiento con los indios en campo abierto y la más que probable muerte del grupo, en cambio con su acto de rebeldía trata de tomar otra ruta más viable a través de la cual poder esquivar a los sioux y tener así más opciones de salvar a todos los componentes de la expedición incluida la carga. Todo esto amenizado con una mujer (Shelley Winters) que les acompaña y que lanza continuamente "los tejos amorosos" al apuesto rebelde del que anda enamorada.

En fin, una película entretenida y rodada en plenos exteriores de la preciosa Naturaleza canadiense, lo cual por si solo no la convierte en una joya pero sí en una bonita obra agradable de ver.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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10 de mayo de 2008
31 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film realizado por Raoul Walsh. Escribe el guión Gil Doud ("Bahía negra", A. Mann, 1953). Se rueda íntegramente en exteriores de Banff National Park (Alberta, Canadá). Producido por Aaron Rosenberg ("Winchester 73", A. Mann, 1950), se estrena el 30-III-1954 (EEUU).

La acción tiene lugar en la primavera de 1877, en territorios del actual Parque Nacional de Banff (Canadà). El inspector de la Policía Montada, Thomas O'Rourke (Ladd) y su hermanastro indio, Cajou (Silverheels), al regresar de una partida de caza, encuentran una diligencia incendiada por los sioux, con un único superviviente, la joven Grace Markey (Winters).

El film es básicamente una obra de aventuras que sitúa la acción en escenarios del Oeste. Al "look" de western añade elementos de acción, guerra y romance. Es un film itinerante, en el que los protagonistas se mueven en un largo recorrido dentro del territorio de Canadá. La acción se sitúa en el marco histórico de los intentos de los sioux de conseguir una alianza con los crees en la primavera de 1877, poco después de la victoria india de Little Big Horn (junio de 1876). El jefe de los crees es Nube Negra, el de los sioux es Toro Sentado y el de los siouxs-oglala es Caballo Loco. La ubicación geográfica sirve a Walsh para glosar las diferencias entre el modelo canadiense y el norteamericano de relaciones con los indios nativos y explicar por qué las Guerras Indias de EEUU no afectan al Canadá.

El realizador desarrolla la narración con vigor, buen ritmo y una acertada puesta en escena. Resultan muy atractivos los planos de movimientos colectivos de tropas y de persecuciones (a caballo y en canoas indias). Todos los planos contienen elementos emotivos o explicativos, sin lapsos baldíos. Apoya la emoción presentando las distintas líneas de acción (policía montada, sioux y crees) en montajes paralelos. Dota de densidad al relato aportando explicación y justificaciones de las incidencias centrales: insubordinación de la tropa, errores del capitán, estrategias y tácticas del sargento, etc. El cruce de las cuatro líneas de acción principal apoyan el sentido de aventura del film. En el marco de un paisaje impresionante, exalta los valores de la tolerancia, la amistad, la confianza interracial y el cumplimiento de los compromisos adquiridos.

La música, original de Henry Mancini (no acreditado), aporta composiciones orquestales brillantes bellamente adornadas con solos de corneta y clarinete, percusión, etc. La fotografía, de John F. Seitz ("Cinco tumbas al Cairo", Wilder, 1943), en color, se complace en mostrar planos generales de un paisaje de gran belleza visual, que sirve para evocar el sentido épico del relato. Es un "western" singular de Walsh, de textura dramática liviana, en el que no palpita el sentido trágico de la vida como en "Juntos hasta la muerte" (Walsh, 1949).
Miquel
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7 de noviembre de 2011
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este Western es un film menor del maestro Raoul Walsh, pues con un guión poco atractivo realiza una dirección un tanto rutinaria, resultando una película de majestuosos paisajes en las montañas Rocosas Canadienses con una excelente fotografía rodada toda ella en exteriores pero sin otro atractivo, pues incluso el reparto, con caras conocidas, empezando por el inexpresivo Alan Ladd y la atractiva Shelley Winters, hacen nada para que resulten sus interpretaciones sobresalientes. Tal vez esto último sea el resultado también de la falta de un guión y una historia atrayente.
También, visionando esta producción de la Universal del año 1954 en versión española (Doblaje), se hace menos creíble todavia por culpa de un trabajo de baja calidad artística, contrastando su buena calidad sonora en los diálogos con la música poco acertada que acompaña a la acción y que se oye como cine antiguo. Tal vez el primer doblaje de esta cinta del año 1954 hubiera sido más adecuado para este film, y no el actual realizado mal en 1978.
En resumen, es conveniente verla en versión original en inglés, con lo cual gana algo el film, y conformarse con una serie de paisajes maravillosos del Parque Nacional de Banf donde fué rodada la película, y que el que suscribe esta crítica tuvo la suerte de contemplar en vivo y eso no se olvida jamás, especialmente para los amantes de la naturaleza y de las montañas.

José Antonio ZG
Jose Antonio ZG
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27 de junio de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con películas como esta para mi queda demostrado que muchos usuarios de Filmaffinity votan las cintas no atendiendo a su calidad si no al prestigio de tal o cual actor o, como es el caso, director. Solo así se explica que esta mediocre producción disfrute de un generoso 6.3, ya que si estuviera filmada en lugar de por Raoul Walsh por otro cualquiera, no llegaría seguramente ni al aprobado raso.
Estamos ante una película rutinaria y completamente olvidable con un argumento típico y mínimo igual que un montón de westerns por el estilo. La única diferencia es que aquí es la Policía Montada del Canadá con sus llamativas guerreras rojas (que, por cierto, deben de estar hechas de un tejido especial ya que aunque las lleven durante días cabalgando, cruzando ríos y luchando, siempre están tan nuevecitas, limpias y perfectas como para participar en un desfile ante su Majestad Británica) en lugar de la caballería norteamericana. Incluso la historia paralela con la única protagonista femenina (Shelley Winters) y su enamorado captor, que podría darle un poco de interés y variedad a la historia, no se la creen ni ellos mismos y resulta por momentos patética. Para arreglarlo todo, ahí tenemos al soso de Alan Ladd.
En definitiva nos quedan bonitos paisajes canadienses y poco más.
Dexter
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12 de marzo de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alan Ladd y Shelley Winters protagonizan este western de ambiente canadiense con policía montada y contenido pro-indio, situado hacia 1877 cuando una serie de sioux norteamericanos cruzan la frontera de Canadá, envalentonados tras su reciente victoria en Little Bighorn (1876) frente al general Custer, y comienzan a dar problemas. Una mujer acusada de asesinato, un intrépido explorador de la Policía Montada y su compañero indio, un Marshall de gatillo fácil y un comediante cobarde, conforman los personajes de este western menor pero entretenido, una de cuyas mayores bazas es el excelente Technicolor que permite a Walsh un uso muy interesante y dramático de los paisajes. La inexpresividad romántica de Alan Ladd concuerda razonablemente con su personaje de hombre de principios, comedido pero enérgico, mientras que la todoterreno Shelley Winters da uno de sus habituales recitales. Se deja ver.
Gould
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