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El rey tuerto

Drama. Comedia Dos amigas, Lidia (Betsy Túrnez) y Sandra (Ruth Llopis), que llevan mucho tiempo sin verse, deciden organizar una cena de parejas para así conocer a sus respectivos novios: David (Alain Hernández), un policía antidisturbios, e Ignasi (Miki Esparbé), un documentalista social que perdió un ojo por culpa de una bola de goma que le golpeó en una manifestación. Todo ello amenizado por los discursos que un político (Xesc Cabot) da desde la ... [+]
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Críticas 27
Críticas ordenadas por utilidad
19 de mayo de 2016
29 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación de la obra de teatro homónima que ha sido llevada a la pantalla grande (y producida) por el mismo director y equipo artístico, dando lugar a una muy divertida comedia de humor negro que se va convirtiendo paulatinamente en un drama satírico muy oscuro, gracias a un brillante texto cargado de crítica social pero que sorprendentemente acaba planteando más preguntas que respuestas.

Y si su libreto está muy logrado su reparto no se queda atrás, destacando un Alain Hernández que se carga a sus espaldas el protagonismo de la película con el personaje más excesivo y complicado de la cinta, un policía con problemas de agresividad que no es más que un títere del sistema y que se balancea constantemente entre el patetismo y la locura, un Miki Esparbé encarnando al niño de papá con conciencia social que está perfecto mostrando toda la vulnerabilidad necesaria y una Betsy Túrnez que pese a parecer tener pocas luces acaba siendo la más lúcida de los cuatro.

En definitiva, un filme modesto que se ha hecho con mucho amor y respeto a la obra original y que se merece el mayor de los éxitos en taquilla cuando se estrene a partir de mañana. Así que ya sabéis…

Más críticas en http://hambredecine.com
Grima
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22 de mayo de 2016
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
La pelicula empieza con una comparación de dos parejas totalmente diferentes, un policia antidisturbios y su mujer en paro adicta a los cursos de formación variopintos, y por otro lado, una actriz y un creador de documentales sociales.
El inicio es, a pesar de la pausa de las escenas, frenético. Discusiones a susurros, contradicciones, risas y llantos.
Los personajes, a pesar de estar un poco caricaturizados (algo tipico en teatro que alomejor en cine no es necesario) estan muy naturalizados gracias a los actores que les dan vida. Mención especial a Miki Esparbé, único en su rol sensible, oscuro, triste y dramático.
Las escenas iniciales me parecieron con el ritmo perfecto, con la combinación adecuada entre tensión y humor, dos elementos claves en la historia.
El escenario asi como los silencios, muy propios del teatro, han sido bien llevados a la escena cinematografica, que te permite en algun momento, dudar de si tienes los personajes allí delante o es una pelicula.
La historia bien escogida, a la orden del día, la trama sencilla (sin vestirla de escenas innecesarias o miles de personajes), el guión con algun delirio que, según mi gusto, hace desconectar un poco al espectador (explico más en spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Marie
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24 de mayo de 2016
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando reseñamos Tarajal: Desmontando la impunidad en la frontera sur ya hablamos de las consecuencias del uso de balas de goma para disolver manifestaciones. Desde 1990 en España han perdido el ojo más de 30 personas y hubo una persona muerta por el impacto de estas balas. Esta vez Marc Crehuet afronta el tema desde la comedia negra, enfrentando en una misma mesa a un manifestante víctima del impacto y al responsable directo: un antidisturbios. Los dos hombres forzados por sus mujeres (amigas desde la infancia, aunque con el tiempo sus caminos se separaron perdiendo todo el contacto) se reúnen para cenar en pareja. Los primeros momentos, donde se intentan encontrar nexos de unión, son algo incómodos. Una situación fría y forzada, en la cual se analizan desde la distancia mutuamente. Pronto la situación comienza a forzarse, lejos de encontrar una conversación en común, un conflicto de ideas continuo termina convirtiendo el encuentro en una bomba de relojería a punto de estallar. Una situación que recuerda de forma inevitable a la obra de Roman Polanski Un dios salvaje donde sentimos cómo el ambiente poco a poco se va recargando hasta que la apariencia y los modales terminan saltando por los aires.

Marc Crehuet tras realizar algunos cortometrajes presenta su opera prima presentada en el Festival de Málaga, una adaptación de El rei borni obra de teatro que realizó en 2013 con los mismos actores. Se desarrolla todo el conflicto entre los personajes representados a la perfección por Alain Hernández, Miki Esparbé, Betsy Túrnez y Ruth Llopis que muestran con algo de humor las luchas interiores de los personajes que conocen en profundidad tras dos años representando sus identidades encima de un escenario. En pocas ocasiones escapamos de las paredes del piso, donde contienen el conflicto. Un clímax opresivo que refleja el caos interior del personaje, después de que los pilares que sostenían su idea del mundo comenzaran a mostrarse como falsos. La segunda mitad de la película recuerda a la obra de los hermanos Coen Barton Fink donde la confusión mental del personaje se exterioriza en la habitación. Un personaje que ha aceptado lo que desde la televisión y en su entorno le han dicho que es la verdad, sin la capacidad crítica de cuestionarse nada. Adiestrado en una cultura de violencia, es incapaz de contenerse como un perro preparado para atacar, sin ser capaz de cuestionar la orden.

Rodada en castellano y en catalán para evitar el doblaje, esta obra disecciona a raíz del conflicto una sociedad: dividida, alienada y con su capacidad crítica anulada. El bombardeo continuo al que nos someten desde que somos pequeños amolda en nuestra cabeza ciertas ideas como inamovibles, como incuestionables. Desde pequeño nos dicen:

«— No puedes hacer eso
— ¿Por qué?
— Porque es ilegal
— ¿Por qué es ilegal?
— Porque sí y punto»

Aceptamos las ideas que nos inculcan porque son normales o porque lo dicen otras personas. Nunca nos cuestionamos estos principios, simplemente los asumimos e intentamos pensar en ellos lo menos posible.

Marc Crehuet intenta romper la barrera de la ficción para hablar directamente con el espectador en un ejercicio de metalenguaje, que en ciertas ocasiones puede resultar algo forzado y muy evidente provocando que la intención de conectar con el espectador pierda algo de efecto. Pero finalmente consigue su objetivo principal que es hacer llegar el conflicto al espectador, hacerlo reflexionar sobre la necesidad de cuestionarnos nuestras ideas más profundas, ya que una conciencia crítica siempre es capaz de ver más que los ojos del alienado.

Alejandro García
@NoTodoEsUSA
http://www.cinemaldito.com/el-rey-tuerto-marc-crehuet/
NoTodoEsUSA
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21 de mayo de 2016
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
«El rey tuerto» es una comedia fantástica de humor corrosivo que parte de tópicos para llegar más allá y no dejar, en su cuestionamiento, títere con cabeza. Es especialmente difícil conseguir que una comedia sea una gran película. Esta ópera prima de Marc Crehuet lo es.

Siguiendo la estela del éxito de la obra de teatro homónima, en la que dirigió durante 2013 al mismo elenco, el propio autor realiza la adaptación cinematográfica. Y la clave del gran resultado es la superación de la indignación como punto de partida. La premisa de la obra es sencilla. Un manifestante comparte mesa y mantel con el policía antidisturbios que, en el proceso de gestión de masas o de represión violenta – según se mire –, lo dejó tuerto disparándole una pelota de goma.

Nos sitúa en el presente la aparición de entrada de términos eufemísticos como austeridad, recortes presupuestarios, subida de tasas, hipoteca, el tren de Europa… Continúa una presentación de personajes fieles al tópico más extremo. El policía garrulo e insensible al que le duele la cabeza cuando piensa y es un animal sexual. La tonta del bote que quiere ser buena persona, aunque racista y homófoba. La idealista que afirma que otro mundo es posible y que dicho fin justifica su andar como pato sin cabeza para sentirse útil. Y en el centro, protagonizado por Miki Esparbé, el reflexivo pacífico, el representante de una ciudadanía apaleada.

«El rey tuerto» es muy divertida. Gracias a su tempo narrativo, que atrapa la atención, y a los giros de su trama. Gracias también a unas interpretaciones ajustadísimas entre las que destacan la capacidad cómica de Esparbé y la entrega de Alain Hernández a su personaje, al que sabe cómo interpretar para que el público le tome cariño a su pesar.

Es una cinta personal, de humor fino y elaborado. Que identifica la crisis con una gran estafa y proclama contra un mundo dirigido por intereses mafiosos. Que sólo casi identifica a los malos y busca sin encontrar dónde están los buenos. Como tampoco logra respuesta a tantas preguntas sencillas. Porque como la gran comedia que es, divierte, provoca hilaridad incontrolable en varios momentos, y deja un poso inquietante que remueve convicciones asentadas.
Inaki Lancelot
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15 de mayo de 2016
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente comedia negra de actualidad, de ambiente opresivo, oscuro y con un guión bastamente surtido de ácidos diálogos recitados por unos actores en un impresionante estado de gracia que perfilan unos personajes altamente reconocibles por todos. La cosa es así: una cena, un policía antidisturbios, un manifestante y las mujeres de ambos. El creador de la serie musical 'Pop ràpid', Marc Crehuet, adapta con excelentes resultados en la producción catalana 'El rei borni', su aclamada obra de teatro de 2013 de mismo nombre e interpretada por los mismos actores: Alain Hernández ('Mar de plástico', 'Palmeras en la nieve') como el policía antidisturbios, Miki Esparbé ('Requisitos para ser una persona normal', 'Cuerpo de elite') el manifestante, Betsy Túrnez ('Pop ràpid', 'Ahora o nunca') como la mujer del policía y Ruth Llopis ('Barcelona nit d'hivern', 'Nit i dia') como la del herido. La opera prima cinematográfica de Marc Crehuet es brillante, tanto en lo técnico como en el mensaje que transmite que resumiendo seria: la incapacidad de comunicación entre seres humanos ya sea a nivel emocional o racional. El director catalán muestra un dominio asombroso de la puesta en escena y del ritmo cinematográfico, 'El rei borni' es una película completa, sin fisuras, con un guión que funciona a las mil maravillas y a distintos niveles sin perder intensidad en ninguno de ellos.

Ocultado bajo la comedia mas negra tenemos el drama de un policía al que su mundo se le viene literalmente abajo, es como un robot que funciona con ordenes, y sin estas es como un pollo sin cabeza que no sabe que rumbo tomar, también esta su mujer, complice en parte de los pensamientos de su marido debido a su complaciente y frágil carácter pero a la que dicha cena entre amigos abrirá los ojos de manera inmediata convirtiéndola así, sino lo era ya desde un principio, en la total y absoluta protagonista de la vida de ambos. En el otro bando no se van de rositas y ya en la primera escena que tienen antes de cruzar el umbral de la cueva Ignasi y Sandra, se aprecia que su relación tampoco es todo lo feliz que pudiera ser y, al contrario que el otro matrimonio, en este es ella quien lleva los pantalones. Ahí no queda todo, 'El rei borni' no solo funciona como drama que invita a la reflexión o una enorme comedia negra sino también como un potente thriller de terror psicológico gracias a la atmósfera enrarecida que se aprecia desde el primer plano dentro de ese apartamento/bunker con una luz no oscura pero si mas tenue de lo normal, con un silencio extraño roto por el sonido de la tv y un dialogo entre una crema y unos pelotazos de goma que servirá para definir la personalidad de los dos primeros integrantes de la película, el malrollo es visible a todas las luces en el momento que vemos por primera vez a Ignasi en escena y nuestro cerebro encaja las dos piezas: pelota de goma + ojo tapado. Esta estética claustrofóbicamente marrón oscura y cierto guiño a 'Barton Fink' puede daros una idea de hasta que punto han cuidado el diseño de producción, diseño obra de Silvia Steinbrecht ('Biutiful', 'Sweet Home', 'Summer Camp') que junto al resto del equipo del departamento artístico, vestuario y maquillaje se marcan un trabajo de diez encapsulando el tiempo en ese bunker en el que apenas entra la luz del sol durante el primer y segundo acto hasta la redención de David como bien hicieran los Cohen en 'Barton Fink' encerrando a Turturro en ese apartamentucho marrón con un muro de piedra como vista al mirar por la ventana. He dicho ya que 'Barton Fink' es una de las películas favoritas de Marc Crehuet? No pues, lo afirmo con contundencia, solo hay que ver ambas películas para darse cuenta y no solo por el detalle del papel pintado o por esa escena donde David oye? ruidos como Barton en el piso contiguo sino por la estética en si, la atmósfera, la brillantez de los diálogos y el desarrollo de unos personajes que por muy extravagantes que parezcan a priori terminan siendo absolutamente reales y creíbles, algo similar a lo que pasa con esa retahíla de personas 'creadas' por Joel y Ethan en todas sus producciones. En la fotografía encontramos un veterano como Xavi Gimémez, colaborador habitual de Jaume Balagueró que cuenta con grandes trabajos previos en films muy reconocidos como 'Los sin nombre', 'Intacto', 'Darkness', 'The Machinist', 'Ágora', 'Libertador', la reciente 'Palmeras en la nieve' o algunos episodios de la exitosa serie 'Penny Dreadful'. En 'El rei borni' Xavi Gimenez saca el plano mas malrollero posible en cada toma dentro de ese zulo en el que viven David y Lídia de una manera casi criminal, encerrando herméticamente toda la acción sin posibilidad de fuga visible para los que allí viven, sin luz natural, con ventanas tapadas o escamoteadas a la vista donde la única posibilidad de ver el mundo exterior son las postales de los viajes de Lidia como Barton tenia su cuadro. En cuanto a los actores, que a su vez son también productores como el propio director o la directora de arte Silvia Steinbrecht, no puedo rescatar a ninguno en concreto porque los cuatro están a un nivel excelso, Alaín Hernández disfrazado de un Rafa Mora elevado a la máxima potencia, Miki Esparbé representando la complicidad del espectador con su terror/humor ante el cambio drástico de Alain, Betsy Túrnez impresionante en cada palabra que sale de su boca tanto como para aseguraros que va a estar nominada en los Goya de este año casi con total seguridad me atrevería a decir y Ruth Llopis, que quizás sea la que menos peso o frases tiene en la película, también brinda un gran registro con ese carácter revelador al final; cuatro actores y un único escenario el 90% de los 87 minutos que dura.

CONTINUA EN SPOILER SIN SER SPOILER

Crítica completa en BLOODSTAB: http://bloodstab.blogspot.com/2016/05/el-rei-borni.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
marckwire21
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