El corazón de la Tierra

1ºaspecto: El guión. El argumento: una historia que en principio tiene un interés suficiente -como para que no haga falta recurrir a estúpidos artificios adaptativos de la novela- queda reducida a una idea mal expuesta, mal contada -si contada-, aburrida, pobre, poco interesante y menos emocionante... Alguien a quien, por estar predispuesto, le apasione la historia de por sí o alguien que sepa la historia -nadie tendría por qué tener conocimientos previos indispensables para entender la historia de una película- se dará cuenta de que, aunque reconozca algunos aspectos, en general faltan muchas cosas por contar. Y para el que no sepa de qué va la cosa, saldrá del cine sin saber nada de lo que allí ocurrió. Al menos, no se emocionará con una propuesta argumental muy pobre, que pretende hacer una epopeya de dos o tres detenciones, algunos mineros asesinados, gente que tose y protesta por ello, una o dos manifestaciones, protosindicalismo rural... A mí, desde luego, no me dijo absolutamente nada, ¡y soy de Huelva!, qué le habrá sugerido la película a alguien de Burgos o de Cuenca? Nada, seguramente. -Los personajes: no están desarrollados, son esquemáticos, planos o sencillamente ridículos: el personaje de Maximiliano está minimizado totalmente, el alcalde cada vez que aparece es para decir lo mismo, el de Fernando Ramallo es totalmente patético y terriblemente limitado. -Ritmo y continuidad: Si El Coazón de la Tierra es floja en general, el primer tercio es insufrible. Es especialmente llamativa la fragmentación que provoca la contínua inclusión de planos contextuales, travellings con grúas, magníficos paisajes riotinteños pero de nulo valor más allá del estético -indiscutible- y del que haya podido encontrar el propio Cuadri para el montaje de escenas inconexas utilizándolos como planos-comodín. Muy mal en ese sentido. En cuanto al ritmo... la película es un intento en sí mísmo de alcanzar algo de ritmo, que no encuentra aunque sí es verdad que el tercer acto se agiliza un poco. Pero, desde luego, está carente de ritmo absolutamente. 2º.-Aspectos formales - La fotografía y la estética: Antes criticaba que el uso abusivo de planos-comodín provocaba fragmentación, pues bien, otra manera con que se ha acabado con la continuidad de la película es en el nivel estético, más concretamente con un discutible trabajo de dirección de fotografía, como queda patente con los cambios bruscos de diseños de luces y de filtros que se produce en el paso de una escena a otra en varias ocasiones. En definitiva, la película no consigue despegarse de una penosa estética telefílmica sin personalidad propia, sin carácter ni marcas identificativas. La dirección artística se salva, porque no era fácil, pero nada del otro mundo.
3º.-Trabajo actoral: sólo merece la pena destacar lo limitado de los papeles y lo contenidas que están las interpretaciones por exigencias de un guión sin alma. Nada destacable por lo demás. CONCLUSIÓN: PELICULA MUY POBRE EN TODOS LOS SENTIDOS.

El corazón de la tierra nunca debió ser llevada al cine, en cambio sí hubiera sido una gran serie de televisión si sus responsables se lo hubiesen pensado mejor, sobretodo porqué habría habido minutos suficientes para desarrollar todos los personajes y para darle un sostén a la relación entre Sandino Moreno y Guillory que no llega a cuajar a pesar de que se supone que son amigas de la infancia, llega un momento en que ambos personajes no tienen lazos de unión a pesar de todo lo que han vivido y es no es lógico, además de que se dejan de lado muchos aspectos que hubiesen podido dar más jugo al guión como el evidente lesbianismo de Guillory. En general es una película insuficiente a nivel de guión, como ya se ha dicho, los personajes masculinos son demasiado estereotipados y en cuanto a la contienda tampoco está reflejada de manera demasiado realista. En cuanto al trabajo actoral, cualquier asomo de talento se ve ahogado por ese pésimo doblaje y ese baile de acentos que producen risa más que otra cosa; Guillory es quizás la que asume mejor su personaje, sabe a lo que se enfrenta, todo lo contrario que la Catalina Sosina Moreno que se limita a hacer su repertorio habitual de mohínes sosos y caras de pan que le valieron una inmerecidisma nominación al Oscar hace un par de años, vamos un cactús tiene más expresividad que esa mujer. Lo mejor acaba resultando la espléndorosa dirección de fotografía y los decorados y el vestuario, por mucho que se haga difícil imaginarse a una maestra de escuela con tanto poder adquisitivo para comprarse esos modelazos y asistir a fiestas de alto copete, pero eso ya debe ser otra historia ¿no?...

Hace poco que nos ha llegado a los cines El corazón de la tierra, la cuarta obra de Antonio Cuadri que se nos presenta como la mayor superproducción andaluza con un coste de unos 16 millones de euros.
La película nos presenta la historia de dos amigas durante las revoluciones mineras de Riotinto, se presenta la típica situación de que una de ellas es inglesa y vive con una familia acomodada mientras que la otra es de familia más humilde. A pesar de lo aparentemente típico y tópico de la historia, ésta no decae en casi ningún momento del metraje, nos hace mantener el interes por los personajes a pesar de que en algunos casos pecan un poco de planos. La realización es excelente con unos planos aéreos de las minas con los trabajadores que me recuerdan bastante a los de El señor de los anillos y unos decorados muy detallados. Se ve cada euro invertido y los actores realizan unas buenas actuaciones aunque lastradas por un doblaje algo deficiente en varios de ellos.

Con todo, una pelicula recomendable.

Esta película me ha resultado especialmente emotiva. Es de esas historias basadas en hechos reales que te tocan fibras sensibles, sobre todo porque son cercanas a muchos de nosotros (probablemente influye en gran medida el hecho de que soy onubense y conozco Riotinto, pero seguramente cualquiera que conozca o esté directamente vinculado al mundo de la minería, o que haya tenido antepasados mineros, también puede sentir el impacto de esas elocuentes imágenes. Y no sólo los mineros, sino cualquier trabajador/a que alguna vez se haya visto pisoteado por una potencia implacable y carente de escrúpulos).
Son muchos los aspectos destacables: la sensibilidad con que se trata el tema de la crítica social, la dureza, la impresionante fotografía, la banda sonora y el ritmo narrativo.
Los aspectos que restan algún punto, a mi parecer, son: esa mala imitación del acento riotinteño (los actores y extras, o los dobladores, podían haber recibido unas clases de dicción. ¿Quién se traga que en Riotinto se habla así?). También la supuesta historia de amor resulta un poco chocante y sobada y creo que sobra, o podían haberla mostrado de otra manera que buscara menos el captar la atención por medios trillados. Por último, es cierto lo que he leído en otra crítica sobre los clichés acerca del baile flamenco (que el ser andaluz no significa que estemos todos los días vestidos de faralaes y zapateando al ritmo de una guitarra. Yo ni siquiera sé bailar flamenco). Pero incluso ese cliché lo entiendo desde el punto de vista de los ingleses: como extranjeros a lo mejor a muchos les resulta llamativo el flamenco, supongo, y lo primero que se hace para agasajarlos es mostrarles lo "típico" del lugar.
Pero teniendo en cuenta que todo no puede ser excelente en una película, admito esos fallos que no llegan a empañar el desarrollo, tremendamente emotivo y bien interpretado por parte de la mayoría de los actores y extras, muchos de ellos primerizos en esto de la interpretación.
También agrada ver juntas a unas pocas estrellas del cine internacional junto a muchas personas que en su vida habían intervenido en una película.
En suma, recomiendo verla. Para que conozcan una dura y silenciada parte de nuestra historia.

Para la mayoría de la gente que vea EL CORAZÓN DE LA TEIRRA, ésta pasará por ser una película aceptable, sin más.
Un guión normal, algo previsible, y unos actores también a un nivel bueno, pero sin destacar.
Los personajes están en algunos casos llevados al extremo (malo malísimo, revolucionaro ceporro que no piensa...), y como no podía ser de otra manera, el doblaje es infame (en especial algún acento andaluz, por llamarlo de alguna forma). Encima cae en algunos tópicos, como el bailecito flamenco o el puticlub donde las putas van bailando también flamenco (a ver si nos enteremos de una maldita vez que en Andalucía no vamos bailando sevillanas por la calle).

En fotografía sí que le subo mucho la nota. Hay planos de la Corta Atalaya (la mina de Riotinto) que son espectaculares. Y el vestuario está también de notable para arriba.

Pero para los que hemos vivido en Riotinto, al menos en mi caso, es espectacular ver contada una historia que conocías desde siempre en el cine. Es de lo más emocionante ver tu casa, tu barrio (yo en concreto vivía al lado de las pistas de tenis que se ven muy al principio, muy cerca también de la casa donde vivía el tirano de la compañía) convertido en plató de una gran producción, reflejando bajo mi punto de vista muy fielmente la época, y lo que ocurrió allí.

Por eso, aunque como digo, la película es de un nivel medio, para mí ha sido muy especial porque no podía tocarme de más cerca.